Después de que la afición ferroviaria haya asistido al entierro del Estrella "Costa Brava" del que hemos dejado constancia en este Blog, y los viajeros asimilado de mala gana no disponer de un tren nocturno entre Madrid y Barcelona, me gustaría endulzar el ánimo de los lectores con el relato de la curiosa simbiosis que se desarrolló en Suiza entre el chocolate y el ferrocarril y más concretamente con la factoría chocolatera suiza de Suchard en Neuchâtel, en el barrio de Serrières. Para ubicar la historia debemos indicar que el maestro chocolatero suizo Philippe Suchard fundó en 1826 una fábrica de chocolate en esa ciudad, capital del cantón del mismo nombre en la Suiza romanda. Los excelentes productos de la fábrica pronto alcanzaron fama, no sólo en Suiza sino en gran parte de Europa. Pero el ferrocarril tardaría aún unos años en llegar a Neuchâtel, aunque ya desde 1841 se comenzaron a manejar los proyectos para su construcción. No sería hasta 1857 cuando el ferrocarril llegó a la ciudad con la apertura de la línea Yverdon-Les Bains-Le Landeron. Posteriores inauguraciones de líneas beneficiaron a Neuchâtel de mejores conexiones ferroviarias con las ciudades suizas y también de un mejor transporte de su chocolate para la exportación.
Que Suiza disfruta de unas excelentes fábricas de chocolate es algo sobradamente conocido por quienes viajan hasta allá. Pero quizá sea menos conocida esta relación de simbiosis con el ferrocarril. Hace ya más de tres años escribíamos en este Blog sobre la curiosa historia de la primera línea de ferrocarril en Suiza, que se denominó "la de los panecillos españoles" porque servía para acercar a Zurich esta delicia culinaria que los españoles dejamos en Baden en 1714, cuando la conferencia que puso fin a la Guerra de Sucesión en España.
Este dulce prólogo se trasladaría luego al ferrocarril, principal medio de salida hacia el exterior de los chocolates suizos, en especial del chocolate con leche, que fue fabricado en Vevey por vez primera en 1875, por el maestro chocolatero Daniel Peter. Quizá por este motivo y para rendir homenaje por parte de Suchard a la aportación que el ferrocarril hizo para la comercialización de los chocolates suizos, lanzó a finales del siglo XIX y comienzos del XX esa original campaña publicitaria del ferrocarril y el chocolate de la que les ofrecemos algunos grabados. Hoy día no hay estación importante en Suiza que no cuente con un establecimiento de venta de chocolates y bombones.
La factoría de Suchard contó con un funicular que comunicaba la instalación industrial con la estación ferroviaria de Serrières para exportar la producción.
Grabado de 1895 en el que se ven las líneas ferroviarias y a la derecha del viaducto el funicular en plano inclinado de la factoría Suchard hacia la estación de Serrières
Foto del funicular de Suchard
Curioso sistema ideado para transportar en el funicular las cajas de chocolate
Estación de Serrières a donde llegaban las cajas de chocolate de Suchard, para iniciar su viajero ferroviario a todo Europa. Aquí vemos el embarque de un tren y en el grabado que inicia estas líneas la versión coloreada en la propaganda de Suchard
En este otro grabado de la época se nos muestra la estación de Serrières con la terminal de carga de Suchard
La historia de esta vinculación de Suchard con el ferrocarril, desde el punto de vista industrial, es mucho más rica y detallada y puede leerse en este enlace.
Volvemos ya al propósito de esta entrada como es mostrar la interesante publicidad que Suchard hizo posteriormente del ferrocarril.
Y esa publicidad de ambas cosas asociadas comienza con la representación gráfica del primer ingenio ferroviario que se construyó en 1830 por el ingeniero Stephenson, como vemos en este antiguo grabado. Dudo mucho que aquel tren portase tan enormes barricas de cacao.
No le faltaron émulos a Suchard en esto de popularizar el ferrocarril con sus productos, como fueron los fabricantes de fósforos de seguridad a uno y otro lado del Océano.
En 1890, la actividad difusora del ferrocarril por parte de Suchard alcanzó hasta la propaganda turística.
Grabado de 1890, recuerdo de Lucerna, en el que aparecen el ferrocarril y, como no, el chocolate Suchard
Esta colección de grabados turísticos en los que aparece Suchard asociada con el ferrocarril se va extendiendo poco a poco a diversas ciudades de Suiza y llega hasta Zurich, con esta relamida postal con motivos ferroviarios, y ciudadanos, además del enorme bombón.
La expansión de Suchard por Europa con la construcción de nuevas fábricas internacionaliza su publicidad ferroviaria.
Y aquí tenemos este otro grabado en el que la publicidad se hace tras la asociación con el fabricante Velma. Y el motivo de fondo que aparece es un tren de la línea París-Lyon-Mediterráneo.
Los dibujantes de la Casa Suchard llegaron en su exaltación del ferrocarril a diseñar esta original locomotora que no se recataba de su finalidad publicitaria.
Y ahora que Renfe parece encaminada a asumir la publicidad en el exterior de los trenes como algo inevitable para mejorar su maltrecha economía, veamos lo que se les ocurrió a Suchard al respecto.
Esta publicidad parece el patrocinio chocolatero del famoso funicular suizo de Righi, en 1871.
Y tampoco el metro escapó a la publicidad de Suchard con esta visión curiosa del ferrocarril subterráneo de 1900. Ignoro si el curioso diseño del tren y su locomotora corresponde a algún tren real de metro en alguna ciudad del mundo.
Y así centenares de postales publicitarias de Suchard y el ferrocarril. Por ello no es de extrañar que hoy día el chocolate se haya asociado también al ferrocarril.
Y aquí tenemos ya estas imágenes. Por un lado el tren suizo del chocolate, iniciativa de la comuna del Golden Pass y Cailler-Nestlé. Y por otro la gigante escultura de un tren en chocolate que a modo de mona de Pascua se exhibió en la estación ferroviaria holandesa de Amsterdam. (MAM)