Si hay una capital española donde el ferrocarril haya venido claramente a menos es Soria, cuya estación de Soria-Cañuelo vemos transformada en esta foto, en 1965, en la imaginaria localidad rusa de Yuriatin para el rodaje de la película "Doctor Zhivago". Soria tuvo en el pasado líneas ferroviarias con Burgos y Calatayud (el Santander-Mediterráneo); con Castejón (donde enlazaba con la línea del Ebro); por la parte sur de la provincia discurría el ferrocarril Ariza-Coscurita-Valladolid, y a Torralba llegaba la línea desde Soria para enlazar con la Madrid-Zaragoza, ofreciendo también trenes directos con Madrid. Todas menos esta última han desaparecido, por más que la conexión Soria-Castejón figure aún en la Red Ferroviaria de Interés General (línea 02-202) aunque sin servicio. Hoy sólo un par de trenes diarios unen Soria con Madrid, aunque en las últimas décadas se han puesto en marcha dos curiosos proyectos para llevar hasta la capital soriana la alta velocidad. Esos trenes, sin embargo, viajan hasta Soria a muy baja velocidad, tan escasa que para los 234 km que separan Madrid de Soria invierten -cuando llegan a su hora- 2h 42' (a algo menos de 90 km/h de velocidad comercial). Este Blog viajero no podía dejar de lado a la tierra que hospedó durante cinco años al gran poeta español Antonio Machado y hasta aquí nos hemos venido, con su libro "Campos de Castilla" bajo el brazo, porque Soria no se merece tan mal trato ferroviario.
La Fundación de los Ferrocarriles Españoles otorga desde 2002 los Premios del Tren "Antonio Machado" de Poesía y Cuento, que ya habían sido instituidos por Renfe en 1977 como Premio para Narraciones Breves, también con el nombre de "Antonio Machado". Y es que nuestro gran poeta fue un amante del ferrocarril, que utilizó mucho a lo largo de su vida, especialmente durante sus años de estancia en Soria.
Mientras mi lento tren recorría los Campos de Castilla para llegar a la tierra de Alvargonzález, meditaba uno de esos poemas que Antonio Machado dedicó al tren y que comienza y acaba con estos versos:
Yo para todo viaje
siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera,
voy ligero de equipaje.
(....)
El tren camina y camina,
y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!
Antonio Machado moría en 1939 en su exilio de Francia, por lo que no pudo ver este mapa de los comienzos de RENFE, como monopolio estatal de los ferrocarriles españoles.
Aquí tenemos el mapa ferroviario de la red que comenzó a explotar RENFE en ese año. En un circulo verde hemos señalado a Soria en una encrucijada de líneas. En la web dedicada al Ferrocarril Santander-Mediterráneo hay una página en la que se puede ver el trazado de las líneas que convergían en Soria.
Y así se nos ha quedado Soria en el presente, en un vergonzante fondo de saco ferroviario, con una línea que lleva años tratando de modernizarse lentamente, tramo a tramo, pero que aún arrastra muchas deficiencias de trazado.
Cuando por Soria pasaban muchos trenes
Para que el lector se haga una idea del retroceso en el tiempo que ha experimentado Soria, desde el punto de vista ferroviario, hemos recopilado algunos horarios con intervalos de unos 40 y 28 años, hasta el presente.
Este horario, de 1946, recoge los trenes que pasaban por Soria, procedentes o con destino Madrid, y que llegaban hasta la frontera francesa por Pamplona.
En 1947, tenía estos horarios el Santander-Mediterráneo, aunque por no estar concluido el tramo norte de la línea los trenes tenían como origen/destino Cidad-Dosante.
En 1945, en el Valladolid-Ariza sus trenes pasaban también por la provincia de Soria.
40 años después, en 1987, sólo quedaba activa la línea Torralba-Soria-Castejón de Ebro y por ella pasaban los trenes entre Madrid y Logroño o Pamplona.
En estas fechas de 2015 estos son los dos pares de trenes que han quedado, más uno adicional Soria-Madrid los domingos. Mientras tanto, los autobuses entre Madrid y Soria tienen hasta 13 frecuencias diarias en cada sentido, con precios más económicos y tiempos de trayecto similares o algo inferiores a estos trenes. La mitad de esos autobuses permiten conectar Soria con el Aeropuerto de Madrid.
Por Soria pasaron muchos trenes en el pasado y pocos llegan hasta allá en el presente. Quizá por ese motivo y para devolver a los sorianos la alegría de antaño, el 14 de abril de 2013 la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid llevó hasta allá el "Tren de los 80", composición de coches históricos rehabilitados. Como recuerdo de ese viaje reproducimos una foto de la propia Asociación donde se ve al tren a la altura de Miño de Medinaceli.
Más fotografías de este viaje especial en el Flickr de la Asociación.
Nuestro particular viaje a Soria
Hemos querido profundizar en la realidad ferroviaria actual de Soria y en lo más interesante que nos ofrece esa bella ciudad y allá nos hemos ido a recrearnos y transmitir literaria y gráficamente lo que hemos visto y vivido.
