Bucarest, la megalópolis de Rumanía

30 de enero de 2015

Ninguna imagen da una mejor idea de lo que el dictador Ceausescu quiso hacer de Bucarest que la vista del edificio del Parlamento desde la Plaza Unirii con el Boulevard del mismo nombre entre ambos puntos. Deliberadamente hemos dejado para el final de este viaje ferroviario por Rumanía, en el que hemos recorrido en tren más de 2.000 kilómetros por su red, hablar de su capital y de la megalomanía que presidió la vida política de ese personaje. En diciembre de 1989 terminó de forma violenta su mandato de 24 años que, si bien comportó mucho sufrimiento para ese país, contribuyó a hacer de la capital una megalópolis de grandes avenidas a base de demoler su casco histórico. Superada esa etapa de la vida política rumana, hoy Bucarest se ha convertido en una ciudad moderna, con zonas de negocios de altos edificios acristalados, parques bellísimos y una creciente red de comunicaciones en la ciudad y desde ella hacia todo el país, transformado profundamente desde su ingreso en la Unión Europea el 1 de enero de 2007.

En nuestro viaje ferroviario por Rumanía habíamos entrado en el país en tren desde Budapest por la frontera de Curtici y tras permanecer unos días en Timisoara, emprendimos también en tren el viaje de 620 kilómetros hasta Bucarest. Muy bellos paisajes se contemplan en la ruta seguida, por el extenso valle que separa los Cárpatos Orientales de los Occidentales, recorriendo parte de la Transilvania. La belleza del paisaje se veía resaltado por la nieve caída días atrás. Bucarest se encuentra en una llanura regada por el río Dambovita y por una cadena de lagos, situados al nordeste de la capital que serpentean entre parques y modernos edificios de gran altura.


Superficie helada del Lago Herastrau, en el parque del mismo nombre, con la moderna torre de oficinas de Floreasca City, al fondo (137 metros)

La situación geográfica de la capital de Rumanía es la del sur del país, muy cerca del cauce del Danubio, caudaloso río que la separa de Serbia y Bulgaria aunque posteriormente cruza Rumanía de sur a norte para configurar la frontera con Ucrania y desembocar en múltiples brazos entre Ucrania y Rumanía.



Mapa físico de Rumanía en el que podemos observar la situación de Bucarest

La ciudad cuenta con más de 2 millones de habitantes que se incrementan considerando la zona metropolitana y la población que acude cada día a ella a trabajar.



De la espectacularidad de sus grandes avenidas, que tienen como eje la Plaza Unirii da idea esta foto que tomamos desde un balcón del edificio del Parlamento durante nuestra visita. Esta revolución urbanística efectuada durante el régimen de Ceausescu, al eliminar gran parte del casco viejo, dejó el centro de la ciudad carente de la personalidad que tienen otras ciudades. Se buscó al construir los nuevos edificios una linealidad y simetría, al estilo de París. 




Reloj de época de los años 20 en la Plaza Unirii

No obstante, la trasera de todos esos grandes y simétricos edificios lindan con una Bucarest más humana y típica. Parecen como un decorado ampuloso puesto en medio de lo más sencillo. Los cambios urbanísticos acontecidos en la capital a partir del año 2000 han dado un toque de modernidad, incluso a esas grandes avenidas de la época socialista, con construcciones acristaladas.




Edificio de la Biblioteca Nacional, que fue comenzado a construir en 1986 y terminado muy recientemente, con un estilo algo distinto al inicialmente proyectado. Está junto a la Plaza Unirii

Como el Parlamento en lo alto de una colina lo domina todo, vamos a referirnos a él porque es lo que más llama la atención de los turistas.





Dos de las fachadas de la sede del Parlamento rumano, el edificio civil más grande del mundo y el segundo tras el Pentágono estadounidense. Se comenzó a construir en 1984 y se concluyó en 1997. Actualmente alberga las dos cámaras del Estado rumano y la sede de otros organismos oficiales.











La visita a su interior se efectúa en un pequeño recorrido ya que se necesitarían varios días para verlo en su totalidad, pues tiene unos 340.000 metros cuadrados, de los cuales se emplean sólo un 30 por ciento. Asombra la riqueza de los materiales empleados en unos años donde la pobreza era lo habitual en la sociedad rumana.

Un recorrido por las calles más típicas permite vislumbrar otros escenarios.












Algunas calles, edificios y rincones que el gigantismo urbanístico del régimen de Ceausescu no destruyó

El transporte en esta gran ciudad se basa en una red de metro y otra de tranvías, aparte de los trolebuses y autobuses. La primera de ellas tiene 69 kilómetros de líneas, con 50 estaciones, y está más pensada para comunicar la periferia con el centro que para moverse en la almendra central. La insuficiencia de su red provoca auténticas aglomeraciones en hora punta en la estaciones de correspondencia, como pudimos presenciar. Están en ejecución o proyecto ampliaciones y alguna nueva línea.



