A la Laponia finlandesa en tren

9 de agosto de 2013
Eran casi las 11 de la noche del 8 de agosto cuando el tren que había salido a las 13:06 de la estación central de Helsinki llegaba a la estación de Rovaniemi, la capital de la Laponia finlandesa, tras haber recorrido 900 km. La foto recoge el momento de la llegada con abundante luz natural, a pesar de la hora, porque en esta época del año la noche es prácticamente inexistente en esta latitudes. Estamos en el Círculo Polar Ártico. Ese tren que circula a diario entre las dos ciudades es el IC 49/54. Otro tren con coches cama circula en horario nocturno, cubriendo la distancia ferroviaria más larga que puede efectuarse en Finlandia ya que llega hasta Kemijärvi, 63 km al Este de Rovaniemi, con un ramal no electrificado.




Unos veinte minutos antes de la hora de salida de Helsinki, el largo tren con varios coches de dos pisos y otros de uno, fue estacionado en la vía 6. Los viajeros que efectuarían el trayecto completo iban a ser escasos porque Rovaniemi tiene aeropuerto y buenas comunicaciones aéreas con la capital finlandesa. Pero a lo largo del trayecto subían y bajaban constantemente muchos viajeros en estaciones intermedias para recorridos parciales. En el coche donde iba me parece que sólo 2 personas fueron desde principio a fin.

Esos coches de dos pisos, cuyo gálibo vertical es superior a los que circulan en otros países europeos, cuentan con diversas comodidades que conviene resaltar.


El suelo del piso bajo se ajusta perfectamente a la altura de los andenes, algo que comparte con todo el material moderno de los Ferrocarriles finlandeses. Sólo los coches convencionales antiguos -de los que ya quedan pocas unidades- tienen escalones para acceder a ellos.




El aumento del gálibo vertical permite que el piso superior tenga mayor altura interior y los viajeros no se sientan agobiados como pasa en los TGV dúplex o en los trenes de Cercanías españoles de dos plantas. Estas dos fotos muestran sucesivamente el piso bajo y el alto. Las locuciones se dan en finlandés, sueco e inglés y las pantallas, además de mostrar la hora y la velocidad del tren, reproducen en formato texto las locuciones.



Al estar el piso bajo de los coches a la misma altura que los andenes, una pequeña parte de los asientos, los situados sobre los bogies, están a una mayor altura. Para facilitar el acceso a personas discapacitadas hasta ese lugar se cuenta con una pequeña rampa. El piso alto no es accesible para PMR.



Las zonas de equipajes situadas fuera del ámbito de los asientos cuentan con portezuela y cierre de seguridad.



También hay cabinas para hablar en ellas con el móvil de forma privada. A pesar de la larga distancia, en una zona poco poblada de Finlandia, en ningún momento se perdió la cobertura de móvil. Estos coches de dos pisos cuentan también en una parte de la composición con zona de juegos infantiles, compartimentos familiares, zonas de trabajo con puertas de cristal, etc. Cada tres coches de doble piso forman una unidad indeformable de tal manera que con todos ellos se cumplen todos las prestaciones. El fabricante de esa material es la empresa finlandesa Transtech que en un momento de su historia asumió los desarrollos que la filial finlandesa del constructor español Talgo había efectuado previamente.



Por último, debemos destacar el amplio espacio entre las butacas y el grado de inclinación que puede darse al respaldo sin molestar al asiento posterior. Por todo ello, hay que concluir que se trata de un material perfectamente adaptado para recorrer grandes distancias de manera muy cómoda. Para los trayectos nocturnos, existen también coches cama de dos pisos con altos niveles de comodidad.

La zona por la que discurre el trayecto entre Helsinki y Rovamieni es la parte occidental de Finlandia, con menos lagos y mayor extensión de terrenos cultivables. Una de las paradas es la importante ciudad de Tampere, la tercera en población de Finlandia, pero superada esa parada pasan ante la vista del viajero muchos campos de cultivo con cereal, que en esta época aún no se había recolectado.



En Tampere concluye la doble vía y a partir de aquí y ante la escasez de estaciones, hay zonas de cruce en las que paramos una y otra vez para dar paso a diversos trenes. En otros caso son esos trenes los que aguardan, en especial mercantes. Un mapa detallado de la red ferroviaria finlandesa puede verse en este enlace. La línea por la que íbamos pasa por Tampere, Parkano, Seinajöki, Kokkola, Oulu y Kemi. Hay grandes obras de construcción de una segunda vía en un largo tramo lo que ralentizaba la marcha del tren por haber máquinas trabajando. El horario ya contemplaba esa incidencia y si llegamos en esta ocasión con retraso a Rovaniemi fue porque la locomotora se averió cerca de Oulu y fue reparada en plena vía.

A partir de Tampere, que posee una estación más acorde con su tamaño (ya tendremos ocasión de ir hasta allí), las estaciones del trayecto son en su mayor parte de madera con diseños graciosos, muy parecidas a las estaciones de Suecia o Noruega.






En uno de los cruces que efectuamos me llamó la atención un tren mercante formado en su totalidad por vagones rusos, cuyo gálibo de piso sobre las vías es mayor que en otros países.



Este es uno de los vagones de la composición, todos ellos propiedad de una empresa rusa de leasing ferroviario, cuya nombre va en el lateral del propio vagón.



