Italia es el primer país europeo en el que se ha creado un operador ferroviario de trenes de alta velocidad y lo ha hecho a lo grande. A comienzos de 2008 firmó un contrato con Alstom para el suministro de 25 trenes AGV de once coches cada uno, con capacidad para 451 viajeros cada uno. En el contrato de compra se incluyó la opción por 10 trenes adicionales. El volumen total de la operación fue de 650 millones de euros. Han pasado cuatro años y medio y NTV comenzó a operar el 28 de abril de 2012 bajo la marca comercial .italo.
Lo primero que tengo que decir es que era un lunes y el tren iba totalmente lleno. Partió de la estación de Milán Porta Garibaldi y llegó a Roma Tiburtina puntualmente en 3h 29', con paradas intermedias en Milán Rogoredo, Bolinia y Florencia.
La puesta en marcha de estos trenes ha estado rodeada de un gran expectación porque NTV ofrece en el servicio ciertas comodidades que lo diferencian de los de Trenitalia. En las estaciones donde opera se han creado zonas especiales a modo de salas de espera, con atención en varios idiomas y sala Club para viajeros que utilicen las clases superiores. En los trenes se sirve menú en el asiento para las clases superiores y todo los viajeros disfrutan de conexión wifi a internet a bastante buena velocidad, como tuve ocasión de comprobar.
El viaje entre ambas capitales es bastante rápido ya que discurre todo el por líneas de alta velocidad si bien entre Bolonia y Florencia es francamente monótono ya que de los 78,5 km que tiene la línea, 73,3 discurren en túneles, el más largo de los cuales tiene 10.481 metros (túnel de Pianoro).
Afortunadamente no faltaban diversiones en el tren ya que había escogido el coche-cine en el que se proyectó una película.
Además de la abundancia de pantallas y su tamaño, algo mayor que en los trenes españoles, en el coche se mantenían apagadas las luces durante la proyección.
Con tantas cosas que ver y conocer nos plantamos en Roma sin apenas notarlo y no a la estación central sino a Roma-Tiburtina (foto de arriba), que es como decir en el "quinto pino", pero bueno allá han confinado a la operadora NTV ya que los trenes continúan hacia el sur y es una estación pasante mientras que la estación central de Roma es en fondo de saco.
Afortunadamente no faltaban diversiones en el tren ya que había escogido el coche-cine en el que se proyectó una película.
Además de la abundancia de pantallas y su tamaño, algo mayor que en los trenes españoles, en el coche se mantenían apagadas las luces durante la proyección.
Con tantas cosas que ver y conocer nos plantamos en Roma sin apenas notarlo y no a la estación central sino a Roma-Tiburtina (foto de arriba), que es como decir en el "quinto pino", pero bueno allá han confinado a la operadora NTV ya que los trenes continúan hacia el sur y es una estación pasante mientras que la estación central de Roma es en fondo de saco.