Una interesante fusión del pasado y del presente vemos en esta foto que hemos tomado en Mérida. Al fondo, el acueducto romano de Los Milagros que surtía de agua a la ciudad. Un poco más próximo, el puente romano sobre el arroyo Albarregas, que formaba parte de la Vía de la Plata. Ya en primer término, un tren de Media Distancia procedente de Badajoz pasa sobre el puente metálico construido en el año 1866, aunque posteriormente rehabilitado y que forma parte de la Vía de la Plata ferroviaria. Pienso que lo único que les faltó a los romanos en esta ciudad fue dotarla de ferrocarril pero vino el siglo XIX y se pudo remediar el "olvido". Llegamos a Mérida en tren desde Puertollano, como describimos en la anterior entrada, y hemos hecho una inmersión en el pasado romano de esta ciudad, sin olvidar que el ferrocarril es el tema principal de este Blog y a él le dedicamos atención también ahora.
Nuestras anteriores visitas a Mérida no tuvieron la motivación ferroviaria que hasta aquí nos ha traído, por lo que se nos había pasado por alto de qué forma el ferrocarril se ha integrado totalmente en la ciudad sin afectar a sus señas de identidad y a su importante patrimonio histórico. Su estación fue utilizada en 2014 por unos 220.000 viajeros, que utilizaron los 24 trenes que en ella tienen parada cada día, con un incremento del 20% en los últimos tres años.
El secreto de ese incremento de viajeros en estos últimos años ha sido el impulso de las relaciones de Media Distancia con centro en Mérida, en cuya estación convergen a determinadas horas del día los trenes que enlazan con los distintos puntos, facilitando el transbordo de los viajeros entre ellos.
Aunque este sistema dista mucho de ser como el de antaño, cuando Mérida tuvo tren directo de la Vía de la Plata hasta Gijón o expreso con Valencia o Barcelona, sí se ha mejorado bastante, ante la disyuntiva de dejar a la ciudad casi aislada por ferrocarril. La nueva configuración ha ido acompañada de una rehabilitación parcial de tramos de vía que permiten incrementar la velocidad de los trenes, aunque aun subsisten otros con vía en estado muy penoso hacia Puertollano o Sevilla.
La situación geográfica de Mérida en la línea Madrid-Badajoz, a la que se conecta con un ramal desde Aljucén, hace que los trenes de esa relación deban entrar y salir de la ciudad por el mismo recorrido, haciendo inversión de marcha.
En esta fotografía podemos ver la salida de las vías desde la estación de Mérida por el lado Oeste. La que se encamina hacia el fondo, por donde circula el tractor de mantenimiento, es el ramal de Aljucén que conecta con la línea Madrid-Cáceres-Badajoz, mientras que la que se dirige hacia la izquierda es la de Zafra-Sevilla/Huelva. Obsérvense las señales de precaución, muy abundantes en las líneas de Extremadura. La cuadrada amarilla decreta el fin de una limitación de velocidad anterior y a escasos metros se establece una nueva limitación a 30 km/h. Del lado contrario de la estación sólo está la vía hacia Puertollano.
Esta configuración de las líneas ferroviarias en el entorno de Mérida está planteando considerables discusiones para conectarla con la LAV Madrid-Extremadura-Frontera portuguesa, actualmente en construcción. Los trenes que circulen por ella deberán entrar y salir en inversión de marcha en Mérida. Las opciones planteadas son: construir una estación pasante en el término municipal de Esparragalejo, a tanta distancia de Mérida que nadie la iba a utilizar, desplazar la estación de Mérida más al Oeste, opción que cuenta con la oposición casi unánime de la ciudadanía, o dejarla donde está y construir un ramal en ancho estándar hasta ella, paralelo a la vía convencional.
Curiosamente, la discusión la ha resuelto el gobierno portugués. Al cancelar el proyecto de la línea de alta velocidad en su territorio, ha forzado a instalar en España vía en ancho ibérico en el nuevo trazado. De esta forma, basta con mejorar y cambiar las vías en el ramal de la entrada hacia Mérida para permitir velocidades superiores a las actuales, trabajos que ya se han adjudicado.
Si, llegado el caso, el acceso a Mérida de la LAV obligara a construir una vía en ancho estándar paralela a la actual, el puente sobre el arroyo Albarregas, próximo a la estación, tiene los estribos y apoyos intermedios preparados para una doble vía. Los mismo sucede con casi todas las obras de fábrica hasta Aljucén.
