16 de marzo de 2014

Grandes proyectos ferroviarios internacionales (XV): El puente en el estrecho de Kerch, entre Crimea y Rusia


Este domingo se ha celebrado en Crimea un referéndum, que la comunidad internacional ha declarado ilegítimo, para decidir el futuro de esa península de Ucrania. Como era de prever el resultado ha sido favorable a la integración de Crimea en la Federación Rusa. Lo que pueda suceder a partir de ahora es una incógnita y su análisis excede a los propósitos de este Blog. Pero al hilo de los acontecimientos, nos ha parecido interesante dedicar esta entrada a hacer un poco de historia acerca del proyecto de unir Crimea y Rusia por el Estrecho de Kerch con un puente mixto de carretera y ferrocarril. 4,6 km separan Crimea de Rusia por ese estrecho al que llegan por ambos lados las líneas ferroviarias y las carreteras. Un servicio de transbordadores cubre la pequeña distancia marítima. Pero desde hace ya muchos años se pensó en tender un puente entre ambas orillas y ese proyecto se retomó hace 4 años con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi. Vamos a narrar la historia de esa conexión, desde el punto de vista ferroviario, pues ahora se ha convertido en un proyecto estratégico y único acceso a Crimea desde Rusia.


A finales de 1941 el ejército de Hitler invadió Crimea en su campaña contra Rusia. Pronto caería Sebastopol su principal ciudad y capital histórica. Y en marzo de 1943 Hitler ordenó la construcción de un puente mixto de carretera y ferrocarril en el Estrecho de Kerch para facilitar el avance de sus tropas en suelo ruso. Esa obra debía concluirse en el plazo de 6 meses.  Previamente se había construido un teleférico con capacidad para trasladar a través de él unas 1.000 toneladas diarias.



Diseño del puente mandado a construir por Hitler en el Estrecho de Kerch, cuyo autor fue Albert Speer. El 3 de noviembre de 1944, tras la retirada alemana, comenzaron a circular por encima los trenes pero su vida fue corta porque arrastre de témpanos de hielo acabaron por destruirlo y, posteriormente, fue desmantelado porque su estructura impedía el tráfico de barcos. Quedaron no obstante los 80 km de ramales ferroviarios de acceso al puente, que aún hoy día están en uso.


Lugar donde se construyó el puente original en el Estrecho de Kerch. Por el lado ruso la vía férrea recorre casi todo el espigón. Los transbordadores circulan ahora en un itinerario paralelo algo más al nordeste.

La idea del puente, sin embargo, sería retomada por los rusos pero con una estructura que permitiese el paso de los buques entre el Mar Negro y el de Azov. Una vieja imagen de Stalin ante una foto del puente de Edimburgo sobre el estuario del Forth y el mapa de la zona de Crimea evidencia qué tipo de estructura deseaba construir ahí el dictador ruso.


Ese puente de Edimburgo, sobre el que hemos escrito en una anterior entrada del Blog, permite perfectamente la navegación bajo él y su longitud es notablemente inferior a la distancia entre las orillas del Estrecho de Kerch.

Pero los problemas económicos en la URSS archivaron tan gran obra y donde debía hacer un puente quedaron sólo los transbordadores. Y así quedó hasta 1994 en que se volvió a pensar en unir ambas orillas, este vez con un túnel bajo el Estrecho. En aquel año Crimea había pasado ya a manos de Ucrania pero Rusia se había reservado una base naval en Sebastopol para su Flota del Mediterráneo. Resultaba vital para los intereses rusos mantener una conexión por tierra entre su territorio y la península de Crimea, que permitiese el paso de los trenes. Hay que tener en cuenta que la casi totalidad de la red ferroviaria ucraniana tiene el mismo ancho que la rusa lo que permitiría que los trenes circularan de un país a otro sin problemas de gálibo.

Desde 1994 menudearon los proyectos para unir ambas orillas y los diseños del puente se sucedieron hasta el más reciente que combina el tráfico terrestre y el ferroviario en dos plataformas superpuestas.


Este es el render del puente previsto en el Estrecho de Kerch. La plataforma superior permitiría el tráfico de vehículos, mientras que la inferior albergaría una doble vía ferroviaria electrificada.


Este es el vídeo de presentación que se elaboró para Dmitry Medvedev, quien el 25 de abril de 2010 firmó un acuerdo con el ahora expresidente de Ucrania Viktor Yanukovych para la construcción del puente que se transformó en un memorándum entre Rusia y Ucrania, firmado el 26 de noviembre de 2010.

La posterior crisis en Ucrania ha llevado durante este tiempo a acelerar por parte de Rusia los trabajos previos para la construcción del puente cuyo coste se estima entre 1,5 y 3,5 millones de dólares y el tiempo de construcción de 5 años.

Si Crimea se une a Rusia éste sería el único medio de conexión terrestre ya que la Península de Crimea limita por el norte con la República de Ucrania, que no reconoce el resultado del referéndum.

Este es un caso más en el que geopolítica e infraestructuras se entrecruzan. El escritor  y estratega norteamericano Peter Schwarz escribía hace pocos días un artículo titulado  The geopolitical dimensions of the coup in Ukraine en el que exponía su punto de vista acerca de la crisis que se está desarrollando en esa zona geográfica. 

En este caso, junto a la crisis política puede haber también una polémica sobre un puente ferroviario. No sería la primera vez en la historia. (MAM)
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