En tren por los restos de la Vía de la Plata

18 de agosto de 2015

Antiguos depósitos de la aguada de la estación de Zafra

El 1 de enero de 1985 fue un día aciago para la Vía de la Plata ferroviaria. Se suspendieron los servicios de viajeros por ferrocarril entre Palazuelo-Empalme y Astorga, tramo de vía de 348 km, y aunque continuó abierta la línea para mercancías, la falta de mantenimiento y de servicios ocasionó su cierre definitivo 10 años después. Ese mismo día desaparecieron varios trenes de viajeros: TER "Ruta de la Plata" Sevilla-Gijón, Rápido Bilbao-Cáceres, TER Sevilla-Cáceres, Automotor Sevilla-Badajoz. De no haberse suscrito años más tarde un convenio con la Comunidad Autónoma de Extremadura, el resto de la Vía de la Plata hubiese quedado sin trenes. Desaparecieron también de Extremadura, años después, sus conexiones ferroviarias de viajeros con Portugal, que usaban parte de la Vía de la Plata, al ser desviado el TH Madrid-Lisboa por Salamanca y suspender los Ferrocarriles portugueses el tren Elvas-Badajoz. Hemos pasado unos días en Mérida, visitando sus monumentos históricos y sus infraestructuras ferroviarias y hemos querido regresar por Sevilla utilizando un tren de Media Distancia que recorre lo que queda de la Vía de la Plata.

La Vía de la Plata, tal como la planificaron y construyeron los romanos abarcaba el trazado entre Hispalis (Sevilla) y Asturica Augusta (Astorga), donde enlazaba con el Iter ab Emerita Caesaraugustam (Zaragoza). Se trataba de un camino empedrado que permitía la circulación de carruajes.


Trazado de las vías romanas que cruzaban la Península Ibérica


Tramo de calzada romana que se conserva en el Museo de Arte Romano de Mérida

La Vía de la Plata ferroviaria se fue construyendo en la segunda mitad del siglo XIX a base de unir diversas concesiones. La parte central, entre Plasencia y Mérida, formó parte de la línea de Madrid a Portugal. A ella se añadieron las de Mérida a Sevilla y la de Plasencia a Salamanca, Zamora y Astorga, de tal forma que a finales del siglo XIX se habían completado todos los trayectos.

La explotación ferroviaria fue muy desigual a lo largo de su existencia con servicios entre Sevilla y Plasencia, Madrid y Badajoz y entre Plasencia, Salamanca y Astorga. Durante la Guerra Civil Española esta conexión ferroviaria por la Vía de la Plata registró un uso intensivo al tener que desviarse por ella el tráfico de trenes entre el Norte y Sur de España por la imposibilidad de utilizar el nudo de Madrid. Con posterioridad, los trenes no llegaron a hacer un trayecto unitario entre Sevilla y Asturias hasta que se creó el TAF Sevilla-Gijón, luego sustituido por un TER.




Horarios de trenes en 1947 entre Sevilla y Astorga, en trayectos parciales, con difícil combinación para hacer el recorrido completo al no estar totalmente combinados

No sería hasta el 24 de Noviembre de 1969 cuando se pudo hacer la ruta completa entre Sevilla y Gijón con la puesta en servicio del tren "Ruta de la Plata" que partió de Sevilla  a las 7 de la mañana, en doble composición de trenes TAF (nº 9523 y 9528).


Nuestro amigo, el ya ferroviario jubilado Miguel Cano López-Luzzatti, inmortalizó ese viaje con el cruce del TAF (a la izquierda de la foto) con el Lisboa Expreso TER, en la estación de Mirabel. Le agradecemos que nos haya permitido insertar aquí esa foto.

Esta conexión ferroviaria, que tuvo una gran aceptación, estuvo en servicio durante 15 años, hasta el cierre de las vías al tráfico de viajeros entre Plasencia y Astorga, recorriendo primero los trenes TAF y luego los TER un total de 918 km, entre Sevilla y Gijón.




En este antiguo mapa ferroviario de la zona Oeste hemos indicado los cierres de líneas al tráfico de viajeros operado el 1 de enero de 1985. En rojo, las líneas que actualmente están cerradas a todo tráfico y en amarillo las que lo están para viajeros pero aún conservan circulaciones de mercancías




Horario del TER "Ruta de la Plata" en 1984, tal como es recogido por la web Tren Zamora. Este fue el último año de circulación y el TAF había sido ya sustituido por el TER lo que produjo una reducción del tiempo de trayecto. Obsérvese que el tren de la tarde Sevilla-Cáceres tardaba menos tiempo que en la actualidad

La reorganización de los servicios ferroviarios de Media Distancia en Extremadura propició la existencia de un par de trenes entre Sevilla y Plasencia, que luego quedaron en uno de ida y vuelta. Muy recientemente se ha limitado su circulación hasta Cáceres, lo que supone el último hachazo a la Vía de la Plata ferroviaria.