A medida que nuestro tren se iba desplazando más al norte aumentaban los bosques, los lagos y los ríos caudalosos, por las proximidades del mar en esa parte del recorrido.



A eso de las 10 y media de la noche, se podía contemplar desde el tren en todo su esplendor el misterio de la noche luminosa del ártico. El sol permanece en el horizonte tiñendo de suave color rosado las nubes y expandiendo la claridad a todo el paisaje.



Cuando caminaba hasta el cercano hotel hubo tiempo de hacer esta foto de la estación de Rovaniemi, final del viaje, con la luz nocturna de las 11 de la noche.



Y también de esta histórica locomotora de vapor finlandesa de la clase tk3, construida en 1930, que está preservada en las inmediaciones de la estación.

Roivaniemi no es una ciudad muy grande. Apenas supera los 60.000 habitantes pero es un destino turístico privilegiado porque desde ella se hacen multitud de rutas por carretera hacia el norte de Escandinavia. Por ello disfruta de una excelente oferta hotelera con establecimientos modernos y bien equipados en los que no falta la sauna, algo consustancial con la vida finlandesa. También porque a escasos kilómetros del centro de la ciudad está "Santa Claus Village", la aldea de Santa Claus, donde tan entrañable y conocido personaje recibe a quienes quieran conversar con él y hacerse una foto. 



El conjunto parece más bien un parque de atracciones sui generis, completado con Santa Park a unos 2 km del anterior. Por Santa Claus Village pasa el paralelo de latitud 66º, 32', más conocido como Círculo Polar Ártico, donde los viajeros pueden poner un pie al sur y otro al norte de la línea pintada en el suelo.



El ferrocarril traspasa dicha línea, en otro punto, en su recorrido hasta Kemijärvi pero mucho más al norte están varias estaciones suecas -que tuvimos ocasión de visitar anteriormente en verano y en invierno,- como queda recogido en estas entradas del Blog, y también la estación noruega de la ciudad de Narvik, que también hemos visitado en algunas ocasiones. En el lado ruso el ferrocarril de transporte de viajeros sube hasta el puerto de Murmansk cuya estación a 68º 57' latitud norte es la más septentrional del mundo, con servicio de viajeros.

Con más calma hemos podido volver hoy a primera hora a la estación de Rovaniemi, donde había cosas interesantes de las que dejar constancia.



Allí estaba estacionada la composición que nos trajo el día anterior junto a algunos coches convencionales más antiguos, usados en servicios regionales al sur de Rovaniemi.



También estaban apartados los coches cama de la composición nocturna de Helsinki.



Esta composición nocturna lleva vagones portacoches cerrados de dos pisos porque en invierno las condiciones climatológicas no permitirían el transporte de vehículos en plataformas abiertas.



No es ésta la primera estación que tuvo Rovaniemi ya que en 1909 existía un ramal ya clausurado que atravesaba lo que hoy es el centro de la ciudad y ahí había una estación importante. Durante la Segunda Guerra Mundial toda la ciudad quedó completamente destruida por la explosión de un tren con explosivos que los alemanes había traído para volar el puente ferroviario sobre el Kemijoki. En 1945 se reconstruyó ese ramal ferroviario que fue definitivamente desmantelado en 1951. Por donde iban las vías discurre ahora una autopista que atraviesa la ciudad de sur a norte. Los edificios ferroviarios subsisten convertidos ahora en una guardería.




Estos son los dos edificios de la estación que el tiempo ha respetado, con un nuevo uso. En la puerta de la guardería hay una pequeña locomotora.

El ramal a Kemijärvi, que conectaba antiguamente con Rusia por el Este, se ha visto amenazado de cierre al tráfico de viajeros pero ahora cuenta con un tren nocturno en cada sentido al que se le cambia la locomotora en Rovaniemi pues no está electrificado. Se utiliza frecuentemente por los trenes mercantes, cuya principal carga es la madera, como vemos en esta foto de un largo mercante procedente de Kemijärvi llegando a Rovaniemi.



Las vías de ese ramal cruzan el río Kemijoki, situado al este de Rovaniemi, por un puente metálico de doble altura donde el tráfico rodado ocupa la plataforma inferior.



Y no lejos de ese puente, aguas arriba del Kemijoki, hay un puente moderno atirantado que permite cruzar desde Rovaniemi hasta la zona de Ounasvaara, con su colina llena de abetos.



Rovaniemi, como ese puente, respira modernidad. No en vano en esta ciudad están algunas de las más interesantes construcciones del arquitecto modernista finlandés Alvar Aalto

Aquí vemos también una imagen de ese puente en invierno, por gentileza de Santa Claus.

Por eso el centro de la ciudad se ha contagiado de ese diseño presentando interesantes apuestas constructivas, como esta torre urbana.



Merece la pena visitar este apartado rincón de Europa al que se puede llegar en tren recorriendo la mayor parte de Finlandia. Y entre las visitas más interesantes que pueden hacerse en la ciudad está el Centro Ártico al que pertenecen estas imágenes. En esa moderna edificación, a orillas del río Ounasjoki, se resume toda la vida, las costumbres, la fauna y el particular fenómeno de la aurora boreal.






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Más información

- Ferrocarriles finlandeses

- Mapa de Finlandia

- Web oficial de Turismo de Rovaniemi en español