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De Zagreb al Adriático (y II): Rijeka

23 de julio de 2013

Cuando el tren se va aproximando a Rijeka su gran zona portuaria se va abriendo ante los ojos del viajero ferroviario. Aquí hubo barcos desde antes de los romanos pero el ferrocarril le abría nuevas perspectivas. Croacia tiene otras importantes ciudades costeras con conexión ferroviaria: Split, Zadar y Pula. Esta última tiene su línea ferroviaria desconectada de la red croata porque la partición de la República de Yugoslavia trazó fronteras caprichosas en el territorio rompiendo el mallado de la red. Sin embargo, es Rijeka la que tiene una menor distancia con Zagreb y a través de ese corredor se mueve gran parte del tráfico de mercancías hacia el interior y hacia Hungría. De ahí que actualmente se esté trabajando en la mejora de la línea, después de haberse desechado por su enorme coste construir un nuevo trazado desde Zagreb hasta Rijeka. (Ver el capítulo anterior)

De Zagreb al Adriático (I): Karlovac


Cuando el viajero del tren Zagreb-Rijeka llega a la estación de Plase, a 618 metros de altitud, se encuentra de pronto con esta espectacular vista de toda la costa del Adriático en Rijeka, con esa ciudad al fondo y como horizonte la cadena montañosa litoral de la Península de Istria. El paisaje es espectacular como lo es también la obra de ingeniería ferroviaria que se acometió en 1873 para dar salida al mar por esa zona al Imperio Austro-húngaro. La vía férrea, especialmente desde Moravice, viene ajustada a la compleja orografía pero bajar hasta el mar desde Plase en tan corta distancia, es más propia de un vuelo en parapente que de un trayecto ferroviario. Desde el comienzo de mi viaje por los Balcanes tenía interés por comprobar qué llevo al Imperio Romano a establecer aquí un puerto comercial y tras haber pasado este lugar por las manos de ostrogodos, bizantinos, lombardos, ávaros, francos, croatas, húngaros y venecianos, finalmente decidir el Imperio Austro-húngaro enlazarla por ferrocarril con Viena y Budapest, a pesar de la enorme obra, para dar salida al mar a quienes durante 52 años rigieron los destinos de toda esta zona de Europa.