Estaba en Estados Unidos y más concretamente en el Estado de California. En las diversas visitas a la ciudad de San Francisco fueron muchas las cosas relacionados con el ferrocarril que me llamaron la atención y sobre las que escribiré en otro momento, pero quizá ninguna como el poder montar en el "Cable car system" de esa ciudad, al que muchos llaman impropiamente "tranvía".
Y no me refiero a los tranvías parecidos a los que existen en otras ciudades del mundo, con toma de corriente a través de una pértiga en el techo, que también existen en San Francisco, sino a esos históricos vehículos de madera vistos muchas veces en el cine, que superan rampas considerables en las tres líneas en las que operan y que carecen de toma de corriente. Se trata en realidad de vehículos movidos por cable y explicaré en esta entrada su funcionamiento, con detalle, para quienes no los hayan utilizado. Todas estas fotos y otras muchas tuve ocasión de hacerlas durante esos viajes.
La foto de arriba está tomada, en Hyde Street, desde el interior de uno de los "tranvías", en la parte más alta del trazado de la Hyde/Poweel Line, que se inicia en la zona portuaria y va hasta el centro de la ciudad. Para que pueda apreciarse la rampa que deben superar en las empinadas calles de San Francisco, no hay más que ver el desnivel enorme en relación con la bahía, en medio de la cual se divisa perfectamente el penal de Alcatraz.
Un croquis de las tres líneas que operan con el sistema de "Cable car" lo encontramos en el Sitio Oficial del Cable Car de San Francisco.
Las líneas están representadas con trazos rojos. Dos de ellas tienen orientación Norte-Sur y la tercera Oeste-Este. Sus nombres: Hyde/Mason-Powell y la California. El mapa refleja los enormes desniveles que existen en las zonas servidas por esos tranvías.
Cómo funcionan esos vehículos
Ya en la foto superior vemos cómo entre ambas vías de cada uno de los sentidos hay una ranura. Por ella discurre un largo cable sinfín que se mueve en el sentido de la marcha de los "tranvías". Al ser doble vía, el cable gira también en la zona de inversión de marcha de cada línea y se encamina hacia el sentido contrario. En el caso de la Hyde/Mason-Powell la central de tracción de ese cable está en la zona portuaria, justo al lado de la Jefferson Street.
La gente, fundamentalmente turistas, viajan apiñados dentro sin importarles sacar medio cuerpo fuera, a pesar de los carteles que lo prohíben. Los "tranvías" se mueven por la parte más estrecha de las calles en medio del intenso tráfico.
Sus conductores ("gripmen") suelen ser personas corpulentas ya que deben gobernar a mano, con dos largas palancas, las maniobras de marcha y parada. Los lugares de detención para la subida y bajada de viajeros están siempre en horizontal, a veces aprovechando los cruces de las calles en rampa con otras transversales, de tal forma que en ese lugar los "tranvías" están en plano. Es en ese momento cuando, con un movimiento coordinado de palancas, el conductor suelta el agarre del cable subterráneo y acciona la del freno para evitar que se mueva el vehículo. Para volver a iniciar la marcha sólo debe soltar el freno y volver a pinzar el cable que tira del "tranvía". Así de sencillo. El desgaste que sufre el citado cable es considerable y debe ser cambiado cada pocos años.
Instrucciones de seguridad para los viajeros que a veces no se cumplen.
Sus conductores ("gripmen") suelen ser personas corpulentas ya que deben gobernar a mano, con dos largas palancas, las maniobras de marcha y parada. Los lugares de detención para la subida y bajada de viajeros están siempre en horizontal, a veces aprovechando los cruces de las calles en rampa con otras transversales, de tal forma que en ese lugar los "tranvías" están en plano. Es en ese momento cuando, con un movimiento coordinado de palancas, el conductor suelta el agarre del cable subterráneo y acciona la del freno para evitar que se mueva el vehículo. Para volver a iniciar la marcha sólo debe soltar el freno y volver a pinzar el cable que tira del "tranvía". Así de sencillo. El desgaste que sufre el citado cable es considerable y debe ser cambiado cada pocos años.
A mediados del siglo XIX los tranvías de San Francisco eran tirados por caballos (tranvías de sangre") pero hacia 1875 unas líneas se electrificaron y otras se reconvirtieron a sistema de cable. El terremoto que asoló la ciudad en 1906 dañó severamente el sistema de cables y varias líneas fueron sustituidas por autobuses, quedando sólo ocho líneas, de las cuales sólo tres han llegado hasta nuestros días.
Interior de la unidad número 23 en plena marcha. Se observa el detalle de su construcción en madera. El cable superior en la zona central hace sonar un timbre para solicitar la parada.
En esta otra foto se ve detrás del tranvía el cruce con la calle perpendicular que es donde se ha efectuado la parada. A pesar de las normas de seguridad bien visibles en las paradas, los viajeros se cuelgan en el exterior.
Una vez que el tranvía ha efectuado el recorrido de ida, es introducido manualmente en una plataforma giratoria de madera donde se le da la vuelta. Es allí donde nuevamente volverá a pinzar el cable que gira también en ese mismo sitio para iniciar el camino de retorno. El empleado que está de espaldas a la izquierda es el "gripman" de ese tranvía.
Hemos desvelado así el funcionamiento de los "tranvías" tirados por cable de San Francisco, aunque el cable, al contrario de lo que sucede con otros sistemas similares, no está en la parte superior de donde cuelgan normalmente las cabinas sino enterrado en el suelo. No son pocas las personas de todo el mundo que en visita a San Francisco no quieren perderse algo que han visto en multitud de películas, algunas de ellas en las que el tranvía es parte de escenas catastróficas, con choques y descarrilamientos. Las tarifas no son nada baratas porque cada viaje sencillo vale 5 dólares. Salvo en la línea California -que van en doble composición- los tranvías son unidades sencillas. En total hay 28 unidades simples y 14 dobles.