A Cervantes en tren

16 de mayo de 2016

Se está celebrando este año el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, nuestro escritor más universal. El 22 de abril de 1616 muere en su ciudad natal: Alcalá de Henares. Con este motivo, hemos querido hacer una doble visita ferroviaria; a Alcalá de Henares y a la exposición organizada por la Biblioteca Nacional, a la cual se accede también de forma cómoda en ferrocarril. Esta última se clausura a final de mayo, pero la huella de Cervantes en Alcalá es perenne. Y en esta foto podemos ver el monumento erigida en la plaza que lleva su nombre, en la ciudad complutense.

En estos días se cumple también el 157 aniversario de la inauguración de la estación de ferrocarril en Alcalá de Henares, en 1859, con la puesta en servicio de la línea férrea entre Madrid y Guadalajara, como primer tramo de la que luego llegaría hasta Zaragoza en mayo de 1865.



Alcalá de Henares en 1776 (Grabado anónimo. Biblioteca Nacional)

Mucho ha cambiado desde entonces la estación de Alcalá de Henares, situada inicialmente algo distante del centro urbano y que durante muchos años, hasta la inauguración de la línea de alta velocidad entre Madrid y Zaragoza, vio pasar un intenso tráfico de trenes de larga distancia a todo el nordeste español. El trasvase de tráficos a esa otra línea ha sido compensado por la mayor importancia de la estación como cabecera de tráficos de la C-7 del Núcleo de Cercanías con Madrid y de paso de estos mismos tráficos hacia o desde Guadalajara (C-2). Casi 350 trenes de Cercanías paran actualmente en su estación, a los que se une el paso de algunos trenes de Media Distancia y de mercantes.

Tomamos uno de esos trenes de Cercanías hacia Alcalá de Henares el 5 de mayo, desde San Fernando de Henares, con la idea de pasar el día en esa ciudad, recorrer los lugares cervantinos y también los edificios universitarios que se han asentado en ella desde julio de 1977, cuando se refundó la Universidad en esta ciudad, pues desde 1499 había ya sido sede de la Universidad Complutense, hasta que en 1836 el gobierno decretó su traslado a Madrid. Los edificios quedaron abandonados o con usos muy ajenos a lo universitario, hasta su rescate para el "Alma Mater". Las facultades humanísticas están en Alcalá mientras que para las científicas se ha construido un campus en las afueras, hacia Guadalajara, que cuenta con estación de Cercanías.







Ningún vestigio queda en Alcalá de Henares de lo que fue su estación histórica, tal como la vemos en la primera de estas fotos. El edificio actual es más funcional que bello, con un enorme tráfico de viajeros que van y vienen a la caza rápida de un tren que les lleve a su trabajo en Madrid o ciudades limítrofes. Una ligera referencia en paneles a lo que la ciudad representa en la historia y muchas vías para el discurrir de los trenes. Hasta esa estación llega una doble vía reservada a trenes de Cercanías y desde ella salen ya sólo dos vías hacia Zaragoza. Para incrementar la capacidad de la línea, hace ya bastantes años se cuadruplicaron las vías hasta Alcalá de Henares.

Una oportuna pasarela sobre ellas permite fotografiar el paso de trenes, como el largo mercante que vemos. Pero nada más que invite a quedarse mucho tiempo en el lugar. Así que emprendimos la marcha hacia el centro.


En la desangelada plaza de la estación, un monumento recuerda a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004, pues algunas de ellas eran de Alcalá de Henares.

Enfilamos el Paseo de la Estación, hoy calle flanqueada por altos edificios que antaño era un auténtico paseo arbolado.


Paseo de la estación de Alcalá de Henares en una antigua postal


En la foto anterior se atisba el edificio que vemos en la siguiente. Es de estilo neomudéjar, construido entre 1881 y 1884, como vivienda y estudio del arquitecto Manuel Laredo, y hoy sede del Museo Cisneriano de la Universidad de Alcalá de Henares.

