Dos son en España las grandes ciudades que han visto más cambiadas sus estructuras ferroviarias con la llegada de la alta velocidad: Sevilla y Zaragoza. La primera de ellas vio, en 1990 y 1991 respectivamente, cómo sus dos estaciones -Plaza de Armas y San Bernardo- cerraban sus puertas para dar paso a la moderna estación de Santa Justa, en la que se concentran todos los servicios. El cambio que supuso fue espectacular, abriendo al disfrute urbano la dársena del río Guadalquivir. En el caso de Zaragoza la transformación también fue muy notable, aunque mucho más dilatada en el tiempo y hoy reúne en la moderna estación de Delicias, que vemos en estas dos fotos, la totalidad de los tráficos pasantes. Muchos viajes hemos hecho en el pasado usando estaciones zaragozanas hoy día cerradas al tráfico. Más modernamente hemos pasado por Delicias en el trayecto Madrid-Barcelona, pero en esta ocasión hemos querido detenernos en los viajes ferroviarios en esa ciudad a través del tiempo.
En este mapa de Zaragoza de 1926 hemos señalado los lugares más importantes en aquel año del ferrocarril de esa ciudad. Los números 1 y 2 indican las salidas hacia Barcelona. El 1 señala la situación de la antigua estación del Norte desde la que partían los trenes a Barcelona por Lleida. El número 2 indica la salida hacia Barcelona por Caspe. El número 3 es la antiguo puente de La Almozara sobre el Ebro que conectaba la línea de Madrid con la estación del Norte. El número 4 señala la situación de la actual estación de Delicias, así como la salida hacia Madrid y el 5 es la salida del ferrocarril de Teruel que antaño había sido la línea de vía estrecha de Cariñena, luego sustituida por el Central de Aragón. En fechas recientes se varió su trazado haciéndolo coincidir en el tramo inicial con el nuevo trazado hacia Madrid y luego con el de la variante sur ferroviaria de Zaragoza.
Esta situación subsistió durante muchos años. Ya en 1864 se había inaugurado en el centro de la ciudad la estación de Campo Sepulcro que en 1967 fue sustituida por la de El Portillo. Esta última centralizó, hasta la construcción de Delicias, todos los tráficos ferroviarios pasantes, tanto hacia Barcelona como hacia Madrid. En 1970 se cerró la del Norte al tráfico de viajeros y el puente de La Almozara dejó de tener servicio ferroviario.
Con la ayuda de Pascual Orduna, de la Asociación Cultural Paso a Nivel, de Zaragoza, hemos rescatado fotos históricas de esos lugares en la seguridad de que los viajeros ferroviarios de épocas pasadas, que frecuentasen Zaragoza, reconocerán lo que en su momento vieron. A ellas hemos añadido las fotos de la estación de Delicias, tanto la moderna como la que ocupó el Central de Aragón, hoy sede del Puesto de Mando de la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Figueres Vilafant-(Francia). Estas últimas las hemos tomado hace bien poco en una visita ferroviaria a Zaragoza y Cariñena.
Estas dos fotos aéreas, del antiguo GIF hoy Adif, del trazado ferroviario urbano de Zaragoza harán recordar al lector sus pasados viajes. En la superior vemos la estación de El Portillo cuando aún no había comenzado la construcción de la línea de alta velocidad en la ciudad ni la estación de Delicias, que vemos ya en la segunda foto, tomada en 2002, en la que aparece esa estación en obras. Sería inaugurada el 7 de mayo de 2003. Pero ¿cómo era la estación de Campo Sepulcro situada justamente donde se construyó El Portillo?
Aquí la tenemos a comienzos del siglo XX. En la parte alta del tejado del pabellón de la izquierda podemos ver la iniciales en letras metálicas MZA, de la Compañía del Ferrocarril de Madrid a Zaragoza y Alicante, que construyó esa estación en 1896. Su extraño nombre proviene de que los terrenos donde se asentó eran propiedad de la Orden Militar de los Caballeros del Santo Sepulcro.
