Estas dos imágenes son de la misma estación, tomadas casi desde el mismo sitio. La primera es de la estación histórica de St Pancras, en Mayo de 1941, tras la caída de una bomba de aviación que la dejó en ese estado. La segunda esta tomada esta misma mañana, en la que se ve la parte central de la estación dedicada al tráfico de trenes Eurostar a París y Bruselas, tras su considerable transformación que la llevó a convertirse en 2007 en cabecera de la primera línea de alta velocidad (HS1) del Reino Unido.
Llegué ayer a Londres en el Eurostar de París, como ya he descrito en esta otra entrada. Pero mi viaje comenzó mucho más lejos: en Cádiz con escala de unas horas en Barcelona, para tomar ahí la conexión internacional a París que aún exije transbordar de tren en la estación gerundense de Figueres-Vilafant.
Precisamente estaba aguardando la salida del TGV a París en esta última estación, cuando pude ver esta curiosa composición de un tren mercante con 3 locomotoras de Renfe (S-252) circulando por la línea de alta velocidad Perpignan-Barcelona.
No es frecuente ver en España este tipo de composiciones aunque hay que decir que sólo las dos primeras locomotoras traccionaban el tren, siendo la tercera remolcada con el resto de los vagones. El tren venía de Francia y se dirigía a Barcelona por la vía de ancho estándar.
Tras el obligado cambio de estación en París, desde la de Lyon a la de Nord, llegué finalmente a la capital británica y me alojé en uno de los hoteles cercanos a St Pancras, precisamente en esa calle desde la que se ve la torre de la estación.
St Pancras Internacional es la más bella estación londinense. Tal vez por eso se ha dedicado a gestionar el tráfico de los trenes internacionales desde 2007, ya que anteriormente, desde que se inauguró el túnel del Canal de la Mancha, los trenes Eurostar tuvieron acomodo provisional en la estación de Waterloo. Situada al norte de Londres, entre el edificio de la nueva Biblioteca Británica y la estación de King's Cross, llevar hasta ahí una línea ferroviaria que entra por el sur, exigió realizar una circunvalación por el este y cruzar el Támesis por un túnel de 3 km.
Paralelamente a la construcción de la HS1, se efectuó una gran remodelación en St Pancras con la construcción de un nuevo vestíbulo adosado a la estación histórica, por el norte, para alojar los trenes hacia East Midlands.
Paralelamente a la construcción de la HS1, se efectuó una gran remodelación en St Pancras con la construcción de un nuevo vestíbulo adosado a la estación histórica, por el norte, para alojar los trenes hacia East Midlands.
Ese nuevo vestíbulo tiene ciertas similitudes con la solución que se adoptó para ampliar la estación histórica de Atocha, en Madrid, aunque en Londres el vestíbulo primitivo de St Pancras se ha acondicionado para atender los trenes Eurostar en su zona central, creándose una zona comercial por debajo que sirve también de conexión con las líneas de Metro.
El edificio histórico de 1868 se ha respetado y rehabilitado reflejando toda la belleza de sus líneas originales.
La belleza arquitectónica del conjunto produjo el éxtasis del poeta inglés John Betjeman (1906-1984), en cuyo homenaje se ha erigido una estatua en el vestíbulo de la estación.
Precisamente en ese mismo vestíbulo hay una monumental estatua en bronce del escultor Paul Day, denominada The Meeting Place.
Ese mismo escultor ha dedicado especial atención en algunas de sus obras al ferrocarril y en la parte baja de la estatua hay altorrelieves de contenido ferroviario.
Alejándonos del vestíbulo principal, el viajero se encuentra ya en la zona de los trenes convencionales británicos y de los que utilizan la línea de alta velocidad del Sudeste por lo que van por las mismas vías que el Eurostar. Su funcionamiento -en contra de lo que se piensa en España- es excelente. Corregidos algunas errores de la privatización inicial, los servicios ferroviarios británicos funcionan en régimen de concesión y la puntualidad es elevada, así como la calidad del material y la frecuencia de trenes. Ahora funciona bien la coordinación entre compañías bajo el paraguas de National Rail, que dispensa billetes para cualquier trayecto y destino. En St Pancras, incluso, es posible conversar con esta azafata virtual que te saluda con las manos cuando pasas a su lado.
Esta parte de la estación es contigua a la de King's Cross, que también ha sido remodelada y embellecida en la zona aledaña al vestíbulo principal.
Cuando estaba haciendo esta foto me he percatado de que, asomado a la barandilla, había un empleado de los ferrocarriles con un halcón en el brazo. Ignoro el motivo de su presencia allí: quizás para ahuyentar a las palomas. El color de la iluminación y la amapola roja se deben a que el día 11 se celebra el Armistice Day, aunque los actos festivos tendrán lugar el domingo 10.
Por lo demás su zona de vías es similar a la de St Pancras con su marquesina espectacular, aunque algo más pequeña.
Londres amaneció hoy lluvioso, algo habitual en esta ciudad por lo que sus habitantes están muy acostumbrados. Quizá la imagen más bella para concluir esta entrada sea la del puente de la Torre de Londres envuelto esta mañana en la bruma.
Precisamente cuando volvía de pasear por la City veo en el metro muchos anuncios del estreno teatral de "Extraños en un tren". Es Londres un lugar muy adecuado para representar esa obra en versión teatral, pues la profusión de estaciones, trenes y metros, como no hay en ningún otro lugar del mundo, convierte a millones de habitantes en extraños y vecinos, al mismo tiempo, en el mundo del transporte ferroviario.