Tomamos un tren de Media Distancia a las 7 de la tarde en la madrileña estación de Chamartín dispuestos a pasar dos días enteros en la capital soriana.
Este es el tren que nos iba a trasladar a Soria. Es una unidad diésel de la serie 594.1 que conserva los testeros de goma originales. En Dinamarca, donde son muy populares y mucho menos ruidosos que los españoles, los apodan "narices de goma". En España ya les han puesto frontales distintos a los trenes modernizados. El que nos llevaba tiene 124 plazas pero llegamos a Soria sólo 10 viajeros, con 15 minutos de retraso.
Hasta la estación de Torralba, el tren circula por la línea férrea Madrid-Zaragoza y nada más pasar el largo túnel que hay en ese lugar se desvía ya por la línea no electrificada hacia Soria.
Aquí vemos la doble vía Madrid-Zaragoza y al fondo la boca del lado Madrid del túnel de Torralba, que pudimos tomar en el viaje de vuelta desde el propio tren. El túnel tiene 3.231 metros y la cota más elevada en su interior, a nivel del carril, es de 1.115 metros. Ese túnel constituye la divisoria de las aguas entre la cuenca del río Henares, que van al Tajo y luego al Océano Atlántico, y las del Jalón, que nace a poca distancia de la boca, lado Zaragoza, y cuyas aguas van a parar al Ebro y luego al Mediterráneo.
Esta es la estación de Torralba, en la que el tren ya no para. Del lado derecho continúa la doble vía hacia Zaragoza y la que aquí vemos es la de Soria, cuyo estado es el que se aprecia en la foto, con las viejas traviesas de madera y la vía en barra corta sin soldar lo que provoca el traqueteo del tren. Así está en los 12 primeros kilómetros sin que se sepa cuando se actuará en ellos para rehabilitarlos.
Podemos ver ya la vía a partir de Torralba del Moral, en sus primeros kilómetros. Estamos en la provincia de Soria y esos son los campos de Castilla que tanto entusiasmaron a Antonio Machado.
A partir del km 12.800 y hasta el 54 (unos 3 km más allá de Almazán-Villa) la vía tiene este otro moderno aspecto. Se han cambiado las traviesas por otras de hormigón polivalentes, se ha puesto carril nuevo soldado, lo que da al tren una marcha suave, y se han peraltado las curvas para poder aumentar la velocidad. La vía discurre por el mismo trazado que anteriormente por lo que la velocidad no será muy elevada en el futuro. Hay que añadir, además, las fuertes rampas de unas 16 milésimas en varios puntos del trazado y en ambos sentidos. A 9 kilómetros de Torralba se asciende hasta 1.162 metros. La estación de Almazán-Villa está a 940 metros, pero luego se sube hasta los 1.055 de Soria.
Las obras de rehabilitación de vía están actualmente paradas por lo que faltan por modernizar unos 40 kilómetros.
Esta es la estación de Almazán-Villa, primera en la que para el tren en sentido hacia Soria después de tomar la vía en Torralba. Aprovechando la parada hemos tomado una foto del azulejo que en su fachada reproduce un poema de Antonio Machado, donde se habla de los pinos entre Almazán y Quintana.
Esta es la estación de Quintana Redonda a cuya localidad se refería Machado en su poema. El tren para allí si lleva algún viajero que ha de apearse pero su edificio está cerrado y su techumbre parcialmente hundida.
Entre ambas se encuentra la estación del Tardelcuende donde el tren puede parar si hay viajeros.
Antes de que el tren llegue a Soria y a escasa distancia de su estación pasará por el impresionante viaducto sobre el río Golmayo. Como desde el tren no puede verse bien, nos hemos acercado a pie hasta él para poder contemplarlo.
Este puente de fábrica sustituyó al original de 1892, de estructura metálica. En Almazán hay otro de hormigón sobre el Duero más largo aún pero está situado a escasa altura sobre el río.
Y sin más, nos detenemos en la estación de Soria-Cañuelo, final de nuestro viaje. Antaño la ciudad tuvo otra estación denominada San Francisco donde estaba el final de la línea de Madrid, pero fue derribada y todo el solar ferroviario absorbido por el crecimiento urbano. A ella nos referiremos más adelante. La estación que se utiliza ahora pertenecía a la línea Santander-Mediterráneo.
La estación soriana fue modernizada años atrás, en una intervención que un aficionado al ferrocarril me ha llegado a calificar de "patética", ya que perdió sus líneas originales y los arcos de piedra primitivos (compárese con la foto que abre esta entrada). El mal gusto arquitectónico se suaviza con la mejora de la accesibilidad para los viajeros.
Fotografiada desde lo alto podemos ver su playa de vías con un par de trenes estacionados de los que también llegan a Soria. En primer término uno de la serie 599 y detrás un 594 ya modernizado, sin gomas y con nuevos testeros.
Volviendo otra vez a la estación, a los pies desde donde está tomada la foto anterior podemos ver la embocadura de dos túneles. El de la izquierda conducía a la primitiva estación de San Francisco, final de la línea de Madrid. El de la derecha, es el que conducía a Castejón de Ebro cuya línea era compartida en unos 6 km con la que se dirigía a Calatayud, del Santander-Mediterráneo.