Los viajeros que se montaban en esa estación de Campo Sepulcro, hasta que se construyó allí la de El Portillo, y los habitantes de Zaragoza, desde las ventanas de sus casas, podían ver esta imagen, de 1970, en la que se aprecia en primer plano la rotonda y depósito de locomotoras, además de otras instalaciones ferroviarias.
Todos esos tinglados desaparecieron cuando comenzaron las obras de la nueva estación, cuya estructura vemos en esta fotografía.
Distintas fases de la construcción y puesta en servicio de la estación de El Portillo (Foto GIF, hoy Adif)
En esta fotografía se ve la estación de El Portillo, ya sin tráfico ferroviario, tras haberse construido el túnel desde la estación de Delicias hasta enlazar con el ya existente a la salida de esa estación. El túnel bajo las vías de la Avenida de Madrid fue sustituido por una gran rotonda. Posteriormente se levantaron todas las vías que ahí se ven (Foto GIF, hoy Adif)
Las obras culminaron y la estación se inauguró en 1973. Probablemente fue una de las primeras estaciones modernas españolas en la que gran parte del vestíbulo estaba situado sobre los andenes.
Foto histórica del andén principal de la estación de El Portillo con un Talgo Barcelona-Madrid traccionado por la locomotora diésel Talgo "Virgen de Fátima" (Foto Renfe)
Desde esa estación hasta la salida de Zaragoza, lado Barcelona, se procedió a soterrar el trazado ferroviario con la construcción de un túnel hasta Miraflores. Ese túnel, ampliado en fecha mucho más reciente hasta la estación de Delicias lo usan los trenes pasantes por Zaragoza, tanto los de alta velocidad como los convencionales.
Bajo las vías de la estación de El Portillo, ya sin uso ferroviario, se ha construido un apeadero para trenes de Cercanías y Regionales, que lleva su mismo nombre.
El amplio terreno que quedó libre en la zona de El Portillo ha sido objeto de proyectos de recuperación y rehablitación para actividades sociales. En una de las parcelas se ha levantado el edificio CaixaForum de Zaragoza inaugurado en junio del pasado año.
Volvamos ahora al brazo ferroviario que se dirigía a la estación del Norte tras atravesar el puente de La Almozara.
En esta postal de 1890 vemos el aspecto que tenía ese puente ferroviario, inaugurado en 1870. Cuando apenas había pasado un año de su inauguración, una crecida del río, que topó con la baja altura de su tablero, estuvo a punto de provocar su voladura para evitar el efecto tapón. Por este motivo, en 1879 se recrecieron las pilas elevando la traza ferroviaria. En la foto se ven perfectamente los añadidos a la estructura original.
En 1932 una bomba arrancó de cuajo uno de los apoyos (véase la foto) lo que exigió una restauración, aprovechándose ésta para reforzar todas las pilas.
En 1947 se le añadió un segundo tablero reforzado, al haber aumentado el peso de las locomotoras de vapor. El puente siguió prestando servicio hasta 1976 en que se reconvirtió para el tráfico viario con una gran reforma. En 2009 ha quedado para uso peatonal tras diversos cambios en su tablero. Muchos miles de viajeros, entre los que se encuentra el que escribe estas líneas, transitaron por él en viajes entre Madrid y Barcelona. A veces se pasaba sobre el Ebro en periodos de crecida y los trenes circulaban a baja velocidad.
El paso por el puente de La Almozara era obligado para que los trenes pudieran llegar hasta la estación del Norte, que aquí vemos en la foto. Situada al otro lado del Ebro, muy cerca del Puente de Piedra, fue inaugurada el 6 de septiembre de 1861. Fue construida por la Compañía del Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza y en 1871 pasó a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, al integrarse aquella en ésta.
La estación estuvo operativa hasta 1970 para el servicio de viajeros. Posteriormente quedó para mercancías y su acceso se varió ya que el cierre para trenes del puente de La Almozara coincidió con la construcción del ramal entre Miraflores y la bifurcación de Arrabal, tal como vemos en este gráfico.
Hoy día la antigua estación del Norte es un Centro Cívico ajeno al antiguo trajín del ferrocarril y los viajeros.