Hacía más de 40 años que no pisaba esta histórica ciudad, a la que llegué también en ferrocarril, por lo que mis recuerdos de entonces se han difuminado en el tiempo, pero la belleza de este edificio, tan próximo a la estación, se me quedó grabada en la memoria.

Lo primero que noté a partir de aquí es la ausencia total de señalización peatonal, a pesar de la importancia que la ciudad tiene y la constante afluencia de visitantes en tren, salvo los paneles situados ante la fachada de los edificios. Da la circunstancia de que también este año se celebra en el Reino Unido el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare. Aunque las comparaciones son odiosas, la diferencia entre lo que allá se ha organizado y lo de aquí presenta notables diferencias.

Afortunadamente, Renfe se ha sumado a nuestro aniversario y ha organizado el Tren de Cervantes, con mejoras notables de acompañamiento, para fomentar las visitas a Alcalá de Henares.


Lejos estaba la estación del centro urbano y, también hoy, requiere de una pequeña caminata pero ya en un entorno más ameno de lo que estuvo cuando se inauguró.


En esta antigua foto, que se conserva en la archivos de la Biblioteca Nacional, podemos ver a la estación alcalaína en 1862 desde los campos circundantes, con la población al fondo. Es curioso ver el depósito de la aguada del lado Madrid.

La ausencia de personal en el puesto de atención a visitantes de la estación, que estaba cerrado, obligaba a ir hasta la Oficina de Turismo, en la Plaza de Cervantes, donde una desbordada y atenta empleada se afanaba ella sola por atender las muchas llamadas telefónicas y a los innumerables visitantes, en un minúsculo local. En todo el recorrido desde la estación ni un solo letrero que pusiese la ubicación de la Oficina.

Afortunadamente, la información impresa que se ofrecía era abundante y precisa, con la relación de lugares visitables y sus horarios, además del mapa urbano con información trilingüe. Una web oficial de turismo informa en internet sobre todo lo relacionado con la ciudad. Sería muy necesario un panel en la estación, en lugar bien visible, con esa misma información.


Mapa turístico de Alcalá de Henares con la situación de todos los lugares de interés. En la parte superior está la estación de ferrocarril

Quizá la visita debe comenzar por el Centro de Interpretación "Los Universos de Cervantes" situado junto a la Oficina de Turismo, en la Plaza de Cervantes.



Plaza de Cervantes, corazón del centro histórico de Alcala de Henares


Torre de Santa María, situada al fondo de la Plaza. Es todo lo que queda de la iglesia del mismo nombre



La pila bautismal de Miguel de Cervantes, que se conserva en el Centro de Interpretación

En el interior del Centro de Interpretación está la partida de bautismo, la genealogía familiar y otros documentos de interés.

No lejos de la Plaza de Cervantes está la casa natal a la que se llega a través de la calle Mayor, peatonal y porticada.




La calle Mayor de Alcalá de Henares



Fachada del Museo Casa Natal de Miguel de Cervantes

En la misma calle, delante de la casa hay una escultura en bronce de don Quijote y Sancho Panza, sentados en un banco que los turistas utilizan para hacerse fotos con ellos.



El generoso espacio en el banco, entre ambos, permite acomodar a los turistas que quieren hacerse una foto con tan ilustres personajes.




Miguel de Cervantes (Retrato de Juan de Jáuregui. Real Academia Española)


Tras este pequeño preámbulo, entramos en la casa que era lo único visitable en la ciudad cuando aquí estuvimos antaño.



Este es el patio de entrada en torno al cual se distribuyen en dos plantas las distintas habitaciones de la casa familiar.





Dos de las estancias de la casa natal de Cervantes. En las demás hay curiosos elementos de decoración originales de aquella época, muy bien conservados. Dejamos al lector la curiosidad de verlos directamente en una visita a la ciudad



En una de las estancias de la casa hay una representación de las marionetas del Retablo de Maese Pedro, que aparece en los capítulos XXV y XXVI de la 2ª parte del Quijote y del que el compositor gaditano Manuel de Falla hizo una adaptación musical y escénica.