Con todo, la obra ferroviaria de infraestructura más espectacular de Mérida, digna de su legado romano, es el puente de hierro sobre el Guadiana. Este puente, diseñado por el ingeniero inglés William Finch Featherstone, tiene una longitud de 605 metros, está compuesto por 11 tramos con vigas tipo Linville, apoyados en 10 pilas y dos estribos, y fue inaugurado en 1883, sustituyendo a otro provisional anterior.
Como hemos descrito, en la estación de Mérida confluyen a varias horas del día todos los trenes que por allí pasan, facilitando los transbordos de los viajeros. La organización es bastante buena y la accesibilidad a los andenes es total ya que hay ascensores para comunicar el paso subterráneo, los andenes y el vestíbulo.
Fuera de las horas de intercambio de trenes y viajeros, la estación es un lugar plácido y solitario donde algunos días pasan un par de trenes mercantes. Cuenta ya con poco personal, muy lejos del que antaño era necesario para el enganche de locomotoras en las inversiones de marcha. En esta fotografía podemos ver un tren de balasto con fondo del acueducto de Los Milagros.
Al antiguo edificio del vestíbulo se le ha adosado esta fachada más reciente, con una interpretación de los arcos de los dos acueductos romanos que hay en Mérida. La centralidad de la estación permite llegar a ella andando desde una amplia zona de la ciudad por lo que su traslado a una zona más lejana, como se pretendía, sólo contribuirá a expulsar a los viajeros del ferrocarril.
Mérida quedó unida a la red ferroviaria en 1865, con la finalización de la conexión con Madrid, aunque el año antes, el 18 de julio de 1864, quedó unida por tren con Badajoz. A partir de entonces la población de la ciudad creció rápidamente y se instalaron las primeras industrias.
Así lo recoge este panel situado en una de las salas del Museo de la Ciudad de Mérida. Actualmente Mérida cuenta con 59.000 habitantes y un importante flujo turístico, atraído por sus monumentos romanos y los eventos que en ellos se desarrollan.
El legado romano de Mérida
El Conjunto Arquelógico de Mérida fue declarado por la Unesco, en 1993, Patrimonio de la Humanidad, debido a su interés histórico y monumental. En 2014, más de medio millón de personas adquirieron entradas para visitar sus monumentos, fundamentalmente romanos y árabes, de los cuales el 12 por ciento fueron ciudadanos extranjeros. Para la ciudad esto representa una elevada fuente de ingresos, que se traduce en la existencia de 31 establecimientos hoteleros, con más de 1.250 habitaciones de todos los precios. 8 de estos establecimientos son de 5 y 4 estrellas.
En el año 25 a.C. el emperador Augusto la fundó como lugar de retiro de soldados legionarios veteranos y dotó a la ciudad de grandes obras arquitectónicas y de infraestructura que hoy se conservan en muy buen estado hasta el punto de constituir el más completo conjunto fuera de la ciudad de Roma.
También es importante el legado visigótico, cuyos elementos artísticos se pretende reunir en un nuevo museo. La web oficial del Turismo de Mérida orienta a los visitantes acerca de cómo recorrer tan amplia oferta. Un Consorcio vela por la conservación de todo este conjunto monumental.
No es nuestra intención hacer un recorrido exhaustivo por todos ellos, sino dar unas pinceladas que ayuden a los lectores a elegir este lugar para su visita y mejor si llegan en tren.
Quizá para iniciar ese recorrida debamos comenzar por el Museo de Arte Romano, cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto Rafael Moneo.
A escasa distancia del Museo se encuentran los edificios del Teatro y Anfiteatro Romanos.
Todo esto es una pequeña parte de lo que puede visitarse por los cuatro costados de la ciudad, para lo que se necesitan dos días completos. La obra romana de infraestructura más importante en la ciudad la constituye sin duda el puente sobre el Guadiana, actualmente con una longitud de 792 metros y 60 arcos. Hasta 1991, en que se inauguró el Puente Lusitania, el tráfico rodado de acceso a Mérida pasaba sobre él y lo hemos cruzado en coche varias veces antes de ese año.
Quizá por la existencia de esta magna obra, cuando se construyó el ferrocarril hacia Zafra y Sevilla, tras un periodo inicial, la Compañía MZA quiso que el puente ferroviario que cruza el Guadiana estuviese a su altura por lo que contrató a un gran ingeniero para su diseño y dirección de obra, como ya hemos comentado.
