"Salga el sol por Antequera...": la ciudad de las tres estaciones

24 de octubre de 2014

La estación de Bobadilla en tiempo pasados. Era muy importante no equivocarse aquí de tren pues partían hacia Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga y Algeciras, con muy poca diferencia de tiempo, debiendo el viajero transbordar de uno a otro según su destino (Foto de la colección de Miguel Giménez Yanguas, en el DVD editado en 2009 por la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía -AGRAFT)



Estación de Antequera-Santa Ana, situada en la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga, pero a 10 kilómetros del centro urbano. Las modernas líneas de su edificio contrastan con el de la estación de Bobadilla que apenas ha sufrido cambios en su historia

Un despistado viajero tomó el tren para Málaga en Sevilla, allá por los años 50 del pasado siglo, pero lo hizo en un coche equivocado. En Bobadilla notó que el tren se movía hacia atrás y que en lugar de ir hacia Málaga iniciaba el viaje a Granada. Se había efectuado un corte en la composición y el tren, dividido ya en dos, encaminaba sus coches en direcciones distintas. De nada le sirvieron sus súplicas buscando al interventor de un lado para otro. Ya no podría apearse hasta Antequera. Por suerte, poco después de llegar a esa estación pasaba el tren en sentido contrario y volvería a Bobadilla donde pudo montarse en el expreso que venía de Madrid con destino Málaga. Esta curiosa historia me la relató un viajero en uno de aquellos desplazamientos a El Chorro, pocos años después, añadiéndome el consejo de que no me equivocase yo, pues se daba cuenta de mis pocos años. Y como hemos estado en El Chorro hace bien pocos días, pensé que podría rememorar el despiste pero ya de forma intencionada, tomando un tren hacia Antequera, que posee la curiosidad de tener tres estaciones en su término municipal, eso sí, a unos 10 kilómetros del centro urbano dos de ellas: la de alta velocidad Antequera-Santa Ana y la de Bobadilla de toda la vida.

El Chorro, la estación mágica de Andalucía

17 de octubre de 2014

Foto de Loreto Wallace (1972) en la que vemos a uno de aquellos flamantes automotores diésel denominados TAF que hacían el trayecto Sevilla-Málaga desde comienzos de los años 60, detenido en la Estación de El Chorro. Estos trenes sustituyeron a los de coches convencionales remolcados por locomotoras de vapor que surcaron durante muchos años esta línea

¿Oyó alguna vez hablar el lector de una estación en la que te bajabas del tren dentro un túnel y no era de Metro, o donde podías caminar por una senda colgada de una pared que de pronto desaparecía y debías saltar mirando bajo tus pies el precipicio? Esa estación, bastante desconocida para muchos, está en la provincia de Málaga, en la línea ferroviaria convencional entre Bobadilla y la capital de la Costa del Sol. La construcción del ferrocarril para dar servicio a Málaga hubo de sortear muchas dificultades orográficas y, tras estudiarse diversos trazados, se optó en 1860 por perforarlo a través del Desfiladero de los Gaitanes, por la empresa de capital francés Vitali, Picard y Cía. Cinco años exigieron las obras, con 14 túneles originales, y el 15 de agosto de 1865 Córdoba y Málaga quedaron unidas por el ferrocarril, con una estación entre dos túneles en el punto más agreste del trazado a la que pusieron por nombre "El Chorro". Habíamos pasado unos días en Francia observando el enorme movimiento de trenes de peregrinos en Lourdes y ahora tomamos un tren de Media Distancia de los que hacen el trayecto Sevilla-Málaga para volver a la soledad de estos riscos, inmersos en una naturaleza agreste y recordar aquellos dificultosos viajes ferroviarios de ayer, en busca del descanso veraniego de la niñez, cuando ya falta poco para conmemorar el 150 aniversario de que comenzaran a pasar los trenes por la línea.

Un viaje ferroviario singular: Los trenes de peregrinos

5 de octubre de 2014


Entre estas dos fotos median más de 100 años, la primera de ellas de comienzos del siglo XX y la segunda tomada el día 3 de octubre de este año 2014. Se trata de la estación ferroviaria de Lourdes (Francia) y en ambas hay movimiento de viajeros o trenes relacionados con las peregrinaciones. El 20 de abril de 1866 se inauguró su gran estación, cuando la ciudad tenía sólo 4.620 habitantes. El motivo de construirse tan gran edificio en una población entonces tan pequeña estuvo en las apariciones en 1858 a Bernadette Soubirous de una "Dama Blanca" que se le anunció con las palabras "Yo soy la Inmaculada Concepción".  En pocos años desde ese evento, miles de personas comenzaron a llegar a Lourdes desde todas partes de Francia y luego de Europa, para visitar la Gruta de las apariciones. El ferrocarril se sumó bien pronto al transporte de los peregrinos, iniciándose con ello una nueva faceta del entonces joven medio de transporte. Hoy llegan a Lourdes cada año más de 350 trenes especiales con unos 210.000 peregrinos, además del intenso tráfico ordinario. Este Blog, que difunde los viajes ferroviarios, ha querido también dedicar un espacio a los trenes de peregrinos, no sólo en Francia sino también en otros muchos países de todo el mundo, y lo hacemos desde el mismo Lourdes, cuna de las peregrinaciones en tren.


150 aniversario de la estación de Hendaya

2 de octubre de 2014

El 21 de abril de 1864 llegaba oficialmente el ferrocarril a Hendaya, en la frontera franco-española. Hacía 37 años que el ferrocarril se iniciaba en Francia con la línea de Saint-Etienne a Andrézieux y 27 años que el tren llegaba a París con la línea de Saint Germain. No puede decirse que fuese una inauguración temprana en la historia ferroviaria francesa. Fue la primera conexión ferroviaria entre España y Francia pues ese mismo día cruzaba un tren la frontera entre ambos países por el Bidasoa. El 20 de enero de 1878 se abría también el paso de Portbou, en Cataluña. Se cumplen, por tanto, 150 años en 2014 de esa conexión que tan importante ha sido en la historia española. Por este motivo, hemos querido asomarnos al país vecino a través de su estación en Hendaya. No es un edificio muy monumental como lo es el de Canfranc o el de Portbou pero es ahora la principal conexión en tren con Francia, tras el cierre de Canfranc y el desvío de los trenes de alta velocidad por Figueres.