Una vez visitada la Casa Natal de Cervantes, los lugares de mayor interés de Alcalá de Henares son los edificios universitarios y entre ellos el del Colegio Mayor de San Ildefonso, con fachada plateresca, que es su edificio principal, y su capilla anexa.










Fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso y los tres patios interiores (el de Santo Tomás de Villanueva, el de los Filósofos y el Trilingüe). En este vídeo hay una descripción de los elementos de la fachada



Inscripción en una de las paredes interiores de ese edificio en el que se cuenta el ayer y hoy de la Universidad. Es un honor el haber sido alumno de la Universidad Complutense, si bien en su periodo madrileño


Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se hace entrega de los Premios Cervantes (Foto Universidad de Alcalá de Henares)


Capilla del Colegio de San Ildefonso (Foto Centro Virtual Cervantes)

Otros muchos edificios universitarios, herederos de los antiguos Colegios Mayores e incluso de conventos, están diseminados por la ciudad.






Facultad de Económicas y Empresariales, que ocupa un antiguo convento del S. XVI. En su interior está el Jardín de Jovellanos, recuperado por la Universidad




Fachada y escalera interior de la Facultad de Derecho, antigua iglesia y convento de los Jesuítas. La escalera fue proyectada por el arquitecto del siglo XVIII, Ventura Rodríguez

Aparte de los numerosos edificios universitarios, de los que hemos ofrecido una pequeña muestra, cualquier visita a Alcalá de Henares debe incluir la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Museo Arqueológico Regional de Madrid.



Fachada e interior de la Catedral de Alcalá de Henares. Construida en el siglo XVI es de estilo gótico isabelino



Fachada del Palacio Arzobispal



En esta zona del Palacio Arzobispal nació Catalina de Aragón que fue reina consorte de Inglaterra por su matrimonio con Enrique VIII, del que fue su primera esposa. Una estatua de esa reina está en el jardín del Palacio



La visita al Museo Arqueológico Regional depara interesante vestigios del pasado de la Comunidad a partir de los restos encontrados en las numerosas excavaciones, entre ellas para la construcción de las líneas de alta velocidad.


Restos de animales prehistóricos madrileños


Salas del Museo que en otro tiempo fue convento e iglesia de los Dominicos

Como hacer todas esas visitas en Alcalá de Henares requiere pasar en la ciudad todo una jornada, nada mejor que hacer al mediodía que comer en un restaurante típico de los muchos que hay.


Fachada de la Hostería del Estudiante, original del siglo XVI, uno de los más conocidos restaurantes alcalaínos

No fuimos a la Hostería sino a un lugar más modesto que nos deparó una sorpresa. En la carta aparecía como uno de los platos, la "Olla ferroviaria de judías rojas". Ante nuestra sorpresa nos revelaron el secreto. Venían hechas desde Cantabria y en conserva.


Nos mostraron los frascos. Sabido es que esa receta original requiere de una locomotora de vapor ante cuyo hogar se coloca la olla con los ingredientes. El traqueteo de la locomotora unido al calor del hogar es todo lo que necesitan para cocinarse. Como ya no hay locomotoras de vapor en servicio ignoramos si en la fábrica de esas conservas tienen alguna en movimiento para hacer las judías. No nos lo pudieron explicar.


La vuelta, al final de la visita, pudimos hacerla en esta unidad de Cercanías de dos pisos (S-450), tan cómodamente como a la ida.

Un día después, también en un tren de Cercanías, nos apeamos en la estación madrileña de Recoletos para visitar la exposición sobre Cervantes en la Biblioteca Nacional. Quedan pocos días para verla y su contemplación merece la pena por la gran cantidad de documentos, grabados y pinturas que muestra. El material gráfico está contenido en este catálogo.


Fachada de la Biblioteca Nacional en Madrid

En suma, unas jornadas culturales muy interesantes a las que se puede acudir en tren, bien de forma privada o tomando el "Tren de Cervantes" a Alcalá de Henares que fleta Renfe todos los sábados, excepto en agosto. (MAM)