Otro tren de Media Distancia, esta vez con destino Madrid, parte de la estación de Mérida entre dos tramos del acueducto de Los Milagros, muy próximo a la estación
El secreto de ese incremento de viajeros en estos últimos años ha sido el impulso de las relaciones de Media Distancia con centro en Mérida, en cuya estación convergen a determinadas horas del día los trenes que enlazan con los distintos puntos, facilitando el transbordo de los viajeros entre ellos.
Aunque este sistema dista mucho de ser como el de antaño, cuando Mérida tuvo tren directo de la Vía de la Plata hasta Gijón o expreso con Valencia o Barcelona, sí se ha mejorado bastante, ante la disyuntiva de dejar a la ciudad casi aislada por ferrocarril. La nueva configuración ha ido acompañada de una rehabilitación parcial de tramos de vía que permiten incrementar la velocidad de los trenes, aunque aun subsisten otros con vía en estado muy penoso hacia Puertollano o Sevilla.
Situación de Mérida en las relaciones de Media Distancia de Andalucía y en las de Centro. Los servicios directos de MD permiten conectar la ciudad con Badajoz, Cáceres, Madrid, Puertollano-Ciudad Real-Alcázar de San Juan, Sevilla y Huelva (a esta ciudad sólo en días determinados). Los servicios a Alcázar de San Juan permiten la conexión con Valencia-Barcelona, mientras que en Madrid o Sevilla hay una amplia posibilidad de conexiones
En esta fotografía podemos ver la salida de las vías desde la estación de Mérida por el lado Oeste. La que se encamina hacia el fondo, por donde circula el tractor de mantenimiento, es el ramal de Aljucén que conecta con la línea Madrid-Cáceres-Badajoz, mientras que la que se dirige hacia la izquierda es la de Zafra-Sevilla/Huelva. Obsérvense las señales de precaución, muy abundantes en las líneas de Extremadura. La cuadrada amarilla decreta el fin de una limitación de velocidad anterior y a escasos metros se establece una nueva limitación a 30 km/h. Del lado contrario de la estación sólo está la vía hacia Puertollano.
Esta configuración de las líneas ferroviarias en el entorno de Mérida está planteando considerables discusiones para conectarla con la LAV Madrid-Extremadura-Frontera portuguesa, actualmente en construcción. Los trenes que circulen por ella deberán entrar y salir en inversión de marcha en Mérida. Las opciones planteadas son: construir una estación pasante en el término municipal de Esparragalejo, a tanta distancia de Mérida que nadie la iba a utilizar, desplazar la estación de Mérida más al Oeste, opción que cuenta con la oposición casi unánime de la ciudadanía, o dejarla donde está y construir un ramal en ancho estándar hasta ella, paralelo a la vía convencional.
Curiosamente, la discusión la ha resuelto el gobierno portugués. Al cancelar el proyecto de la línea de alta velocidad en su territorio, ha forzado a instalar en España vía en ancho ibérico en el nuevo trazado. De esta forma, basta con mejorar y cambiar las vías en el ramal de la entrada hacia Mérida para permitir velocidades superiores a las actuales, trabajos que ya se han adjudicado.
Esquema del acceso a Mérida de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura con las opciones planteadas. En el documento de la Declaración de Impacto Ambiental se detalla con mayor precisión este esquema
Si, llegado el caso, el acceso a Mérida de la LAV obligara a construir una vía en ancho estándar paralela a la actual, el puente sobre el arroyo Albarregas, próximo a la estación, tiene los estribos y apoyos intermedios preparados para una doble vía. Los mismo sucede con casi todas las obras de fábrica hasta Aljucén.
Con todo, la obra ferroviaria de infraestructura más espectacular de Mérida, digna de su legado romano, es el puente de hierro sobre el Guadiana. Este puente, diseñado por el ingeniero inglés William Finch Featherstone, tiene una longitud de 605 metros, está compuesto por 11 tramos con vigas tipo Linville, apoyados en 10 pilas y dos estribos, y fue inaugurado en 1883, sustituyendo a otro provisional anterior.
