Al contrario de lo que sucede en los aeropuertos, donde la información electrónica ha tomado la delantera sobre los anuncios por megafonía, en las estaciones de ferrocarril los avisos sonoros son parte muy importante de su funcionamiento diario y de la orientación de los viajeros. Pero no es lo mismo oir una información con una voz estándar grabada en ordenador y compuesta por trozos que en algunas ocasiones pertenecen a personas distintas y con voz poco afortunada que contar con voces armoniosas, dicción clara y entonación amable. Este ha sido el éxito de la SNCF, los Ferrocarriles franceses, que cuentan con la excelente voz de Simone Hérault, desde 1981. A ella es a quien escuchamos por la megafonía de las estaciones ferroviarias galas.
Simone nació en 1950 en un pequeño municipio del departamento de Val-d'Oise, muy cercano a París. Quizá por este motivo su acento sea más melodioso, muy lejano del de otras regiones periféricas francesas. El que hubiese trabajado desde 1972 como locutora de radio había forjado en ella una buena dicción a la hora de hablar.
Simone Hérault durante una grabación en los estudios de la SNCF, en la estación parisina de Montparnasse
El acierto de la SNCF ha sido homonegenizar con su voz todas las locuciones en las estaciones francesas. Dentro de los trenes de ordinario son los interventores los encargados de informar en directo de la proximidad de las estaciones o de las diversas incidencias que puedan producirse. En las estaciones los mensajes son más previsibles. Por este motivo ya están previamente grabados con su voz. En su trabajo graba separadamente las partes comunes de cada mensaje y, por otro lado, la información cambiante: número y tipo de tren, destino, vía de estacionamiento, etc. Un complejo trabajo técnico unifica esos textos, que son enviados luego a las estaciones y los sistemas informáticos se encargan de emitir en cada caso.
No siempre se ajustan sus mensajes a los cánones ferroviarios estrictos. Aquí podemos escuchar la broma que grabó para el Día de los Inocentes de 2011 (poisson d'Avril, en Francia).
En este vídeo podemos escuchar cómo anunciaba días antes un TGV con salida de la estación de París-Lyon hacia Saint Gervais-les Bains-le Fayet.
En este enlace tenemos también una buena secuencia de anuncios de Simone Hérault en diversas estaciones francesas.
Y en este vídeo de 2011 podemos escucharla largamente en una entrevista donde cuenta su vida y su trabajo.
Muchos españoles reconocerán su voz si han viajado en tren por Francia pero quizá desconozcan la persona que está detrás de la megafonía ferroviaria del país vecino. Y aquí la tienen.
No pocas operadoras europeas, entre las que se encuentra España, están necesitadas de contar con un excelente voz como de la Simone para anunciar de manera armoniosa los trenes en las estaciones. España no ha tenido suerte para ello y quizá podría ser una de las asignaturas pendientes dentro de la política comercial del ferrocarril español.
Francisco Wais San Martin cuenta, a este respecto, que en la época en la que la estación de Medina del Campo pertenecía a la Compañía de Norte y los avisos a la llegada de los trenes se daban de viva voz por no existir megafonía, "el mozo que anunciaba tenía una buena voz que elevaba y manejaba a su gusto, de tal manera que se hizo célebre como el tenor de Medina" (1). Por aquel entonces a la llegaba del tren se voceaba el nombre de la estación y los minutos de parada. No pocas veces la cantinela terminaba con las palabras "parada y fondo" allá donde la hubiere. (MAM)
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(1) Historia General de los Ferrocarriles Españoles, Francisco Wais San Martín, Ed. Nacional. Madrid, 1967 pág. 293.
No pocas operadoras europeas, entre las que se encuentra España, están necesitadas de contar con un excelente voz como de la Simone para anunciar de manera armoniosa los trenes en las estaciones. España no ha tenido suerte para ello y quizá podría ser una de las asignaturas pendientes dentro de la política comercial del ferrocarril español.
Francisco Wais San Martin cuenta, a este respecto, que en la época en la que la estación de Medina del Campo pertenecía a la Compañía de Norte y los avisos a la llegada de los trenes se daban de viva voz por no existir megafonía, "el mozo que anunciaba tenía una buena voz que elevaba y manejaba a su gusto, de tal manera que se hizo célebre como el tenor de Medina" (1). Por aquel entonces a la llegaba del tren se voceaba el nombre de la estación y los minutos de parada. No pocas veces la cantinela terminaba con las palabras "parada y fondo" allá donde la hubiere. (MAM)
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(1) Historia General de los Ferrocarriles Españoles, Francisco Wais San Martín, Ed. Nacional. Madrid, 1967 pág. 293.