Mientras se ha ido recortando la parte de la Vía de la Plata que recorren los trenes, ha ido creciendo la autovía que enlaza Sevilla con Gijón. Inaugurado recientemente el tramo entre Zamora y Benavente toda ella es una vía de alta capacidad.


El único tren de MD entre Cáceres y Sevilla de este pasado fin de semana, aún seguía ostentando su anterior recorrido desde Plasencia. Ni se han molestado en cambiarlo

Este recorte de trayecto impide viajar en el día entre Sevilla y Plasencia ya que el tren que sale por la tarde de Sevilla a las 17:08 llega a Cáceres a las 21:48, sin enlace ferroviario para Plasencia. Por la mañana, el tren realiza el servicio inverso Cáceres-Sevilla, que es el que hemos tomado en Mérida.

Y ese tren realiza el recorrido entre ambas ciudades en 3h 39' para una distancia de 241 km. A unos 80 km/h.

Hay que decir que entre Mérida y Zafra la vía está en buenas condiciones por lo que el tren puede circular a cierta velocidad. A partir de Zafra hay un tramo ya renovado entre los kilómetros 65,8 y 79,4. Los 16 kilómetros restantes hasta Llerena están en estado tan penoso que por momentos parecía que el tren había abandonado la vía y circulaba por la calzada romana, sorteando baches y piedras. Curiosamente todo este tramo de vía es una línea recta.

Este estado de la vía, aparte de alargar el tiempo de trayecto, repercute negativamente en el estado de los trenes y da a los viajeros una sensación molesta. Precisamente, en el tramo en peor estado, algunas puertas automáticas de comunicación en el interior del tren comenzaron a abrirse y cerrarse constantemente y hasta la pantalla de información de los coches presentaba lecturas incorrectas de las estaciones de parada. No obstante, el tren registraba una buena ocupación con subidas y bajadas de viajeros en todas las estaciones del trayecto. El que realiza el servicio es un tren diésel de la serie 599, con tres coches.




Llegada a Mérida del Regional Exprés 18773 (Unidad diésel de Media Distancia S-599), procedente de Cáceres, a las 07:46, que sale a continuación hacia Sevilla. En la estación de Mérida efectúa inversión de marcha ya que la línea hacia Sevilla parte desde ese mismo lado de la estación

El futuro, salvo para el tramo entre Plasencia y Mérida de la Vía de la Plata, que se incorporará a la alta velocidad, es muy sombrío, como lo describe este artículo de la enciclopedia ferroviaria "Ferropedia".


Nada más partir de Mérida el tren bordea este simpático poblado ferroviario. La calle donde está hecha la foto se denomina "del Ferrocarril" y las transversales llevan por nombre "Tren", "Traviesa" o "Balasto", denominaciones muy ferroviarias. Sus moradores ya no son trabajadores del ferrocarril en su mayoría, pero varios son descendientes de antiguos trabajadores ferroviarios de Mérida, cuando en su estación había un constante tráfico de trenes.





A continuación la línea de Sevilla debe cruzar el río Guadiana por este espectacular puente metálico de 605 metros de longitud, desde el cual se divisa un bonito panorama fluvial.

Las estaciones en gran parte de la línea están bastante cuidadas, salvo aquellas que están cerradas a los viajeros, aunque el tren tenga parada en ellas.




Edificio de la estación de Almendralejo, capital de la comarca de Tierra de Barros, situada en una de las zonas más fértiles de Extremadura, con cultivo de vides y famosa por sus bodegas. Cuenta con un cava con denominación de origen tras un pleito con las bodegas catalanas. Tiene 35.000 habitantes



A esa temprana hora de la mañana por las ventanillas del tren desfilan los campos de vides, con un horizonte plano y un cielo radiante.






Nada más pasar Villafranca de los Barros, cuya estación vemos en la foto, los campos de vides se alternan con los de olivos, y en el horizonte aparecen algunas lomas. A continuación viene la estación de Los Santos de Maimona, en la que el tren tiene parada facultativa. Pasa a baja velocidad pero como no hay ningún viajero en el andén ni nadie para apearse, no llega a detenerse.

A continuación viene ya la ciudad de Zafra que cuenta con dos estaciones.