Diversas vistas del larguísimo puente ferroviario de Mérida sobre el Guadiana. Las dos últimas están tomadas desde el tren a su paso por él. Se ven los dos brazos del ancho río que en época de avenidas conforman uno solo. Al fondo se ve el moderno Puente Lusitania construido para peatonalizar el Puente romano
Como hemos descrito, en la estación de Mérida confluyen a varias horas del día todos los trenes que por allí pasan, facilitando los transbordos de los viajeros. La organización es bastante buena y la accesibilidad a los andenes es total ya que hay ascensores para comunicar el paso subterráneo, los andenes y el vestíbulo.
Secuencia de la llegada de trenes entre las 7,45 y las 8 de la mañana para su posterior partida. Llegan desde Cáceres, Badajoz y Llerena y parten luego hacia Alcázar de San Juan, Madrid, Badajoz y Sevilla. En total, a esa hora se sitúan allí 5 trenes
Fuera de las horas de intercambio de trenes y viajeros, la estación es un lugar plácido y solitario donde algunos días pasan un par de trenes mercantes. Cuenta ya con poco personal, muy lejos del que antaño era necesario para el enganche de locomotoras en las inversiones de marcha. En esta fotografía podemos ver un tren de balasto con fondo del acueducto de Los Milagros.
Al antiguo edificio del vestíbulo se le ha adosado esta fachada más reciente, con una interpretación de los arcos de los dos acueductos romanos que hay en Mérida. La centralidad de la estación permite llegar a ella andando desde una amplia zona de la ciudad por lo que su traslado a una zona más lejana, como se pretendía, sólo contribuirá a expulsar a los viajeros del ferrocarril.
Mérida quedó unida a la red ferroviaria en 1865, con la finalización de la conexión con Madrid, aunque el año antes, el 18 de julio de 1864, quedó unida por tren con Badajoz. A partir de entonces la población de la ciudad creció rápidamente y se instalaron las primeras industrias.
Así lo recoge este panel situado en una de las salas del Museo de la Ciudad de Mérida. Actualmente Mérida cuenta con 59.000 habitantes y un importante flujo turístico, atraído por sus monumentos romanos y los eventos que en ellos se desarrollan.
El legado romano de Mérida
El Conjunto Arquelógico de Mérida fue declarado por la Unesco, en 1993, Patrimonio de la Humanidad, debido a su interés histórico y monumental. En 2014, más de medio millón de personas adquirieron entradas para visitar sus monumentos, fundamentalmente romanos y árabes, de los cuales el 12 por ciento fueron ciudadanos extranjeros. Para la ciudad esto representa una elevada fuente de ingresos, que se traduce en la existencia de 31 establecimientos hoteleros, con más de 1.250 habitaciones de todos los precios. 8 de estos establecimientos son de 5 y 4 estrellas.
Dos de los más importantes hoteles en el casco urbano de Mérida
En el año 25 a.C. el emperador Augusto la fundó como lugar de retiro de soldados legionarios veteranos y dotó a la ciudad de grandes obras arquitectónicas y de infraestructura que hoy se conservan en muy buen estado hasta el punto de constituir el más completo conjunto fuera de la ciudad de Roma.
Estatua del emperador Augusto en los jardines del Teatro Romano
También es importante el legado visigótico, cuyos elementos artísticos se pretende reunir en un nuevo museo. La web oficial del Turismo de Mérida orienta a los visitantes acerca de cómo recorrer tan amplia oferta. Un Consorcio vela por la conservación de todo este conjunto monumental.
El territorio asignado por los romanos a Mérida y plano de la ciudad en aquella época (Paneles en el Museo de Arte Romano)
No es nuestra intención hacer un recorrido exhaustivo por todos ellos, sino dar unas pinceladas que ayuden a los lectores a elegir este lugar para su visita y mejor si llegan en tren.
Quizá para iniciar ese recorrida debamos comenzar por el Museo de Arte Romano, cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto Rafael Moneo.
Acceso al Museo de Arte Romano y galería principal del edificio
Mosaico romano y bustos en unas de las salas del Museo
A escasa distancia del Museo se encuentran los edificios del Teatro y Anfiteatro Romanos.
