Jasón, el dragón, Ljubljana y los Argonautas

6 de octubre de 2012

Cuenta Herodoto que la actual Ljubljana fue fundada -con el nombre de Emona- por Jasón, el personaje de la mitología griega que al mando de los Argonautas se encaminaba a la Cólquida en busca del vellocino de oro. Remontaron el río Ljubljanica y aquí se toparon con un dragón al que dieron muerte en fiera batalla. Quizá por eso el dragón es el símbolo de esa bella ciudad, capital de Eslovenia, país miembro de la Unión Europea, cuya visita recomiendo vivamente.



Panorámica de Ljubljana desde el castillo situada sobre la colina que domina toda la ciudad

Tenía mucha curiosidad por visitarla no sólo por haber leído la leyenda sino también porque Eslovenia pertenece a esos países que habiendo tenido un pasado histórico muy rico y grandes vicisitudes en el pasado más inmediato, en el que perdió parte de su identidad nacional, disfruta hoy de una gran estabilidad y prosperidad dentro de la Unión Europea. El 1 de enero de 2007 se incorporó también a la "zona euro", por lo que no hay que cambiar moneda al ir allá.

Tras un curioso viaje ferroviario desde Roma hasta allí, que he descrito en esta otra entrada del Blog, me dispuse a pasar una semana explorando la realidad ferroviaria y social de Ljubljana, sus monumentos, sus tradiciones y los vestigios del pasado que alberga desde la época de los romanos, como este trozo de muralla de la época del Imperio Romano que discurre paralela a la calle Mirje, cuando la ciudad había tomado el nombre de Labacum.



Sin embargo, lo más destacado que ofrece Ljubljana a los turistas está justamente encima de la ciudad: es su famoso castillo cuya vista domina cualquier calle de las que concurren al centro.



Aunque inicialmente el castillo data del siglo XII ha sufrido a lo largo de la historia innumerables cambios y destrucciones hasta que en el siglo pasado se sometió a una detallada reconstrucción para hacer de él un símbolo cultural de la ciudad.



Un funicular panorámico traslada al visitante desde una céntrica calle hasta la cumbre, al tiempo que se ve una espléndida panorámica de la ciudad, en su cara norte.






En su interior, un heterogéneo conjunto de edificaciones rodeando al amplio patio ofrecen interesantes exposiciones, conciertos, restauración, perspectivas de la ciudad desde todos los ángulos, etc., y hasta una capilla para la celebración de bodas con un restaurante anejo para el convite.






Una carretera sinuosa permite subir en coche o andando al castillo por la cara sur, y desde ahí los muros adquieren el porte de una auténtica fortaleza con su foso perimetral.


Bordeando el promontorio donde se sitúa el castillo discurre el río Ljubljanica, antaño cauce por donde accedieron a la ciudad Jasón y los Argonautas y hoy manso canal que, no obstante, ha dado sustos a la ciudad con periódicas avenidas provocando inundaciones.



Quizá lo más curioso de ese río sea el triple puente que hay sobre él en la Plaza Presernov, ante la iglesia de la Anunciación.





Muchas actividades culturales hay en Ljubljana a lo largo del año, entre las que no faltan los conciertos de todo tipo, incluyendo los de órgano en las iglesias, pero lo más destacado es el Festival de Ljubljana con espectáculos al aire libre, algunos de los cuales se celebran en este recinto.


Dentro del programa que se desarrollaba en el mes de agosto, lo más espectacular fue la representación de la ópera rock "Jesus Christ Superstar" en el gran escenario al aire libre que alberga los más importantes eventos.



El barroco también está presente en Ljubljana, como no podía ser menos, y su muestra más representativa es la Catedral de San Nicolás, que originariamente fue románica, luego gótica tras la reconstrucción a causa de un incendio sufrido en el siglo XIV y más tarde se la convirtió en barroca, en el XVIII.


Periódicamente se celebran en ella conciertos de música órgano con preferencia de compositores del Barroco.


Un enorme parque -el Tivoli- casi tan grande como la ciudad antigua, con otro castillo, un palacio, museos e incluso exposiciones al aire libre, se añade a los muchos alicientes de la ciudad. Curiosamente el acceso principal a ese parque es un paso bajo la principal línea ferroviaria de Eslovenia por lo que bastan unos minutos de espera allí para ver cómo circulaciones diversas de viajeros y mercancías se mezclan con los árboles y los edificios de la ciudad. Quizá en España ya se habría pedido el soterramiento de las vías.


Si uno se cansa de tanta caminata comer en los múltiples restaurante que hay en la zona circundante al río, que es donde se concentra la mayor parte de la oferta, no dejará un agujero en el bolsillo porque los precios son bastante ajustados y casi todos ellos tienen terrazas al aire libre, incluso con música regional para ambientar la velada.


Deambular por las amplias zonas peatonales permite ver edificios de todas las épocas y diseños, como los de las fotos superior e inferior de estas líneas.





Esta última calle pertenece al "Barrio de los artistas" donde hasta el mobiliario urbano recoge de forma singular los nombres, biografías y obras de aquellos que dieron lustre a Ljubljana.


Sorprende el cuidado y limpieza que hay por todas partes en la ciudad. No falta tampoco en Ljubljana el Palacio de la Ópera, ampliado y modernizado en 2011, a partir del edificio neorrenacentista del siglo XVIII. 


Ni tampoco una Universidad, la más antigua de Eslovenia, que acoge a más de 63.000 alumnos, y cuyo edificio central se ve debajo de estas líneas.


Sólo quedaba dedicar también un tiempo al pasado y presente ferroviario de Ljubljana y a ello he dedicado esta otra entrada del Blog.

Se me quedó corta la estancia en Ljubljana porque cada día había algo que visitar, algún concierto que oír o rincón que visitar pero me esperaba Alemania, como siempre, y en este caso Munich, ciudad interesante por muchos motivos y en breve lo descubriremos también aquí en el Blog.

Algunos enlaces de interés

Web oficial del Turismo de Ljublijana

Ferrocarriles de Eslovenia