Estación de Zafra Feria situada junto al recinto de la Feria Internacional Ganadera y a la parte de ampliación de la ciudad

Zafra, a pesar de su no gran población (17.000 habitantes), tiene una gran importancia económica porque en ella se celebra anualmente la Feria Internacional Ganadera, la más importante de Europa y una de las mayores del mundo. Con ocasión de su celebración se ponen en servicios trenes especiales. Recibe más de un millón de visitantes y se efectúan en ella transacciones por más de 200 millones de euros.


Recinto de la Feria Ganadera de Zafra durante su celebración (Foto Turismo de Extremadura)

Además Zafra es nudo de comunicaciones ferroviarias. Ahí se bifurca la línea de Sevilla con otra en dirección a Huelva. Además, desde su estación parte un ramal de 50 km a Jerez de los Caballeros, actualmente cerrado al tráfico de viajeros, aunque circulan por él algunos trenes mercantes. 



Horarios entre Zafra y Jerez de los Caballeros a mediados de los años 40, cuando había trenes de viajeros




Tren especial Zafra-Jerez de los Caballeros fletado en mayo de 2013 por la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril, que movilizó a unos 300 aficionados

La línea de Huelva cuenta actualmente con una única circulación diaria de trenes de viajeros los fines de semana. Se trata de una relación Huelva-Madrid a través de Extremadura. Ese tren tarda 9 horas en hacer todo el trayecto entre ambas capitales.


Edificio de la estación de Zafra. Hacia la izquierda la vía continúa a Sevilla y Huelva, además del ramal a Jerez de los Caballeros


A la salida de la estación de Zafra, junto a la vía hacia Huelva, pudimos ver este ingente montón de tramos de vías con traviesas bibloque, procedentes de levantes en diversas zonas, entre ellas de Sevilla a Cádiz. Se están empleando para sustituir a tramos con traviesas de madera en la zona de Extremadura.

El tren seguía su camino, cada vez más próximo a la provincia de Sevilla, pero antes pararíamos en Llerena tras atravesar campos de olivos.




Campos de olivos en las proximidades de Llerena, vista del municipio desde el tren, con la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, y estación de la localidad

El paisaje desde aquí se torna más montañoso porque nos acercamos a la Sierra Norte de Sevilla, con lomas llenas de alcornoques y encinas. Y la primera localidad sevillana en esa sierra es Guadalcanal.


Localidad de Guadalcanal desde la vía férrea


Edificio de la estación de Guadalcanal


Otra vista de la estación de Guadalcanal tomada con ocasión de un viaje anterior por ferrocarril a esa zona, del que ya dejamos constancia en esta otra entrada


Alcornocales y encinas en las estribaciones de la Sierra Norte de Sevilla, cerca de Cazalla de la Sierra


Aspecto ruinoso de la estación de Cazalla-Constantina, que viene a continuación. Es cabecera de la línea C-3 del Núcleo de Cercanías de Sevilla


La siguiente estación es El Pedroso, que tampoco parecía mucho mejor cuidada. Con marquesina más propia de un gallinero, aparece con el reloj fuera de servicio.


La siguiente parada la efectuamos en Villanueva del Río y Minas, en cuya estación se encuentra aún abandonada una antigua locomotora de vapor de Renfe.


Lamentable estado de la locomotora 240-2081 "Mastodonte", de Renfe, abandonada hace ya muchos años en esa estación

Poco antes de parar en Villanueva del Río y Minas, el tren pasa por el viaducto sobre el río Ribera de Huéznar cuyo foto habíamos hecho en otro momento. Mide 158 metros y es de hormigón.



Viaducto sobre el Ribera de Huéznar y vista desde el tren al paso por ese viaducto


En Los Rosales, nuestra vía se incorpora a la convencional Córdoba-Sevilla que discurre paralela a la de alta velocidad. Un par de trenes pasaron veloces por esa vía para sacarnos de nuestro viaje que parecía de antaño. Llegamos puntualmente a la estación sevillana de Santa Justa donde nos esperaba la continuación de nuestro viaje, también en tren, hacia tierras gaditanas.

Hemos pasado unos días en Mérida, hemos hecho un largo recorrido en tren, visitado muchas cosas de interés y degustado los productos extremeños, muchos de los cuales cuentan con denominación de origen. Es un viaje que merece la pena. Lástima que las vías estén en tal mal estado en muchos de los tramos. Una no gran inversión para rehabilitarlas acortaría notablemente el tiempo de viaje y atraería muchos viajeros al ferrocarril en toda esa zona. (MAM)

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Entradas anteriores de este mismo viaje

- En tren desde Puertollano a Mérida

- Mérida: su belleza pétrea, ferroviaria y culinaria