La nueva estación de Delicias
El ferrocarril en Zaragoza vivió su gran cambio a partir de la construcción y puesta en servicio de la nueva estación de Delicias que concentra los servicios de alta velocidad y los convencionales.
Aunque en una foto anterior la habíamos visto desde el aire, y en las dos iniciales en parte de su interior, aquí la tenemos en vista exterior. El edificio que vemos, con aire más clásico, es la antigua estación del Central de Aragón, situada en ese mismo lugar y que se ha conservado para uso técnico. La estación es un gran cajón de más de 400 metros de longitud que tiene externamente escasa ornamentación arquitectónica. Fue inaugurado el 7 de mayo de 2003 con la puesta en servicio de la primera parte de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona. Cuatro años después se le añadió una estación de autobuses.
Su interior es fachada de los diversos ámbitos que la estación encierra, entre ellos un hotel y la estación de autobuses. El techo es la más importante fuente de luz natural con claraboyas en prisma alternando con figuras geométricas opacas de la misma forma. Sus arquitectos son Carlos Ferrater, José María Valero, Félix Arranz y Elena Mateu.
Las amplias balconadas de la zona de espera permiten contemplar de un vistazo todas la vías y su constante llegada y salida de trenes, muchos de ellos de alta velocidad. Sólo en alta velocidad, en 2011 la estación de Delicias tuvo 2,3 millones de viajeros.
Sin embargo, no todos los trenes Madrid-Barcelona pasan por esta estación ya que se construyó también una circunvalación sur tanto para la alta velocidad como para los trenes de mercancías y por ella discurre un considerable número de trenes sin parada en Zaragoza.
Todo ello al servicio de una ciudad que cuenta hoy con 682.000 habitantes y cuyo principal foco de atracción turística y religiosa es la Basílica del Pilar.
Zaragoza también dispuso de tranvías desde 1885 de los que llegó a tener, en su máximo desarrollo, hasta 14 líneas. Hoy día cuenta con una única y moderna línea de 12,8 kilómetros que recorre la ciudad de norte a sur. En su tramo central carece de línea aérea eléctrica de contacto. En esta foto vemos a uno de sus 21 tranvías, del modelo Urbos de CAF, entrando en la calle del Coso desde la Plaza de España.
Un paseo por el pasado y el presente ferroviario de Zaragoza que algunos de nuestros lectores habrá conocido en las etapas pretéritas menos alejadas. (MAM)
Antigua fotografía de la construcción del túnel ferroviario entre las estaciones de El Portillo y Miraflores, en el paso sobre el río Huerva. Cuando se pasaba por él, debido a la reducida velocidad de los trenes, se veía ese río dentro del túnel ya que se cubrió totalmente en ese punto por la parte superior el trazado ferroviario (Foto Fundación de los Ferrocarriles Españoles)
Bajo las vías de la estación de El Portillo, ya sin uso ferroviario, se ha construido un apeadero para trenes de Cercanías y Regionales, que lleva su mismo nombre.
Estado actual del edificio de la estación de El Portillo, sin más uso ferroviario que ser sede del Puesto de Mando de las líneas convencionales de la zona de Zaragoza
El amplio terreno que quedó libre en la zona de El Portillo ha sido objeto de proyectos de recuperación y rehablitación para actividades sociales. En una de las parcelas se ha levantado el edificio CaixaForum de Zaragoza inaugurado en junio del pasado año.
Edificio de CaixaForum en la zona de la antigua estación de El Portillo
Volvamos ahora al brazo ferroviario que se dirigía a la estación del Norte tras atravesar el puente de La Almozara.
En esta postal de 1890 vemos el aspecto que tenía ese puente ferroviario, inaugurado en 1870. Cuando apenas había pasado un año de su inauguración, una crecida del río, que topó con la baja altura de su tablero, estuvo a punto de provocar su voladura para evitar el efecto tapón. Por este motivo, en 1879 se recrecieron las pilas elevando la traza ferroviaria. En la foto se ven perfectamente los añadidos a la estructura original.
En 1932 una bomba arrancó de cuajo uno de los apoyos (véase la foto) lo que exigió una restauración, aprovechándose ésta para reforzar todas las pilas.
