Esto que se ve en la foto, con apariencia de cafetería y que en realidad lo es ahora en parte, no es ni más ni menos que la estación de metro más famosa del mundo: la de la Karlsplatz de Viena, diseñada por el arquitecto Otto Wagner en estilo modernista, y edificada en 1898.
Cuando en la segunda mitad del siglo XIX se efectuó la demolición de las murallas que rodeaban Viena y se comenzó a construir su red de metro (Stadtbahn), inicialmente para unir las diversas estaciones ferroviarias terminales de la ciudad, se creó la Karlsplatz en la parte exterior del anillo que rodea a la Viena antigua. Al principio esa incipiente red de ferrocarril urbano funcionaba con trenes de vapor como puede verse en esta fotografía de 1899 y que pertenece a la exposición permanente que hay en la otra parte de ese edificio. La fotografía está tomada con la misma perspectiva que la anterior si bien a un poco más de distancia.
Con la electrificación de la Stadbahn se cubrieron las vías y todo ese lugar quedó convertido en un parque.
Pues bien, si nos fijamos en el edificio de la izquierda que se ve en ambas fotografías se trata de la famosísima sala de conciertos del "Musikverein". Probablemente por ese nombre sólo los aficionados a la música clásica la hayan identificado, pero si digo que es el lugar donde cada 1 de enero se celebra ahí el concierto de Año Nuevo, retransmitido a todo el mundo por televisión y radio, quizá ya nadie dude de qué se trata. En ese mundialmente conocido concierto se interpreta principalmente música de la familia Strauss y concluye siempre con dos piezas famosas: el vals "El Danubio azul", cuyo título en alemán es "An der schönen blauen Donau", y la "Marcha Radetzky", que el público acompaña rítmicamente con palmas. En la foto siguiente la fachada de la sala del Musikverein.
Hablar de Viena es hablar de música, especialmente clásica, aunque no faltan conciertos musicales de otros estilos. Y los máximos exponentes de la música clásica en la capital austriaca están todos rodeando la estación de metro de la Karlsplatz.
Volviendo de nuevo a la foto de 1899, se percibe en la parte derecha y en la lejanía el perfil de las torres y cúpula de una iglesia. Se trata de la Karlskirche construida en cumplimiento de una promesa del emperador Carlos VI, durante la epidemia de peste que asoló Viena a comienzos del siglo XVIII. Allí fue enterrado el compositor de música barroca Antonio Vivaldi tras su fallecimiento en Viena, en 1741, y en ella se celebran muchos conciertos a su memoria.
Este es el interior de la Karlskirche durante la celebración, el 12 de agosto de 2011, de un concierto en el que se interpretó la obra "Las cuatro estaciones" de Vivaldi. Un rato antes había llegado yo por la nueva estación de metro de la Karlsplatz, situada a muy poca distancia de la diseñada por Otto Wagner.
También utilicé esta misma estación de metro para asistir a uno de los conciertos dedicados a Mozart en el Musikverein, en los cuales la orquesta viste con trajes de la época y utiliza instrumentos originales. Y este es el interior del Musikverein durante la celebración de uno de esos conciertos.
Para que ya no falte nada, a muy escasa distancia de la estación de metro se encuentra el edificio neorrenacentista de la Ópera de Viena, inaugurado el 15 de mayo de 1869 con la representación de "Don Giovanni" de Mozart. No estaba construida entonces la estación, pero andando el tiempo y una vez que Otto Wagner diseñase su edificio y éste fuese construido, los asistentes a los conciertos saldrían por esa puerta vestidos como recoge el grabado que se conserva en la exposición permanente de la estación de la Karlsplatz.