No hay país en el mundo que haya desarrollado una cartografía ferroviaria tan completa como la que se ha venido haciendo en Gran Bretaña desde el mismo momento del nacimiento del ferrocarril. Me apasiona la calidad y el desarrollo de la red británica, que he tenido el placer de recorrer en gran parte, algunos de cuyos trayectos he compartido con los lectores del Blog. Por eso ha sido para mí una agradable sorpresa que, de forma entrañable y como regalo navideño anticipado, haya llegado en estos días a mis manos el libro cuya portada podemos ver sobre estas líneas, en su edición de 2014. Desde el mismo momento que lo recibí ha sido mi compañero de viaje y ya ha recorrido casi 2.000 kilómetros en tren, en los cuales me he enfrascado en su lectura y en la contemplación de la infinidad de mapas que aporta, así como los esquemas de estaciones y las fotos más espectaculares de los casi 200 años del ferrocarril británico.
Por si el lector no es muy versado en la lengua de Shakespeare, se trata de una completísima historia del ferrocarril en Gran Bretaña, narrada a partir de la inmensa cartografía existente. El generoso tamaño del libro (27,5 x 21,5 cm) permite una perfecta visualización de los más de 100 mapas, muchos de los cuales están impreso a doble página. Por si faltara poco, todos los mapas históricos están disponibles en línea, en este enlace.
El extenso contenido del libro (304 páginas) se desarrolla a lo largo de ocho grandes capítulos, cuyos periodos y títulos son éstos:
- Hasta 1859: La Revolución del ferrocarril.
- 1860-1900: Los ferrocarriles preeminentes.
- 1901-1922: El apogeo de la red.
- 1923-1947: El reagrupamiento de líneas y los intentos de incrementar la velocidad.
- 1948-1963: Nacionalización y modernización.
- 1963-1970: Recomendaciones del informe del Dr. Beeching.
- 1970-1993: Impulso al transporte ferroviario de viajeros.
- 1993 en adelante: Privatización y futuro
Página del libro donde se recogen dos fotografías de ingenios ferroviarios de los comienzos. Arriba, un ferrocarril en circuito cerrado de 1808 en Euston Square (Londres). Debajo, la locomotora construida por William Hedleys en 1813 y que circuló hasta 1862
Mapa del condado palatino de Durham, al noreste de Inglaterra, original de 1820, en el que figuran ya las futuras rutas ferroviarias
La edición de horarios del ferrocarril fue un temprano empeño en Gran Bretaña, auspiciada por un prohombre que daría un vuelco a la popularización del ferrocarril con sus publicaciones: George Bradshaw. Nacido el 29 de julio de 1801, en Lancashire, comenzó su carrera trabajando con un grabador en Manchester. Posteriormente se dedicaría a la cartografía y su primer trabajo editado data de 1827: un mapa de su condado natal. Tras unos mapas de canales, en 1839 edita el primer mapa a tamaño grande de los ferrocarriles de Gran Bretaña, al cual se dedica amplia atención en el libro.
Arriba, George Bradshaw y debajo su mapa de los ferrocarriles británicos de 1839, cuyo original tiene 62 x 40 pulgadas, notable tamaño que permite un gran detalle. Junto al mapa aparecen los perfiles de las líneas
A esta tarea cartográfica de Bradshaw se añadió la edición de completas guías ferroviarias. La primera de ellas data de 1839. Tras su muerte en 1853, sus guías ferroviarias siguieron editándose hasta 1961. Abarcaron pronto otros países europeos y de otros continentes como Siria o India. Precisamente, la edición sobre las líneas ferroviarias europeas de 1913 es la que ha servicio a Michael Portillo para su conocida serie televisiva "Great Continental railway journeys" que se ha divulgado en emisoras de televisión españolas con el título "Grandes viajes ferroviarios continentales", y a la que dedicamos hace tiempo una entrada del Blog.
Mapa de los Ferrocarriles de Escocia de 1896, entonces North British Railway, recogido en el libro y que nos da una idea del despliegue de líneas que había ya en ese año. Me satisface haber recorrido la casi totalidad de esa red en sucesivos viajes, hasta el mismo final septentrional de las líneas en Thurso.
Mapa de los Ferrocarriles de Escocia de 1896, entonces North British Railway, recogido en el libro y que nos da una idea del despliegue de líneas que había ya en ese año. Me satisface haber recorrido la casi totalidad de esa red en sucesivos viajes, hasta el mismo final septentrional de las líneas en Thurso.
Las lógicas restricciones de reproducción me impiden trasladar más contenidos gráficos del libro pero, con lo ya escrito, el lector apasionado del ferrocarril se habrá dado cuenta de que se trata de un libro indispensable para conocer en profundidad el origen y desarrollo, a lo largo de su historia, del ferrocarril en Gran Bretaña que es tanto como hablar del origen e historia del ferrocarril en su conjunto.
Los textos que acompañan a los mapas subrayan los episodios particulares de la historia de ese ferrocarril, con la descripción de proyectos que nunca llegaron a culminarse como el túnel ferroviario submarino entre Escocia y Belfast al que hace dos años dedicamos una entrada del Blog.
Estoy seguro de que, con estas líneas, habré sugerido a más de uno qué desea recibir como obsequio para las próximas fiestas. Además, será su guía favorita para un viaje ferroviario a Gran Bretaña. Quedará tan agradecido como lo estoy yo con la persona que, de forma tan inesperada, me lo ha hecho llegar. (MAM)
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Mapping the Railways, Holland J and Spaven D. HarperCollins Publishers, reimpresión de 2014. Disponible en Amazon, en su edición de 2013, (304 páginas).