Nos vamos a Noruega

20 de enero de 2017

A comienzos de febrero vamos a iniciar un viaje ferroviario a Noruega, cruzando en tren toda Europa, desde el sur de España hasta la ciudad de Bodø, donde acaba la red del ferrocarril de ese país. No es la primera vez que vamos en tren a Noruega, pero anteriormente lo hicimos por Suecia a Narvik, tanto en verano como en lo más crudo del invierno. En uno de esos viajes aprovechamos para tomar un avión desde Estocolmo a Oslo y hacer una breve visita a esa ciudad. Era febrero de 2012 y la nieve se había adueñado de la capital noruega, como evidencia esa foto del Palacio Real. La pretensión actual es permanecer algunas semanas visitando gran parte de Noruega y hacerlo en tren. La ola de frío que atenaza Europa y dificulta las comunicaciones ferroviarias, fundamentalmente en España, será un aliciente más en el viaje.

Noruega no es un país demasiado frío en invierno. La corriente del Golfo suaviza la temperatura del mar que baña sus costas y la configuración estrecha y alargada de su territorio, limitado al Este por los Alpes Escandinavos, permite que la temperatura invernal no registre valores muy bajos como sí sucede en Suecia o Finlandia.


Situación de Noruega en la península escandinava

Una parte de sus costas, especialmente en el suroeste y norte, tiene una orografía escarpada: los famosos fiordos, donde el mar penetra entre medio de laderas verticales hasta muy al interior del territorio. Todos ellos son meta de turistas ávidos de recorrer en barco paisajes que no es posible ver en otros países europeos.

Su red ferroviaria tiene 3.910 kilometros, electrificados en gran parte (64,10% del total). Esa red está trufada de túneles y puentes para salvar su intrincada orografía.


Mapa ferroviario de Noruega

Una curiosa particularidad de esa red es que su trazado más al norte, con continuidad dentro del país, llega sólo hasta Bodø. Narvik cuenta con ferrocarril pero para acceder ahí es preciso hacerlo por Suecia. Muchas veces se ha estudiado la posibilidad de enlazar Fauske con Narvik e incluso llevar el ferrocarril hasta Tromsø, ciudad situada mucho más al norte, pero motivos medioambientales han impedido llevar adelante el proyecto. Estas fotos que siguen están hechas en una de nuestras visitas a la parte norte de Noruega, línea de Narvik, en época invernal.




Estación de Narvik (Noruega) en uno de nuestros viajes invernales allá


Cruce entre nuestro tren nocturno y un diurno en la frontera entre Suecia y Noruega en la línea de Narvik. Estábamos a casi -30º


En Boden (Suecia) esperando la salida del tren para Narvik con gélida temperatura


En Riksgränsen (frontera entre Suecia y Noruega). Tren mercante vacío procedente de Narvik con destino a Kiruna (Suecia)


Acompañando a maquinistas noruegos hacia la estación de Riksgränsen donde toman el relevo a los suecos para llegar hasta Narvik

Nuestro viaje en tren, gran parte de él en alta velocidad, lo haremos desde Sevilla a Barcelona para continuar a París donde un Thalys nos llevará a Essen, en Alemania, y desde ahí a Copenhague. Luego los Ferrocarriles suecos permiten, con billete combinado, enlazar la capital danesa con Oslo en un tiempo razonable.


Estación central de Oslo, con uno de los trenes regionales a Halden

En nuestro viaje pretendemos tomar el tren que desde Myrdal enlaza con Flåm y que ahora discurrirá por paisajes totalmente cubiertos de nieve.


El tren de Flåm (Foto Ferrocarriles de Noruega)

Tendremos ocasión de escribir sobre la alta participación de empresas españolas en la construcción de infraestructuras ferroviarias de Noruega como la Follo line, con un túnel bitubo de 20 km, y una nueva estación en la ciudad de Ski. También, acerca de la adjudicación a CAF del suministro de trenes de alta velocidad "Oaris" para la conexión ferroviaria entre Oslo y el aeropuerto Gardermoen.

Desde Oslo haremos un viaje diurno hasta Bodø con escala en Trondheim. En esta ciudad tomaremos el Nordlansbanen (Ferrocarril del Norte) que llega hasta el final de la línea noruega.



Estaciones de Trondheim y Bodø (Fotos Mia Bennett)

Con un poco de suerte quizá podamos contemplar alguna aurora boreal en esta última parte del trayecto, muy próximo ya a las islas Lofoten.

Un viaje en suma que nos permitirá conocer mejor Noruega, un país de vida apacible con un ferrocarril muy bien gestionado y donde, incluso en invierno, sus trenes gozan de gran puntualidad.

Desde allá iremos dando a conocer las distintas etapas del viaje con fotos y descripciones. Esperemos que las nevadas importantes que registra el continente europeo no dificulten la marcha de los trenes. (MAM)