La primera de esas líneas no tiene tráfico de trenes aunque no está oficialmente cerrada. La otra está desmantelada.
Estado de la vía en la línea Soria-Castejón, convertida en florido vergel con vegetación que, en algunos lugares, ya tiene el porte de arbustos. Esta foto la hemos tomado a escasa distancia de la estación de Soria-Cañuelo esta misma semana.
La desaparecida estación de Soria-San Francisco
La línea Madrid-Soria tenía su estación término en el propio centro de la ciudad. A esa estación llegó Antonio Machado el 4 de mayo de 1907 para impartir clases de francés, en la cátedra que había obtenido en el instituto de la ciudad.
Aquí tenemos un plano de la ciudad, en el que hemos marcado con círculo rojo la ubicación de la estación de San Francisco, entre las actuales calles de Los Linajes y Clara Campoamor. La playa de vías se extendía hacia el sur limitada por las actuales avenidas de Mariano Vicén y de los Duques de Soria.
Esa estación tuvo en el pasado mucha importancia para el transporte en ferrocarril del ganado transhumante, que atravesaba Soria por el centro para llegar hasta ella desde donde partían los trenes ganaderos para Extremadura. En la fotografía de la histórica estación vemos un par de vagones destinados al transporte de ganado.
También se utilizó para el transporte de madera con destino a la fabricación de traviesas del ferrocarril.
Renfe contó desde su creación con una división de "Explotaciones forestales", que se encargaba de los aprovechamientos madereros en diversas zonas de España.
En la Memoria general de esa división de Renfe, del año 1953, aparece la estadística de extracciones, donde figuran los montes de Soria con un 19,5 por ciento del total acumulado desde 1942. La madera era llevada en camiones hasta la estación de San Francisco, pues los montes desde donde se extraía estaban próximos a la ciudad. Un amplio estudio de Eduardo Araque Jiménez, en la Universidad de Jaén (2008), recoge documentación sobre este tema.
De todo eso nada ha quedado. Las traviesas de madera tienen hoy día escaso uso y su adquisición se licita mediante concurso público por parte de Adif.
Un largo paseo por Soria
Dejamos de momento el ferrocarril para adentrarnos en la bella ciudad de Soria. Antonio Machado será nuestro guía.
Y lo primero que el turista percibe cuando llega a la ciudad es su cuidado urbanismo con extensas zonas del centro peatonalizadas en estos últimos años. Un gran estacionamiento subterráneo facilita llegar hasta allí mismo en el vehículo privado que disfruta de una autovía hasta la ciudad, lo que resta aún más viajeros al ferrocarril.
A partir de la Plaza Mariano Granados pueden seguirse diversas rutas para visitar Soria. Pero la fundamental es la que recorre el centro histórico y sus principales monumentos.
Hemos caminado por la calle Marqués de Vadillo, hacia la Plaza Mayor, el otro gran polo de atracción ciudadana. Y ahí encontramos este bello edificio de piedra donde se bifurcan los caminos urbanos. Por la derecha nos adentraremos en esa plaza.
Todo esto encontraremos en esta soberbia plaza. Una descripción detallada la tenemos en la web de Turismo de la Diputación Provincial y en la del Ayuntamiento. Si llegados hasta este lugar no se ha deleitado el visitante con las muchas exquisiteces que brinda como aperitivo la gastronomía soriana, este es el lugar para ello en los diversos bares que hay en la plaza y desde la de Mariano Granados hasta ella.
Si llegó cansado de andar hasta la plaza, doña Leonor Izquierdo, que contrajo matrimonio con Antonio Machado, le brindará una silla en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de La Mayor, allí mismo.
Otra ruta céntrica nos llevará hasta el Instituto donde impartió clase Antonio Machado.
A las puertas del instituto lo encontramos con terno de gala y guantes en la mano, esperando a doña Leonor para contraer matrimonio. Nos acercamos y algo nos susurró en francés pero los guías de los turistas con sus explicaciones nos impidieron oír sus palabras.
La plaza donde está situado el instituto nos permite recordar que otro genial escritor y poeta, de la Generación del 27, también fue catedrático en Soria. Nos referimos a Gerardo Diego. Mucho escribió el cántabro sobre Soria, en especial en su libro "Soria sucedida".
Gerardo Diego inmortalizó a Soria y se ha inmortalizado también en la ciudad, hasta el punto de que a las puertas del "Círculo de la Amistad" (el Casino de Soria) es posible sentarse a tomar café con él y escuchar de sus labios el recitar de sus poemas.
El visitante, antes de seguir su camino ciudadano, necesitará reponer fuerzas y en Soria encontrará viandas sobradas para su deleite, como también las encontramos en familiar y agradable compañía. Si su hambre se lo permite podrá degustar algunos de sus platos más típicos. Ahí van nuestras recomendaciones.
Levántase de la mesa con ganas de andar y así bajará la comida porque en el deambular por Soria no deberá perderse el Palacio de los Condes de Gómara.