Mapa de la red actual de Metro de Bucarest y de las ampliaciones en ejecución










Estaciones de la red de Metro de Bucarest. En las dos últimas fotos podemos ver el exterior e interior de uno de los 24 trenes fabricados por CAF en España que circulan por sus líneas

Complementa la red de Metro otra de tranvías, con un despliegue de 145 kilómetros de doble vía, en 26 líneas, de las cuales 3 son de metro ligero. Curiosamente esta red, cuyo mapa vemos a continuación, huye de las avenidas espectaculares y recorre zonas más modestas.




Mapa de la red de tranvías en la parte interior de la ciudad

La mayor parte de los tranvías son fabricados por la entidad que efectúa la explotación: la RATB, en su factoría URAC, empresa que data de 1909.












Diversos modelos de tranvías en circulación en la red de Bucarest

Mucha más importancia tiene la red ferroviaria organizada, en gran parte, con carácter radial desde la Gara de Nord de Bucarest. 



Edificio de la estación central de Bucarest (Gara de Nord). En esta otra entrada del Blog hemos dedicado una amplia atención a la historia y tráficos actuales de esa estación. 



En la parte Este de Bucarest está la Gara Obor (Estación del Este), de la que salen o llegan algunos trenes regionales de Fetesti y Calarasi, en la línea de Constanza (Foto Costache Mihail).





También hay una pequeña estación para trenes de Cercanías en la parte inferior del paso atirantado elevado sobre la estación, denominada Bucarest-Basarab. Está conectada con la Gara de Nord a través de un largo pasillo rodante cubierto.

Como dato curioso, existe una estación actualmente cerrada que era utilizada por el tren presidencial. Es la Gara Baneasa, que vemos en esta foto. Se encuentra a poca distancia de la Gara de Nord, en la línea de Constanza.




Cuando se sale de las fastuosas avenidas del régimen de Ceausescu o de la pequeña parte de la ciudad vieja, aún en pie, menudean los edificios de corte moderno construidos a partir del año 2000. Muchos de ellos son hoteles o edificios de oficinas e incluso edificios oficiales.









En algunos casos, incluso, se han reconvertido antiguos edificios de viviendas en las grandes avenidas para adaptarlos a grandes almacenes comerciales o edificios de oficinas.





La publicidad comercial va tomando poco a poco los edificios de las grandes avenidas e incluso edificaciones del antiguo régimen socialista.





En esta segunda foto, tras el lago Herastrau totalmente helado, vemos el edificio de la Casa de la Prensa Libre, edificado entre 1952 y 1956 a estilo arquitectónico de la Universidad de Moscú. Allí se editó en su tiempo el periódico del Partido Comunista Rumano.


El beneficio de pertenecer a la Unión Europea

Los fondos europeos están cambiando la faz de Rumanía. La creación de una buena red de comunicaciones, especialmente en el ferrocarril, está transformando la imagen del país y modernizando sus viejas estructuras. Aparte de la potencia industrial de Rumanía y de la ya alta participación del ferrocarril en el transporte de mercancías, la rehabilitación de la línea transversal que comienza en Curtici, junto a la frontera de Hungría, y concluye en el puerto de Constanza es un factor de creación de puestos de trabajo y reducción de tiempos de trayecto para trenes de viajeros y mercantes. Este Corredor pasa por Bucarest. Pero, también, Bucarest es ciudad de tránsito del Corredor IX Norte-Sur de Europa pues en ella se cruza con el IV. Un Corredor fluvial que pasa al sur de Bucarest es la vía del Danubio (Corredor nº VII). Son, por tanto, tres importantes corredores en los que se está realizando una inversión muy notable con la participación fundamentalmente de empresas rumanas.




En el parque Herastrau de Bucarest hay una zona ajardinada con los bustos en bronce, en notable tamaño, de los grandes creadores de la unidad en Europa. Entre ellos me fijé detenidamente en el del político alemán Konrad Adenauer, a quien el que escribe estas líneas tuvo ocasión de saludar en Colonia en un acto electoral de las elecciones alemanas de 1965. Su figura y su oratoria me impresionaron profundamente.




Que Bucarest está en una zona de intersección de modernas vías ferroviarias no es algo nuevo porque, como vemos en este antiguo anuncio del Orient Express correspondiente a la temporada de Invierno de 1888-1889, ya figuraban Bucarest y el puerto de Constanza en esa mítica conexión ferroviaria.



Esta percepción de que la Unión Europea es un factor de estabilidad y progreso para Rumanía es sentido por todo el país y prueba de ello es este cartel que localizamos en una intersección de calles de Constanza. Junto a las referencias lejanas alguien había añadido un cartel suplementario de la cerca que está de ese punto la Unión Europea: sobran comentarios. (MAM)