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Viajes póstumos en tren: estaciones muy fúnebres

29 de marzo de 2014

En diversas entradas anteriores del Blog hemos abordado algunos de los más famosos viajes póstumos en tren hasta la sepultura. Personajes relevantes que, bien por voluntad expresada en vida o por deseo de los ciudadanos, fueron llevados en tren a su última morada. Quizá nos faltó mencionar el traslado del cadáver de Tito, el dictador de Yugoslavia, desde Ljubljana hasta Belgrado, el 4 de mayo de 1980, en su histórico "Tren azul". Ahora, para cerrar este tema, vamos a comentar el último viaje de ciudadanos corrientes que llegaron en ferrocarril al cementerio para su entierro porque en la necrópolis había una estación de tren o incluso existía una línea ferroviaria destinada al transporte en tren de un entierro completo: el finado y sus deudos. Y para abrir el texto insertamos la foto de una estación fúnebre que se construyó en el Cementerio Rockwood, en Sidney (Australia), al final de la línea construida para trasladar a los difuntos. No es la única ni la más importante de las que han existido en el mundo.

Viajes póstumos en tren: Jorge VI, el último entierro ferroviario de un rey del Reino Unido

20 de enero de 2014

El día 6 de febrero de 1952 amaneció despejado en Londres pero con un frío intenso. Ese día, sin embargo, iba a ser especial, pues llegó enseguida la noticia del fallecimiento en Sandringham, condado de Norfolk, del rey Jorge VI, al que vemos en el centro de esta foto. A su izquierda, sir Winston Churchill, que también sería llevado en ferrocarril durante su entierro.  Tal vez el solo enunciado de su nombre diga poco a los lectores de habla hispana, pero es mucho más conocido por ser el personaje sobre el que versa la película "El discurso del rey", que narra los esfuerzos de un imaginativo logopeda por corregir los problemas del habla de ese rey británico. Su fallecimiento a bastante distancia de Londres planteó enseguida el problema de su traslado, con la mayor solemnidad y, como ya se había realizado anteriormente con Eduardo VII, se eligió al tren para ello. Las líneas que siguen son la crónica de su entierro ferroviario tal como lo publicó, en su número de abril de 1952, The Railway Magazine, la más antigua publicación británica sobre ferrocarril que aún se sigue editando.

Viajes póstumos en tren: pompa y circunstancia en el entierro del rey Eduardo VII del Reino Unido

11 de octubre de 2013

Cuando faltan pocos días para que me sumerja durante varias semanas en el mundo ferroviario anglosajón, quería comentar otro viaje póstumo en tren, en el Reino Unido, que tuvo como protagonista pasivo al difunto rey Eduardo VII, el 20 de mayo de 1910. Este que vemos en la foto de la época era el tren que trasladó los restos mortales desde la estación londinense de Paddigton hasta Windsor, en cuyo castillo fue enterrado.

Viajes póstumos en tren: la última "Batalla de Inglaterra" de Sir Winston Churchill

3 de junio de 2013

Sir Winston Churchill hablando con el general Eisenhower en los días previos a la invasión del Continente europeo por los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. De fondo de la foto un coche del tren que utilizaba Churchill


Hace algunas semanas escribí sobre el espectacular entierro ferroviario de Abraham Lincoln, cuyo cadáver fue paseado en un tren por gran parte de los Estados Unidos. Hoy me voy a referir a otro ilustre político de este lado del Océano cuyo entierro, revestido de gran solemnidad, tuvo también al ferrocarril como medio de transporte: Sir Winston Churchill.

Viajes póstumos en tren: el espectacular entierro ferroviario de Abraham Lincoln

11 de abril de 2013





Acuarela original de Scott D. Trostel, portada del libro "The Lincoln Funeral Train". Cam-Tech Publishing, 2002, que recoge el paso del tren fúnebre por una localidad del trayecto

La noche del Viernes Santo, 14 de abril de 1865, hace justamente 148 años, el presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln fue objeto de un atentado mientras asistía a una representación en el Ford's Theatre de Washington D.C. Pocos horas después, en la mañana del día 15, fallecía a causa de las heridas. Su entierro dio lugar al más espectacular despliegue funerario en ferrocarril de los que hayan tenido lugar en el mundo. Su cadáver fue trasladado desde la ciudad de Washington D.C. hasta Springfield, en el estado de Illinois, recorriendo en tren especial, a lo largo de 13 días, 2.735 km con 11 ceremonias fúnebres durante la ruta. Se recorrieron 7 Estados y 445 localidades. 22 líneas de tren de diversas compañías fueron utilizadas por el cortejo ferroviario. Aparte de la locomotora que remolcó el tren durante todo el trayecto, otras 41 locomotoras intervinieron en los servicios auxiliares del transporte y como exploradoras durante el recorrido.