E iniciar desde ese punto un largo paseo vespertino, con impresionantes palacios e iglesias que nos llevará a descubrir lo que queremos dejarles en fotografías.
En primer lugar nos detendremos con especial interés en la Concatedral de San Pedro (la sede episcopal está en El Burgo de Osma) y su claustro románico del siglo XII.
Y desde ahí nos encaminaremos hacia el Duero en el que nos encontramos el Puente Medieval.
En el camino entre la Concatedral y el puente mire hacia la derecha y hacia arriba para descubrir el Parador de Soria, al que también subiremos en otro momento.
A partir del puente medieval, nuestro camino discurre por la ribera del Duero.
Una cuidada senda va recorriendo el río en cuyo cauce hay una isla llena de verdor que los sorianos frecuentan en los días benignos.
Aguas abajo nos encontraremos con el puente metálico que cruza el Duero de las líneas ferroviarias de Castejón y del Santander-Mediterráneo. Ambas comparten trazado hasta la bifurcación de Valcorba, a 6 km de Soria-Cañuelo.
Hoy por encima sólo pasan los peatones que lo utilizan para cruzar el río en ese punto.
El siguiente hito en el camino es la Ermita de San Saturio, colgada de la roca en la orilla del Duero.
Esta pasarela sobre el río, que ya hemos atravesado, nos permitirá visitar la Ermita.
Tras la visita al lugar, nuestro camino, muy bien cuidado, comenzará a ganar altura para volver a Soria por el Sur.
La explosión de la primavera, en el monte bajo lleno de plantas aromáticas, provoca esta extraordinaria floración que alegra la larga caminata.
Ya, en las inmediaciones del estadio de "Los Pajaritos" donde juega el equipo del Numancia C.D., nos encontraremos la vía de Castejón en su km 95, donde varias primaveras la han semienterrado en la maleza.
Para volver al centro, si el cansancio le puede, bastará tomar en las inmediaciones el autobús urbano. O seguir andando, como preferimos nosotros.
Antes dijimos que subiríamos hasta el Parador de Soria y así lo hicimos. Desde arriba se disfruta de una excelente vista de la ciudad, con las nieves aún en la lejanía.
Desde otro ángulo del Parador, podemos ver la carretera de Tudela y la vía férrea a Castejón, que discurren paralelas en ese tramo.
Pero no queríamos abandonar Soria sin visitar otro de los grandes hitos de Machado con esa ciudad. Nos referimos al olmo seco, herido por un rayo.
Allá arriba, junto a la iglesia de Nuestra Señora del Espino y del cementerio de Soria, encontramos el viejo tronco.
Como homenaje a tan insigne poeta, reproducimos la placa que junto al olmo recoge su poema a "Un olmo seco".
Se quedan muchas cosas por narrar pero preferimos que sea el propio visitante el que las admire recorriendo Soria en un fin de semana o en periodo de vacaciones. Renfe, en colaboración con diversas entidades de la ciudad, ofrece el tren turístico "Campos de Castilla" cuyos recorridos van desde abril a octubre. Un billete integrado de tren+hotel y recorridos turísticos, utiliza los trenes normales de la línea Madrid-Soria en los sábados para la ida y el domingo para el regreso. Toda la información y el teléfono de reservas lo encontrarán en este pdf.
Una alta velocidad a Soria que no ha llegado a cristalizar
Los periodos preelectorales son propicios a pequeñas o grandes ocurrencias de los partidos políticos en el poder. Se prometen grandes realizaciones con estudios y proyectos, muchos de los cuales van luego a parar a los cajones ministeriales. Ese es el destino que han tenido los dos intentos de llevar la alta velocidad hasta Soria.
La primera vez que aparece Soria ligada a la alta velocidad fue en el Plan de Infraestructuras de Transporte 2000-2007 con ese ramal desde Calatayud, que vemos en el mapa. El Plan que sucedió a éste, el PEIT 2007-2020, también mantenía ese ramal hasta que a finales de 2010 el Ministerio de Fomento rescindió el contrato con la empresa que estaba redactando el proyecto de la línea.
En mayo de 2011, Fomento anunció la adjudicación de un "Estudio de alternativas de conexión de la línea Torralba-Soria con la red de Alta Velocidad". Esta conexión se haría con la LAV Madrid-Barcelona, en las proximidades de Medinaceli, donde se situaría una estación de alta velocidad, además de la que se construiría en Soria. Mientras tanto, se ha ido procediendo muy lentamente a renovar la vía en el trazado Torralba-Soria, obra que tardará aún algunos años en concluirse al ritmo que se viene desarrollando.
Desconocemos qué ha sucedido con el resultado de ese estudio pero probablemente haya corrido la misma suerte que el anterior.
50 años de una película épica
La estación de Soria-Cañuelo, así como otros lugares de la provincia e incluso la estación madrileña de Delicias, hoy Museo del Ferrocarril, se utilizaron para el rodaje de las escenas ferroviarias de la película "Doctor Zhivago".
