Los silenciosos tranvías de Cracovia

28 de abril de 2015

Habíamos estado varios días en Ostrava (República Checa) y el ruido de sus tranvías al circular por las calles ponía de los nervios a cualquiera. Parecía que se fuesen desarmando por el camino. Para colmo, el hotel donde nos hospedábamos estaba junto a una calle con fuerte circulación de tranvías a todas horas del día y de la noche, sonido que se colaba por las ventanas. Por eso, cambiar de ciudad y trasladarnos a Cracovia fue un descanso para los oídos. Sus tranvías me parecieron silenciosos por contraste y aquí tenemos a uno de ellos pasando bajo las vías de salida de su estación ferroviaria. Quizá puede ser éste el motivo para hablar de esa bella ciudad, algo que deseaba hacer desde hace tiempo, precisamente cuando estamos a punto de tomar un tren con un destino del que en breve hablaremos.

Las ciudades centroeuropeas no han perdido su tradición tranviaria, al contrario de lo que ha sucedido en España. Sus redes se han ido consolidando y ampliando con el tiempo, tras una muy temprana introducción de este tipo de transporte en ellas. En concreto, en Cracovia llevan circulando desde 1882 y hoy cuenta ya con 27 líneas con más de 90 kilometros de trazados.


Ruidoso tranvía Tatra en circulación por una de las avenidas de Ostrava: Quizá sea el estado de las vías lo que aumenta su ruido


Curiosa parada del tranvía en una calle de Ostrava. Lo que se ve en ella son aparatos de música y altavoces

Quizá después de tanto ruido tranviario, tomar un tren internacional en la estación central de Ostrava en dirección a Katowice, para enlazar luego a Cracovia, representaba un gran descanso para los oídos. Además, Cracovia es una bellísima ciudad que no puede dejar de visitarse, muy distinta de Ostrava que esconde su pasado minero e industrial, ya venido a menos.





La remodelada estación polaca de Katowice y una tierna escena que había en uno de sus bancos. A ella llegan ya ahora los modernos y rápidos Pendolino a 200 km/h (2h 30' desde Varsovia)

Nuestro tren de Katowice a Cracovia (80 km de distancia) no iba a ser tan rápido ni moderno como los implantados en diciembre del pasado año en Polonia y, a veces, daba la impresión de que íbamos por en medio del campo.


Pero la modernización de toda esa línea se ha emprendido y se esperaba acabar en este año 2015, pero las obras se han retrasado y al menos hasta 2017 no concluirán, so pena de penalización de la Unión Europea que obligaría a devolver las ayudas.


Obras de ampliación de la plataforma entre Katowice y Cracovia, financiadas por la Unión Europea


Al fin llegamos a la moderna estación de Cracovia, totalmente remodelada y ampliada con un gran centro comercial aledaño. Varios propósitos viajeros nos llevaron hasta allí y una de ellos era visitar el complejo de campos de concentración nazis de Auschwitz-Birkenau, cuyo relato puede leerse en este enlace. Pero ya la ciudad en sí encierra un gran interés turístico del que vamos a hablar.



La moderna estación central de Cracovia y su centro comercial aledaño


En la estación de Cracovia, que es un importante nudo de comunicaciones, puede verse un variado material, entre otros estas unidades eléctricas construidas por PESA, que tienen piso a la altura de los andenes y que forma la serie ED74, con cuatro coches. Contrariamente a este mismo tipo de trenes que se utilizan para trayectos regionales, este tren y el resto de la misma serie realiza trayectos de larga distancia a 160 km/h. 



Este otro, de la serie EN77, pertenece a la flota regional del Voivodato de la Pequeña Polonia del que es capital Cracovia. En el letrero figura como destino Wieliczka, donde está situada una turística mina de sal, de la que ya hablamos en esta otra entrada.

Cracovia cuenta con unas 750.000 habitantes y con su área metropolitana llega a los 3.000.000. Es una de las más importantes ciudades de Polonia y de las que cuenta con mayor atractivo turístico.



Su extensa red de tranvías comunica radialmente el centro de las ciudad con todo el extrarradio, brindando una rápida y eficiencia conexión centro-periferia.

En los años 70 del pasado siglo, sus autoridades quisieron dotarla de metro y comenzaron las obras. Sin embargo, en los 15 años siguientes sólo consiguieron construir un pequeño tramo y una estación bajo la de trenes. Finalmente el proyecto fue abandonado en beneficio de la extensión de la red tranviaria.



A partir de 1999 comienzan a incorporarse nuevas unidades de tranvías fabricados por Bombardier, como el que vemos en la foto anterior, que modernizan notablemente el parque anterior, muchos de ellos fabricados en los talleres polacos Konstal Chorzow.

El centro histórico de Cracovia es Patrimonio de la Humanidad desde 1978. En el centro de su Plaza Mayor se encuentra este bello edificio de la Lonja de Paños y la torre del reloj del antiguo ayuntamiento de la ciudad.





En un lateral de esa misma plaza se alza la basílica de Santa María, muy curiosa por tener ambas torres desiguales.



En la parte norte del centro histórico se encuentra esta original fortaleza barbacana medieval que constituye una de las pocas construcciones de su estilo que existen en Europa.



En la parte sur, sobre un promontorio, se encuentra el castillo real de Wawel en cuyo recinto está también la catedral de Wawel.



En una visita a los alrededores de ese castillo pudimos ver un acto conmemorativo de la catástrofe ocurrida en 10 de abril de 2010, cuando el avión que llevaba al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y a otras muchas personalidades, se estrelló en la base aérea rusa de Smolensk, pereciendo todos ellos.



El acto tenía lugar ante la cruz que conmemora la masacre de Katyn, en 1940 cuando casi 22.000 ciudadanos polacos fueron fusilados en el bosque de Katyn por la policía rusa de Beria. Tristes episodios en un país muy castigado por las guerras como ha sido Polonia a lo largo de su historia.



Bellísimos y cuidados jardines rodean esa parte de la ciudad, que se asoma al cauce del río Vístula que rodea por el sur el centro histórico de Cracovia.



Esta bella vista aérea (Foto Turismo de Cracovia) permite ver el castillo, la catedral, los jardines circundantes y el cauce del Vístula.

En esta ocasión no podíamos detenernos más en Cracovia porque nos esperaba el tren para Budapest, ciudad de la que hemos tratado en varias ocasiones. (MAM)