Hace un par de años, por estas fechas, estuve en Varsovia. Ya describí en el Blog la impresión de aquellos días. Hacía poco tiempo que había terminado la Eurocopa y la ciudad -con cierto retraso- empezaba a mostrar el resultado de la transformación que se pretendía. Junto a la parte moderna, la Ciudad Vieja -Stare Miasto- me cautivó por la impresionante tarea de reconstrucción llevada a cabo donde la Segunda Guerra Mundial dejó sólo ruinas. Ahora he vuelto para incidir en aspectos más ferroviarios dentro del proyecto de la futura línea de alta velocidad Varsovia-Tallinn, que recorrerá los países bálticos. Y lo primero que me ha saltado a la vista es el enorme despliegue de modernidad que se esparce por doquier en la capital de Polonia y, junto a ello, el despliegue de la competencia ferroviaria en torno a la ciudad.
En la foto que inicia estas líneas vemos los edificios que circundan la estación central ferroviaria: Warszawa Centralna. Para acentuar el contraste, en primer término vemos un vestigio de la era soviética, el Palacio de la Cultura y de la Ciencia, con su curiosa torre en la que uno de los cuerpos está copiado de La Giralda de Sevilla.
La estación central, que dejé en obras, presenta un aspecto renovado en su exterior e interior. Muchas voces pedían que se derribara por completo y se construyese una nueva en el mismo sitio, con mayor funcionalidad. Triunfaron los que apostaban por el continuismo renovado y así quedó.
El eje ferroviario básico de Varsovia es un túnel que atraviesa la ciudad de Oeste a Este, con 6 vías, por el que se canaliza el intenso tráfico existente, que va en aumento. La estación tiene una vida animada las 24 horas del día pues a los trenes locales y regionales se unen los nacionales e internacionales, entre los que podemos ver pasantes desde Moscú a París o a Niza.
Este es el esquema de vías de Varsovia con sus zonas tarifarias y los enlaces entre estaciones.
Aquí se mueven, además del operador estatal PKP, otras compañías que han surgido en estos últimos años y que gestionan gran parte del tráfico regional. Se da el caso curioso de que el aeropuerto Chopin, que es el principal de Varsovia, cuenta con conexión ferroviaria de dos operadores distintos: Koleje Mazowieckie y SKM.
Unidad de SKM, de la clase 27WE para los servicios entre Varsovia y el aeropuerto internacional Federico Chopin
Unidad de Koleje Mazowieckie, de la clase EN76, también para los servicios con el Aeropuerto Chopin
En ambos casos son unidades eléctricas con velocidad máxima de 160 km/h, difícil de alcanzar salvo en la zona más inmediata al aeropuerto, que es de nueva construcción.
Entre tanta modernidad, circulan los trenes Intercity de PKP con sus locomotoras convencionales y coches que ya suman bastantes años.
Intercity de PKP con su locomotora de la clase EP07, cuya velocidad máxima es de 125 km/h y que cuenta con más de 40 años de antigüedad
Los Ferrocarriles estatales polacos PKP han comprado ya trenes autopropulsados a Alstom con velocidad máxima de 250 km/h para ir sustituyendo el material convencional, cuya vida útil está ya agotada.
Otros trenes coloristas podemos ver también en el entorno de Varsovia: son los de la operadora WKD que inicialmente surgió como filial de PKP. Este es uno de sus trenes, con su acertada librea.
Los tranvías de Varsovia
Hace un par de años los tranvías de la ciudad ya eran numerosos pero tras la incorporación de modelos más recientes, sin retirarse los antiguos, el tráfico de esos vehículos es espectacular en las grandes avenidas. Debajo algunas fotos de los diversos modelos tomadas en estos días.
Comentaba que he visto una gran diferencia entre la ciudad de hace dos años y la de ahora. En primer lugar, ha mejorado bastante la situación económica y eso se nota, entre otras cosas, en la apertura de locales comerciales donde antes había sólo cierre. También en la abundancia de gente en los restaurantes del centro a la hora de comer. Y por centro en Varsovia se entiende la zona de negocios en el entorno de la estación central.
Un detalle que me ha llamado la atención es el que se deriva del dibujo floral de esta foto:
El texto en polaco exige una inmediata traducción: se trata del llamamiento a la ciudadanía para presentar proyectos de mejora de la ciudad en todos los campos, incluido el de las comunicaciones. Estos proyectos serán analizados y sometidos a la consideración ciudadana. El llamamiento tiene también una connotación deportiva pues en 2015 se celebra en la ciudad la final de la UEFA Europa League.
Apenas sale uno de la zona del centro y se va a los alrededores todavía pueden verse multitud de edificios con apartamentos minúsculos de la era soviética.
Pero basta girar la cámara en ese mismo sitio para observar los nuevos desarrollos urbanísticos.
Y para que no falte nada en la decoración ciudadana, el célebre hotel Sobieski, hoy en manos de la cadena Radisson. Modernidad y tradición en la capital polaca que se enfrenta a un futuro interesante en la Unión Europea. (MAM)