Además de la foto inicial de esta entrada, reproducimos estas dos: en una de ellas vemos el tren ruso en la estación del Villar del Campo y la segunda es la estación de Soria-Cañuelo cuando empleados de la productora esparcen sal a modo de nieve, para una escena del rodaje, pues poco a casi nada nevó en Soria en 1965. La fotografía es muy curiosa porque bajo el nombre de la estación, aparece el de la imaginaria localidad rusa de Yuriatin. El Ayuntamiento de Soria y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles están trabajando ya para conmemorar la efemérides.
Tras pasar dos días íntegros en Soria, tocaba emprender el camino de vuelta en tren y de buena mañana nos esperaba en la estación el mismo tren que hasta allá nos llevó.
Apenas una docena de viajeros tomaron asiento en los dos coches de la unidad. Nos íbamos llenos de vivencias y parafraseando las palabras que Machado también escribió en su despedida y que están en una placa del Casino de Soria.
Para que el tren no muera en Soria, lo mejor es usarlo, aparte de que terminen de arreglar de una vez la vía. Es un viaje apacible, más parecido a aquellos de antaño que a las velocidades meteóricas de los trenes modernos. Pero es todo un lujo poder visitar así una ciudad que rebosa historia, arte, poesía y paisaje. (MAM)
Para que el lector se haga una idea del retroceso en el tiempo que ha experimentado Soria, desde el punto de vista ferroviario, hemos recopilado algunos horarios con intervalos de unos 40 y 28 años, hasta el presente.
Este horario, de 1946, recoge los trenes que pasaban por Soria, procedentes o con destino Madrid, y que llegaban hasta la frontera francesa por Pamplona.
En 1947, tenía estos horarios el Santander-Mediterráneo, aunque por no estar concluido el tramo norte de la línea los trenes tenían como origen/destino Cidad-Dosante.
En 1945, en el Valladolid-Ariza sus trenes pasaban también por la provincia de Soria.
40 años después, en 1987, sólo quedaba activa la línea Torralba-Soria-Castejón de Ebro y por ella pasaban los trenes entre Madrid y Logroño o Pamplona.
En estas fechas de 2015 estos son los dos pares de trenes que han quedado, más uno adicional Soria-Madrid los domingos. Mientras tanto, los autobuses entre Madrid y Soria tienen hasta 13 frecuencias diarias en cada sentido, con precios más económicos y tiempos de trayecto similares o algo inferiores a estos trenes. La mitad de esos autobuses permiten conectar Soria con el Aeropuerto de Madrid.
Por Soria pasaron muchos trenes en el pasado y pocos llegan hasta allá en el presente. Quizá por ese motivo y para devolver a los sorianos la alegría de antaño, el 14 de abril de 2013 la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid llevó hasta allá el "Tren de los 80", composición de coches históricos rehabilitados. Como recuerdo de ese viaje reproducimos una foto de la propia Asociación donde se ve al tren a la altura de Miño de Medinaceli.
Más fotografías de este viaje especial en el Flickr de la Asociación.
Nuestro particular viaje a Soria
Hemos querido profundizar en la realidad ferroviaria actual de Soria y en lo más interesante que nos ofrece esa bella ciudad y allá nos hemos ido a recrearnos y transmitir literaria y gráficamente lo que hemos visto y vivido.
Tomamos un tren de Media Distancia a las 7 de la tarde en la madrileña estación de Chamartín dispuestos a pasar dos días enteros en la capital soriana.
Este es el tren que nos iba a trasladar a Soria. Es una unidad diésel de la serie 594.1 que conserva los testeros de goma originales. En Dinamarca, donde son muy populares y mucho menos ruidosos que los españoles, los apodan "narices de goma". En España ya les han puesto frontales distintos a los trenes modernizados. El que nos llevaba tiene 124 plazas pero llegamos a Soria sólo 10 viajeros, con 15 minutos de retraso.
Hasta la estación de Torralba, el tren circula por la línea férrea Madrid-Zaragoza y nada más pasar el largo túnel que hay en ese lugar se desvía ya por la línea no electrificada hacia Soria.
Aquí vemos la doble vía Madrid-Zaragoza y al fondo la boca del lado Madrid del túnel de Torralba, que pudimos tomar en el viaje de vuelta desde el propio tren. El túnel tiene 3.231 metros y la cota más elevada en su interior, a nivel del carril, es de 1.115 metros. Ese túnel constituye la divisoria de las aguas entre la cuenca del río Henares, que van al Tajo y luego al Océano Atlántico, y las del Jalón, que nace a poca distancia de la boca, lado Zaragoza, y cuyas aguas van a parar al Ebro y luego al Mediterráneo.
Esta es la estación de Torralba, en la que el tren ya no para. Del lado derecho continúa la doble vía hacia Zaragoza y la que aquí vemos es la de Soria, cuyo estado es el que se aprecia en la foto, con las viejas traviesas de madera y la vía en barra corta sin soldar lo que provoca el traqueteo del tren. Así está en los 12 primeros kilómetros sin que se sepa cuando se actuará en ellos para rehabilitarlos.
Podemos ver ya la vía a partir de Torralba del Moral, en sus primeros kilómetros. Estamos en la provincia de Soria y esos son los campos de Castilla que tanto entusiasmaron a Antonio Machado.
