No quería abandonar esta zona del norte de Noruega sin detenerme un poco en la curiosa historia de Norddalsbrua, el puente ferroviario noruego cuya foto ya incluí en una entrada anterior y vuelvo a insertar ahora.
Cuando se construyó en 1902 la parte noruega de la línea ferroviaria minera (Ofotbanen) había que enlazar Suecia y Noruega por una zona muy abrupta nada más pasar la frontera entre ambos países y se diseñó un puente para atravesar la parte más compleja del trayecto. Pero los ingenieros decidieron hacerlo de tal forma que en caso de invasión enemiga en territorio noruego por esa zona del territorio, pudiera destruirse fácilmente e impedir el avance de las tropas. Hay que tener en cuenta que aunque en ese año existía una unión política entre Noruega y Suecia -que se rompió finalmente en 1905- la tensión entre los dos países iba en aumento.
Se enviaron los planos a Alemania para que fuese construido allí en acero y sus diversos tramos enviados hasta Noruega para montarlo en su emplazamiento. La operación fue tan ágil que bastaron cuatro meses y medio para que sus 180 metros quedaran asentados en el valle.
El 9 de abril de 1940 las tropas del III Reich invadieron Noruega y los ingenieros militares noruegos se decidieron a poner en práctica la prevista voladura. El 14 de abril estallaron cargas de dinamita en las bases de las pilas metálicas pero no consiguieron hundir el tablero y las tropas alemanas lo repararon en tan sólo 3 semanas. El 4 de mayo los alemanes movieron hacia el puente una locomotora y tres vagones cargados para verificar la resistencia. Sin embargo, unos noruegos consiguieron poner de nuevo explosivos que estallaron al paso de esa composición, sin lograr el objetivo de volarlo. Sólo los raíles y parte del tren sufrieron daños. Fuerzas alemanas comenzaron a disparar sobre los dos noruegos que habían provocado el atentado, matando a uno y apresando al otro.
A partir de ese momento toda la zona de Norddalsbrua fue fortificada por tropas alemanas, dejando expedito el camino hacia Narvik, cuyo puerto era objetivo de las fuerzas alemanas por su carácter estratégico en la exportación del mineral de hierro.
En 1975 el tráfico de trenes mineros había aumentado ya de forma considerable y lo que la guerra no consiguió lo hizo el tráfico de trenes pesados, provocando un descarrilamiento, a pesar de que el puente había sido reforzado para admitir pesos por eje de 25 t.
Finalmente en 1988 se jubiló el puente tras la construcción de una variante que lo rodea con un túnel y un puente de hormigón de menor longitud, desde donde pude hacer la foto que encabeza este texto durante uno de mis viajes invernales por Laponia.
En el museo municipal de Narvik (Ofotmuseum) donde está representada toda la historia de la línea hay una reproducción de ese puente cuando sobre él circulaban los trenes mineros. Ya la línea había sido electrificada.
Norddalsbrua sigue en pie aunque sin servicio ferroviario. Las autoridades cuidan de su mantenimiento y muchos aficionados al ferrocarril llegan hasta él por la antigua plataforma y por el valle para inmortalizarlo fotográficamente como un tributo al indomable espíritu noruego.
Maqueta de Norddalsbrua en el Ofotmuseum de Narvik