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Dinamarca abrirá en 2018 su primera línea de alta velocidad

4 de abril de 2017

La primera línea de alta velocidad de Dinamarca en el contexto de su red ferroviaria

Dinamarca es un país pequeño de sólo 43.000 km cuadrados, con una red ferroviaria de unos 2.132 km, en ancho estándar, de los cuales más de 600 km están electrificados, en su mayor parte a 25 kV, aunque algunas líneas en el entorno de Copenhague lo están a 1500 v. Teniendo en cuenta el pequeño tamaño de su red no había tenido la necesidad de implantar la alta velocidad en ella. Sin embargo, la congestión en el tramo más importante, Copenhague-Roskilde, que además fue la primera línea de sus ferrocarriles en 1847, y la apertura del enlace con Suecia en el estrecho de Øresund, han sido el detonante para que se construya la primera línea de alta velocidad, entre Copenhague y Ringsted, que será inaugurada en 2018.


Wifi en el ferrocarril (I): dónde se puede navegar así en Europa en sus sistemas ferroviarios

15 de octubre de 2016

A lo largo de los muchos viajes que hemos realizado en ferrocarriles de toda Europa e incluso fuera de ella, hemos podido comprobar cómo los viajeros demandan cada vez más contar con wifi en los sistemas ferroviarios. Recientemente hemos leído también acerca de las dificultades técnicas que está experimentando Renfe para implantar wifi en determinados trenes. Todo ello, unido a las peticiones que hemos recibido de lectores de este Blog para que abordemos el tema, nos ha llevado a escribir con datos precisos qué podemos esperar de los sistemas ferroviarios europeos para navegar en trenes y estaciones a través de la wifi. Y para comenzar hemos puesto el mapa de las rutas de los trenes ICE alemanes en las que podemos navegar a través de wifi: más adelante lo detallaremos mejor.

Copenhague: donde el transporte público se alía con la bicicleta

8 de enero de 2013
Estimado lector: Permítame que comience esta entrada de manera visualmente tan poco ortodoxa, pero creo que así se reflejará mejor lo que quiero contar de Copenhague. He estado bastantes veces en la capital danesa y en todas ellas he reparado en la amigable convivencia del transporte público, en especial del ferrocarril, con las bicicletas. En nuestro país estamos acostumbrados a que Metro, trenes de Cercanías, etc., pongan limitaciones para acceder a ellos con bicicletas: en número, en horario, en días de la semana. Copenhague no es así. Y como muestra de ello vemos reflejado en este panel de horarios de la estación central de la ciudad el lateral de un tren del servicio S-Tog (Cercanías) con su inconfundible color rojo. En él está estampado un enorme logotipo blanco con el perfil de una bici, que se refleja así en el cristal.

Copenhague: una gran estación de madera para poder quemarla

20 de abril de 2012

Antes de escribir sobre los viajes ferroviarios que he realizado en estas últimas semanas entre ellos a Lisboa y otras zonas de Portugal, había comentado anteriormente que la estación central de Copenhague tiene una curiosa particularidad a la que ahora me voy a referir con detalle. Cuando se construyó en 1847 se hizo de madera. Hay muchas estaciones de madera en el norte de Europa, todas ellas de pequeño tamaño y en localidades pequeñas, pero no era así el caso de Copenhague, ciudad por entonces de cierto tamaño.

El motivo de la construcción con ese material era de tipo estratégico: al estar situada fuera de las murallas defensivas la construcción en madera permitía poder prenderle fuego en caso de ataque exterior y que el edificio ardiendo sirviera de dique defensivo.

Grandes proyectos ferroviarios internacionales (II) El cruce del Fehmarn Belt

16 de febrero de 2012
El pasado lunes, día 13, de camino a Suecia desde Alemania, tuve ocasión de pasar una vez más por la conexión marítimo-ferroviaria que une ambos países, entre Hamburgo y Copenhague, por la ruta más corta.

Dinamarca es un país que se extiende en parte en islas, separadas por estrechos que hay que atravesar para llegar desde otros países a su capital.

En el pasado se han ido construyendo puentes, algunos de ellos de especial longitud para conectar la península de Jutlandia (donde se asienta la Dinamarca continental) con las grandes islas donde están Odense y Copenhague. También se construyó un largo puente sobre el Oresund, que separa Dinamarca de Suecia. Pero aún queda una ruta entre Alemania y Dinamarca que exige combinar el transporte ferroviario con el marítimo de una forma peculiar. El tren se sube al barco y así se atraviesan los 18 kilómetros del Fehmarn Belt entre Puttgarden (Alemania) y Rodby (Dinamarca) para continuar el trayecto nuevamente en tren hasta Copenhague.