A partir del km 12.800 y hasta el 54 (unos 3 km más allá de Almazán-Villa) la vía tiene este otro moderno aspecto. Se han cambiado las traviesas por otras de hormigón polivalentes, se ha puesto carril nuevo soldado, lo que da al tren una marcha suave, y se han peraltado las curvas para poder aumentar la velocidad. La vía discurre por el mismo trazado que anteriormente por lo que la velocidad no será muy elevada en el futuro. Hay que añadir, además, las fuertes rampas de unas 16 milésimas en varios puntos del trazado y en ambos sentidos. A 9 kilómetros de Torralba se asciende hasta 1.162 metros. La estación de Almazán-Villa está a 940 metros, pero luego se sube hasta los 1.055 de Soria.
Las obras de rehabilitación de vía están actualmente paradas por lo que faltan por modernizar unos 40 kilómetros.
Esta es la estación de Almazán-Villa, primera en la que para el tren en sentido hacia Soria después de tomar la vía en Torralba. Aprovechando la parada hemos tomado una foto del azulejo que en su fachada reproduce un poema de Antonio Machado, donde se habla de los pinos entre Almazán y Quintana.
Esta es la estación de Quintana Redonda a cuya localidad se refería Machado en su poema. El tren para allí si lleva algún viajero que ha de apearse pero su edificio está cerrado y su techumbre parcialmente hundida.
Entre ambas se encuentra la estación del Tardelcuende donde el tren puede parar si hay viajeros.
Antes de que el tren llegue a Soria y a escasa distancia de su estación pasará por el impresionante viaducto sobre el río Golmayo. Como desde el tren no puede verse bien, nos hemos acercado a pie hasta él para poder contemplarlo.
Este puente de fábrica sustituyó al original de 1892, de estructura metálica. En Almazán hay otro de hormigón sobre el Duero más largo aún pero está situado a escasa altura sobre el río.
Y sin más, nos detenemos en la estación de Soria-Cañuelo, final de nuestro viaje. Antaño la ciudad tuvo otra estación denominada San Francisco donde estaba el final de la línea de Madrid, pero fue derribada y todo el solar ferroviario absorbido por el crecimiento urbano. A ella nos referiremos más adelante. La estación que se utiliza ahora pertenecía a la línea Santander-Mediterráneo.
La estación soriana fue modernizada años atrás, en una intervención que un aficionado al ferrocarril me ha llegado a calificar de "patética", ya que perdió sus líneas originales y los arcos de piedra primitivos (compárese con la foto que abre esta entrada). El mal gusto arquitectónico se suaviza con la mejora de la accesibilidad para los viajeros.
Fotografiada desde lo alto podemos ver su playa de vías con un par de trenes estacionados de los que también llegan a Soria. En primer término uno de la serie 599 y detrás un 594 ya modernizado, sin gomas y con nuevos testeros.
Volviendo otra vez a la estación, a los pies desde donde está tomada la foto anterior podemos ver la embocadura de dos túneles. El de la izquierda conducía a la primitiva estación de San Francisco, final de la línea de Madrid. El de la derecha, es el que conducía a Castejón de Ebro cuya línea era compartida en unos 6 km con la que se dirigía a Calatayud, del Santander-Mediterráneo.
La primera de esas líneas no tiene tráfico de trenes aunque no está oficialmente cerrada. La otra está desmantelada.
Antiguos furgones de paquetería de Renfe, estacionados en Soria-Cañuelo, que son la sede de la Asociación Soriana de Amigos del Ferrocarril
Estado de la vía en la línea Soria-Castejón, convertida en florido vergel con vegetación que, en algunos lugares, ya tiene el porte de arbustos. Esta foto la hemos tomado a escasa distancia de la estación de Soria-Cañuelo esta misma semana.
La desaparecida estación de Soria-San Francisco
La línea Madrid-Soria tenía su estación término en el propio centro de la ciudad. A esa estación llegó Antonio Machado el 4 de mayo de 1907 para impartir clases de francés, en la cátedra que había obtenido en el instituto de la ciudad.
La estación de Soria-San Francisco, ya desaparecida (Foto Archivo Histórico Provincial de Soria)
Aquí tenemos un plano de la ciudad, en el que hemos marcado con círculo rojo la ubicación de la estación de San Francisco, entre las actuales calles de Los Linajes y Clara Campoamor. La playa de vías se extendía hacia el sur limitada por las actuales avenidas de Mariano Vicén y de los Duques de Soria.
Centro Cívico construido en el lugar donde se abría la playa de vías de la estación de San Francisco
Moderno edificio construido en el lugar donde se ubicaba la estación de San Francisco
Esa estación tuvo en el pasado mucha importancia para el transporte en ferrocarril del ganado transhumante, que atravesaba Soria por el centro para llegar hasta ella desde donde partían los trenes ganaderos para Extremadura. En la fotografía de la histórica estación vemos un par de vagones destinados al transporte de ganado.
También se utilizó para el transporte de madera con destino a la fabricación de traviesas del ferrocarril.
Renfe contó desde su creación con una división de "Explotaciones forestales", que se encargaba de los aprovechamientos madereros en diversas zonas de España.
