Hay lugares a donde sólo se debería llegar a pie o en un medio de transporte que no quebrase la belleza o la solemnidad del lugar. Eso sucede en Suiza, como más adelante relataré, pero parcialmente podemos verlo también en España. Uno de esos lugares a los que se puede llegar en ferrocarril o funicular es el Monasterio de Montserrat, en Cataluña, y debería ser el único medio para hacerlo porque los vehículos privados afean notablemente el entorno y causan no pocos atascos en los días de mayor concurrencia.
La idea de escribir algo sobre ello me ha venido después de que encontrara en el archivo familiar este par de postales de 1942. En la primera de ellas se atisba a los pies del Monasterio el plano inclinado por donde sube el ferrocarril de cremallera desde Monistrol, serpenteando cuesta arriba. La otra es del Aéreo que en sólo 1350 metros permite acceder también a la montaña sagrada.
Como he subido muchas veces a Montserrat añado algunas fotografías del cremallera cuyo viaje ascendente permite llegar hasta la "Moreneta" sin prisas y contemplando el paisaje.
El cremallera en la estación de Monistrol, punto de partida
La llegada al Monasterio
El tren entrando en la estación terminal. En esta foto y en la anterior se ve a la derecha el edificio del "Aeri".
Una vez completado el viaje en el cremallera ésta es la panorámica de los edificios del Monasterio.
Para ir y venir desde Barcelona a Monistrol tenemos estas unidades de los Ferrocarriles de la Generalitat catalana.
Como seguramente querrás conocer la historia de esos medios de transporte ferroviario, aquí te las enlazo: Cremallera de Montserrat y Aeri