El Teatro Romano, que es sede del Festival Internacional de Teatro Clásico
El gran Anfiteatro de Mérida, donde se celebraban las luchas de gladiadores y los combates entre hombres y fieras salvajes
Una parte del Circo romano de Mérida, uno de los mejor conservados. Su longitud total es de 440 metros y en el se celebraban las carreras de carros tirados por caballos. La vía férrea de acceso a Mérida por el Este pasa junto a esta construcción
El Arco de Trajano y el Templo de Diana situados en pleno centro de Mérida
La casa de Mitreo
Detalle de enterramientos en los Columbarios
Bellísimo paseo entre cipreses que une los Columbarios con la Casa de Mitreo
Lienzos exteriores de la muralla perimetral de la Alcazaba, de origen árabe
Dos de los acueductos que traían agua a la ciudad en época romana, arriba el de San Lázaro y debajo el de Los Milagros
Restos de la ciudad romana en la Morería
Todo esto es una pequeña parte de lo que puede visitarse por los cuatro costados de la ciudad, para lo que se necesitan dos días completos. La obra romana de infraestructura más importante en la ciudad la constituye sin duda el puente sobre el Guadiana, actualmente con una longitud de 792 metros y 60 arcos. Hasta 1991, en que se inauguró el Puente Lusitania, el tráfico rodado de acceso a Mérida pasaba sobre él y lo hemos cruzado en coche varias veces antes de ese año.
Una parte del Puente romano y de la calzada sobre el puente
Quizá por la existencia de esta magna obra, cuando se construyó el ferrocarril hacia Zafra y Sevilla, tras un periodo inicial, la Compañía MZA quiso que el puente ferroviario que cruza el Guadiana estuviese a su altura por lo que contrató a un gran ingeniero para su diseño y dirección de obra, como ya hemos comentado.
Los puentes sobre el Guadiana en Mérida. En el centro el puente romano y en la esquina inferior izquierda un trozo del ferroviario (Foto Ayuntamiento de Mérida)
En una de las noches de nuestra estancia en Mérida hemos querido asistir al estreno de una de las obra programadas dentro del Festival Internacional de Teatro Clásico: "Hércules" de Miguel Murillo, con el graderío completamente lleno.
Un momento de la representación de "Hércules", que se nos antojó una mezcla de espectáculo circense, vodevil de los años 20 y función escolar de fin de curso, con "morcillas" improvisadas de corte regionalista. El público rió las payasadas y aplaudió al final, pero es que ahora se aplaude cualquier cosa. Tras haberse representado "La Asamblea de las mujeres" de Aristófanes, con rotundo éxito, esa obra quizá debió buscar otro entorno que la majestuosidad del Teatro Romano
Como el viajero estará ansioso por probar los productos de la gastronomía extremeña, en Mérida cuenta con una buena planta hostelera donde degustarlos, con menús a 10 € o menos, que incluyen algunos productos de la tierra: jamón, otros productos del cerdo, quesos o aceite.
Jamones ibéricos seleccionados en una tienda de productos extremeños
Si desea probar algo especial, le recomendamos que se dé un homenaje y, junto a su pareja, organicen un aperitivo contundente para compartir. Y así lo hemos hecho.
Arriba, de izquierda a derecha: tostas de jamón ibérico, presa ibérica y lomo doblado curado en manteca. Sobre ellos una ración de ciervo al Pedro Jiménez. Debajo, quesos de la tierra. De izquierda a derecha: queso de torta de untar "Pascualete", de oveja merina; queso del Prado de Llera, también de oveja merina, curado al romero, y queso de cabra de Ibores, curado al pimentón de la Vera. Para regarlo, vino tinto extremeño, espeso y áspero, muy a tono con el sabor picante del queso de untar. Las aceitunas que no falten
Para difundir aún más su gastronomía, Mérida ha sido designada Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2016.
Como el ferrocarril tenía que aparecer también en este asunto, por casualidad coincidimos con Nico Jiménez, maestro cortador de jamón del tren turístico "Al Andalus", que oficia en el arte cisoria en su establecimiento del centro de Mérida y con quien tuvimos ocasión de charlar.
Nico Jiménez, nos ofrece una loncha de jamón ibérico en su establecimiento de Mérida. Campeón de España "Cuchillo de Oro" y tres veces Récord Guinness, acompaña al tren "Al Andalus" en algunos de sus trayectos por tierras extremeñas y manchegas, haciendo demostración de habilidad con sus cuchillos
Cumplidos con creces los objetivos que nos han traído hasta Mérida, tocaba ahora tomar un tren y hacer parte de la Vía de la Plata ferroviaria (o lo que va quedando de ella). Pero esa será la materia de la próxima entrada del Blog. (MAM)
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Continúa en esta otra entrada sobre el viaje desde Mérida a Sevilla