En la Memoria general de esa división de Renfe, del año 1953, aparece la estadística de extracciones, donde figuran los montes de Soria con un 19,5 por ciento del total acumulado desde 1942. La madera era llevada en camiones hasta la estación de San Francisco, pues los montes desde donde se extraía estaban próximos a la ciudad. Un amplio estudio de Eduardo Araque Jiménez, en la Universidad de Jaén (2008), recoge documentación sobre este tema.
De todo eso nada ha quedado. Las traviesas de madera tienen hoy día escaso uso y su adquisición se licita mediante concurso público por parte de Adif.
Un largo paseo por Soria
Dejamos de momento el ferrocarril para adentrarnos en la bella ciudad de Soria. Antonio Machado será nuestro guía.
Y lo primero que el turista percibe cuando llega a la ciudad es su cuidado urbanismo con extensas zonas del centro peatonalizadas en estos últimos años. Un gran estacionamiento subterráneo facilita llegar hasta allí mismo en el vehículo privado que disfruta de una autovía hasta la ciudad, lo que resta aún más viajeros al ferrocarril.
Distintas vistas de la Plaza Mariano Granados, con el acceso a la Alameda de Cervantes, pulmón verde en el centro de la ciudad. En ella se encuentra el origen de las líneas de autobuses urbanos, que llegan hasta las estaciones de ferrocarril y autobuses. Bajo ella está un enorme aparcamiento y en superficie la Oficina Municipal de Turismo. El edificio modernista que vemos en la segunda fotografía fue antaño sede del Banco de España
A partir de la Plaza Mariano Granados pueden seguirse diversas rutas para visitar Soria. Pero la fundamental es la que recorre el centro histórico y sus principales monumentos.
Hemos caminado por la calle Marqués de Vadillo, hacia la Plaza Mayor, el otro gran polo de atracción ciudadana. Y ahí encontramos este bello edificio de piedra donde se bifurcan los caminos urbanos. Por la derecha nos adentraremos en esa plaza.
Todo esto encontraremos en esta soberbia plaza. Una descripción detallada la tenemos en la web de Turismo de la Diputación Provincial y en la del Ayuntamiento. Si llegados hasta este lugar no se ha deleitado el visitante con las muchas exquisiteces que brinda como aperitivo la gastronomía soriana, este es el lugar para ello en los diversos bares que hay en la plaza y desde la de Mariano Granados hasta ella.
Típicos torreznos de Soria, crujientes y enormes
Si llegó cansado de andar hasta la plaza, doña Leonor Izquierdo, que contrajo matrimonio con Antonio Machado, le brindará una silla en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de La Mayor, allí mismo.
Otra ruta céntrica nos llevará hasta el Instituto donde impartió clase Antonio Machado.
A las puertas del instituto lo encontramos con terno de gala y guantes en la mano, esperando a doña Leonor para contraer matrimonio. Nos acercamos y algo nos susurró en francés pero los guías de los turistas con sus explicaciones nos impidieron oír sus palabras.
La plaza donde está situado el instituto nos permite recordar que otro genial escritor y poeta, de la Generación del 27, también fue catedrático en Soria. Nos referimos a Gerardo Diego. Mucho escribió el cántabro sobre Soria, en especial en su libro "Soria sucedida".
Total, precisa, exacta, Soria, bien me supiste,
Soria, arbitraria y mía, en mí te conociste,
toda extrañada, toda fiel,
como la ninfa en el laurel.
El visitante, antes de seguir su camino ciudadano, necesitará reponer fuerzas y en Soria encontrará viandas sobradas para su deleite, como también las encontramos en familiar y agradable compañía. Si su hambre se lo permite podrá degustar algunos de sus platos más típicos. Ahí van nuestras recomendaciones.
Alubias con matanza
Si prefiere algo menos contundente, una buena sopa castellana
En cualquier caso, no deje de probar un buen asado en horno de leña: cochinillo o cordero. Exquisito
Levántase de la mesa con ganas de andar y así bajará la comida porque en el deambular por Soria no deberá perderse el Palacio de los Condes de Gómara.
E iniciar desde ese punto un largo paseo vespertino, con impresionantes palacios e iglesias que nos llevará a descubrir lo que queremos dejarles en fotografías.
En primer lugar nos detendremos con especial interés en la Concatedral de San Pedro (la sede episcopal está en El Burgo de Osma) y su claustro románico del siglo XII.
Y desde ahí nos encaminaremos hacia el Duero en el que nos encontramos el Puente Medieval.
En el camino entre la Concatedral y el puente mire hacia la derecha y hacia arriba para descubrir el Parador de Soria, al que también subiremos en otro momento.
A partir del puente medieval, nuestro camino discurre por la ribera del Duero.
Una cuidada senda va recorriendo el río en cuyo cauce hay una isla llena de verdor que los sorianos frecuentan en los días benignos.
Aguas abajo nos encontraremos con el puente metálico que cruza el Duero de las líneas ferroviarias de Castejón y del Santander-Mediterráneo. Ambas comparten trazado hasta la bifurcación de Valcorba, a 6 km de Soria-Cañuelo.