En 1947 se le añadió un segundo tablero reforzado, al haber aumentado el peso de las locomotoras de vapor. El puente siguió prestando servicio hasta 1976 en que se reconvirtió para el tráfico viario con una gran reforma. En 2009 ha quedado para uso peatonal tras diversos cambios en su tablero. Muchos miles de viajeros, entre los que se encuentra el que escribe estas líneas, transitaron por él en viajes entre Madrid y Barcelona. A veces se pasaba sobre el Ebro en periodos de crecida y los trenes circulaban a baja velocidad.
El paso por el puente de La Almozara era obligado para que los trenes pudieran llegar hasta la estación del Norte, que aquí vemos en la foto. Situada al otro lado del Ebro, muy cerca del Puente de Piedra, fue inaugurada el 6 de septiembre de 1861. Fue construida por la Compañía del Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza y en 1871 pasó a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, al integrarse aquella en ésta.
La estación del Norte de Zaragoza vista en sentido hacia la ciudad. Al fondo, las torres del Pilar (Foto Fundación de los Ferrocarriles Españoles)
La estación estuvo operativa hasta 1970 para el servicio de viajeros. Posteriormente quedó para mercancías y su acceso se varió ya que el cierre para trenes del puente de La Almozara coincidió con la construcción del ramal entre Miraflores y la bifurcación de Arrabal, tal como vemos en este gráfico.
Hoy día la antigua estación del Norte es un Centro Cívico ajeno al antiguo trajín del ferrocarril y los viajeros.
Parte de los edificios de la estación del Norte transformados en Centro Cívico (Foto Heraldo de Aragón)
El ferrocarril en Zaragoza vivió su gran cambio a partir de la construcción y puesta en servicio de la nueva estación de Delicias que concentra los servicios de alta velocidad y los convencionales.
Aunque en una foto anterior la habíamos visto desde el aire, y en las dos iniciales en parte de su interior, aquí la tenemos en vista exterior. El edificio que vemos, con aire más clásico, es la antigua estación del Central de Aragón, situada en ese mismo lugar y que se ha conservado para uso técnico. La estación es un gran cajón de más de 400 metros de longitud que tiene externamente escasa ornamentación arquitectónica. Fue inaugurado el 7 de mayo de 2003 con la puesta en servicio de la primera parte de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona. Cuatro años después se le añadió una estación de autobuses.
Su interior es fachada de los diversos ámbitos que la estación encierra, entre ellos un hotel y la estación de autobuses. El techo es la más importante fuente de luz natural con claraboyas en prisma alternando con figuras geométricas opacas de la misma forma. Sus arquitectos son Carlos Ferrater, José María Valero, Félix Arranz y Elena Mateu.
Las amplias balconadas de la zona de espera permiten contemplar de un vistazo todas la vías y su constante llegada y salida de trenes, muchos de ellos de alta velocidad. Sólo en alta velocidad, en 2011 la estación de Delicias tuvo 2,3 millones de viajeros.
Sin embargo, no todos los trenes Madrid-Barcelona pasan por esta estación ya que se construyó también una circunvalación sur tanto para la alta velocidad como para los trenes de mercancías y por ella discurre un considerable número de trenes sin parada en Zaragoza.
Todo ello al servicio de una ciudad que cuenta hoy con 682.000 habitantes y cuyo principal foco de atracción turística y religiosa es la Basílica del Pilar.
Fachada del Pilar a la plaza del mismo nombre, con la decoración navideña de estos días
Vista de El Pilar al atardecer, desde el Puente de Piedra
Zaragoza también dispuso de tranvías desde 1885 de los que llegó a tener, en su máximo desarrollo, hasta 14 líneas. Hoy día cuenta con una única y moderna línea de 12,8 kilómetros que recorre la ciudad de norte a sur. En su tramo central carece de línea aérea eléctrica de contacto. En esta foto vemos a uno de sus 21 tranvías, del modelo Urbos de CAF, entrando en la calle del Coso desde la Plaza de España.
Un paseo por el pasado y el presente ferroviario de Zaragoza que algunos de nuestros lectores habrá conocido en las etapas pretéritas menos alejadas. (MAM)