Quería contar una curiosidad surgida de un viaje ferroviario a Cartagena que me llamó la atención nada más llegar allá de día: la estación por dentro parece un decorado como el de esas obras de teatro de Jardiel Poncela en las que multitud de personajes entran y salen constantemente por las muchas puertas que se abren en el escenario pero al otro lado sólo está la tramoya.
Y es que al contrario de la bonita vista que tiene en su fachada exterior, como podemos ver en la foto inicial, su interior está lleno de puertas que no dan a parte alguna, como se puede ver en la foto de debajo. Los laterales son muros en los que al otro lado hay estacionamientos o solares pero nada que sea practicable a través de las numerosas puertas colocadas a uno y otro lado. Además, a pesar de que el diseño de la estación parece demandarlo, no hay marquesina que cubra todo de lado a lado.
Y es que al contrario de la bonita vista que tiene en su fachada exterior, como podemos ver en la foto inicial, su interior está lleno de puertas que no dan a parte alguna, como se puede ver en la foto de debajo. Los laterales son muros en los que al otro lado hay estacionamientos o solares pero nada que sea practicable a través de las numerosas puertas colocadas a uno y otro lado. Además, a pesar de que el diseño de la estación parece demandarlo, no hay marquesina que cubra todo de lado a lado.
Tras esa visita reciente visita, pues en otra anterior había llegado en uno de esos expresos nocturnos que iban desde Madrid hasta Cartagena, me puse a investigar sobre el proyecto de la estación y de su curiosa configuración. Y lo encontré en una revista de ingeniería de febrero de 1907, donde había un artículo del ingeniero de Caminos Ramón Peyronceli, autor del proyecto y director de la obra, que entonces era subdirector de la compañía ferroviaria MZA.
En ese artículo escribe: "Dadas las características del clima de Cartagena no se ha proyectado una cubierta general sino solamente marquesinas parciales que cubran el andén de cabeza y los dos andenes laterales en toda su extensión. Para dar apoyo a estas marquesinas se han construido muros laterales en prolongación de las fachadas interiores de las dos alas del edificio".
Pues, como se ve en la fotografía, ni siquiera subsisten esas proyectadas marquesinas, que fueron derribadas en los años 70 por su mal estado, sino sólo la parcial que se ve en la foto y que cubre parte del andén central. Es más, la vieja estación de mercancías, también proyectada por Peyronceli, situada a la izquierda de la estación de viajeros, desapareció y hoy es sólo un lugar de estacionamiento de trenes en espera de su colocación en las vías de salida.
Desde la estación partía antiguamente un ramal a la zona portuaria e incluso a la zona militar bordeando todo el puerto, que hoy día ha quedado fuera de servicio, en beneficio del ramal a la zona de Escombreras, donde existe un apartadero ferroviario.
Cartagena es una ciudad con un rico pasado histórico que bien merece una visita. Situada en un emplazamiento espectacular tiene un puerto protegido con un cierre montañoso a ambos lados de la bocana que lo convirtieron en refugio natural en épocas pasadas.
Vista del puerto de Cartagena desde la ciudad
Por ese motivo y por situarse en la ciudad uno de los arsenales militares de la Armada, se hizo un proyecto de ferrocarril estratégico del Arsenal de La Carraca
en San Fernando (Cádiz) a la Base militar de Cartagena, que no llegó a pasar de los papeles aunque en el lado murciano se hizo un pequeño tramo así como en el gaditano, con el inicio de la construcción del ferrocarril de Jerez a Almargen, hoy vía verde.
Por muchos motivos, Cartagena merece una detallada visita. Además de su pasado ferroviario -que en una parte de la provincia de Murcia está ligado al desarrollo minero en la zona de La Unión- la ciudad tiene un rico patrimonio inmobiliario en sus calles y sus edificios oficiales.
Fachada del ayuntamiento de Cartagena tras su cuidada restauración
Casa Llagostera situada en la Calle Mayor, obra del arquitecto catalán Víctor Beltrí, cuya fachada está decorada con cerámicas de Gaspar Polo
Paseo marítimo de Cartagena
Y del pasado histórico de la ciudad nos han quedado muchos monumentos entre los que destaca el teatro romano, al que se ha unido el museo anejo, con muchos vestigios de la Carthago Nova.
Teatro romano, construido a finales del siglo I a.C. cuyas ruinas fueron descubiertas el pasado siglo y puestas en valor
Para el futuro, Cartagena se incorporará a la red de alta velocidad, una vez que esos trenes lleguen a la estación de Murcia en 2014.
Para ello se ha desarrollado un importante proyecto que incluye la total remodelación de su estación, que mantendrá su fisonomía actual pero junto a ella se construirán andenes de 400 metros soterrados, en el lugar que antiguamente ocupaba la estación de mercancías.
Una recreación del proyecto se encuentra en este enlace de la web oficial de Cartagena Alta Velocidad. No hay fecha aún para la culminación de esos trabajos pero para entonces Cartagena verá reforzados sus servicios ferroviarios y la estación, con apariencia de decorado y sin marquesina, presentará un renovado aspecto.