Hoy por encima sólo pasan los peatones que lo utilizan para cruzar el río en ese punto.
El siguiente hito en el camino es la Ermita de San Saturio, colgada de la roca en la orilla del Duero.
Esta pasarela sobre el río, que ya hemos atravesado, nos permitirá visitar la Ermita.
Tras la visita al lugar, nuestro camino, muy bien cuidado, comenzará a ganar altura para volver a Soria por el Sur.
La explosión de la primavera, en el monte bajo lleno de plantas aromáticas, provoca esta extraordinaria floración que alegra la larga caminata.
Ya, en las inmediaciones del estadio de "Los Pajaritos" donde juega el equipo del Numancia C.D., nos encontraremos la vía de Castejón en su km 95, donde varias primaveras la han semienterrado en la maleza.
Para volver al centro, si el cansancio le puede, bastará tomar en las inmediaciones el autobús urbano. O seguir andando, como preferimos nosotros.
Antes dijimos que subiríamos hasta el Parador de Soria y así lo hicimos. Desde arriba se disfruta de una excelente vista de la ciudad, con las nieves aún en la lejanía.
Desde otro ángulo del Parador, podemos ver la carretera de Tudela y la vía férrea a Castejón, que discurren paralelas en ese tramo.
Pero no queríamos abandonar Soria sin visitar otro de los grandes hitos de Machado con esa ciudad. Nos referimos al olmo seco, herido por un rayo.
Allá arriba, junto a la iglesia de Nuestra Señora del Espino y del cementerio de Soria, encontramos el viejo tronco.
Como homenaje a tan insigne poeta, reproducimos la placa que junto al olmo recoge su poema a "Un olmo seco".
Se quedan muchas cosas por narrar pero preferimos que sea el propio visitante el que las admire recorriendo Soria en un fin de semana o en periodo de vacaciones. Renfe, en colaboración con diversas entidades de la ciudad, ofrece el tren turístico "Campos de Castilla" cuyos recorridos van desde abril a octubre. Un billete integrado de tren+hotel y recorridos turísticos, utiliza los trenes normales de la línea Madrid-Soria en los sábados para la ida y el domingo para el regreso. Toda la información y el teléfono de reservas lo encontrarán en este pdf.
Una alta velocidad a Soria que no ha llegado a cristalizar
Los periodos preelectorales son propicios a pequeñas o grandes ocurrencias de los partidos políticos en el poder. Se prometen grandes realizaciones con estudios y proyectos, muchos de los cuales van luego a parar a los cajones ministeriales. Ese es el destino que han tenido los dos intentos de llevar la alta velocidad hasta Soria.
La primera vez que aparece Soria ligada a la alta velocidad fue en el Plan de Infraestructuras de Transporte 2000-2007 con ese ramal desde Calatayud, que vemos en el mapa. El Plan que sucedió a éste, el PEIT 2007-2020, también mantenía ese ramal hasta que a finales de 2010 el Ministerio de Fomento rescindió el contrato con la empresa que estaba redactando el proyecto de la línea.
En mayo de 2011, Fomento anunció la adjudicación de un "Estudio de alternativas de conexión de la línea Torralba-Soria con la red de Alta Velocidad". Esta conexión se haría con la LAV Madrid-Barcelona, en las proximidades de Medinaceli, donde se situaría una estación de alta velocidad, además de la que se construiría en Soria. Mientras tanto, se ha ido procediendo muy lentamente a renovar la vía en el trazado Torralba-Soria, obra que tardará aún algunos años en concluirse al ritmo que se viene desarrollando.
Desconocemos qué ha sucedido con el resultado de ese estudio pero probablemente haya corrido la misma suerte que el anterior.
50 años de una película épica
La estación de Soria-Cañuelo, así como otros lugares de la provincia e incluso la estación madrileña de Delicias, hoy Museo del Ferrocarril, se utilizaron para el rodaje de las escenas ferroviarias de la película "Doctor Zhivago".
Además de la foto inicial de esta entrada, reproducimos estas dos: en una de ellas vemos el tren ruso en la estación del Villar del Campo y la segunda es la estación de Soria-Cañuelo cuando empleados de la productora esparcen sal a modo de nieve, para una escena del rodaje, pues poco a casi nada nevó en Soria en 1965. La fotografía es muy curiosa porque bajo el nombre de la estación, aparece el de la imaginaria localidad rusa de Yuriatin. El Ayuntamiento de Soria y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles están trabajando ya para conmemorar la efemérides.
Escena de "Doctor Zhivago" en la estación de Delicias de Madrid
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Apenas una docena de viajeros tomaron asiento en los dos coches de la unidad. Nos íbamos llenos de vivencias y parafraseando las palabras que Machado también escribió en su despedida y que están en una placa del Casino de Soria.
Para que el tren no muera en Soria, lo mejor es usarlo, aparte de que terminen de arreglar de una vez la vía. Es un viaje apacible, más parecido a aquellos de antaño que a las velocidades meteóricas de los trenes modernos. Pero es todo un lujo poder visitar así una ciudad que rebosa historia, arte, poesía y paisaje. (MAM)