18 de noviembre de 2013

Belfast: Próxima estación, Titanic Quarter

No ha habido un naufragio que haya producido tanto rédito como el del Titanic: 23 películas, varias de ellas muy taquilleras, 18 telefilmes y series de TV, decenas de libros... y desde hace poco más de un año una atracción turística que reúne a miles de visitantes en Belfast. Pero la marea publicitaria crece y crece sin parar hasta el punto que también ha llegado al ferrocarril. Y aquí vemos la estación que lleva por nombre Titanic, perteneciente a la red de Cercanías de Belfast, en la línea de Bangor. En realidad la estación ya existía pero se llamaba Bridge End y está situada en el barrio de Ballymacarrett, al Este de Belfast, pero el pasado año, el barrio pasó a denominarse Titanic y la estación, para no ser menos, asumió su nuevo nombre.

Hoy se ha levantado en Belfast un día soleado pero gélido. La temperatura rozaba la 0º pero el aire limpio animaba a darse un paseo al otro lado del río Lagan, con zonas más abiertas y agradables para pasear.


Como las vías sobrevuelan el río en viaducto, en zona próxima a la Estación central, hay un constante ir y venir de trenes de CAF. Incluso se ven cruzarse encima del viaducto, como en esta foto.

Poco después del viaducto, por el lado derecho, es decir hacia el Norte, la vía se bifurca: una va hacia Bangor y otra a Londonderry. Esta última vuelve a cruzar otra vez el río. Antiguamente en esta zona había un gran desarrollo ferroviario, motivado por la actividad industrial de los astilleros. Un antiguo mapa que he visto en el centro dedicado al Titanic, la reproduce.


He marcado con círculo rojo las vías desaparecidas, pues han sido sustituidas por una autovía de penetración al centro de la ciudad. Con un círculo verde el lugar donde se encuentra la estación del Titanic, que permite llegar en tren al edificio de la exposición.


No resulta fácil llegar hasta ella porque se encuentra rodeada de vías rápidas, difíciles de atravesar, pero un reguero de carteles va indicando el camino.


Todo parece bastante nuevo, pues fue remodelada el pasado año. Los viajeros apenas tienen un pequeño refugio a cada lado pero saben bien a la hora que pasan los trenes. Una vista hacia el otro lado permite ver los enormes pórticos de los antiguos astilleros Harland y Wolff, en los que se construyeron mucho buques civiles y militares, entre ellos el Titanic.


Esas enormes estructuras son ahora un monumento nacional, envueltas en el aura del Titanic, más que en la actividad naval que ahí se desarrolla.


Y lo que hay en las proximidades de esas grúas y de la estación, es este espectacular edificio, inaugurado en marzo del pasado año, en el que se ha ubicado un centro de interpretación y recuerdo del célebre naufragio.

Pero, además de ese edificio, se ha construido en las inmediaciones un centro comercial que actúe también de atractivo para los habitantes de la ciudad. Entre ambos, el gobierno local espera medio millón de visitantes anuales, parte de los cuales llegarán a través de la estación Titanic.




El edificio del Centro Comercial aledaño al del Titanic, más próximo a la estación, y una vista del interior del Centro de interpretación

La visita al Centro de Interpretación del Titanic ocupa varias horas, entre los muchos paneles históricos, los objetos que lograron recuperarse, los vídeos en pantalla grande de lo que fue el buque y lo que queda ahora en el fondo del océano y una curiosa expedición por dentro de una parte del edificio colgados los visitantes de una góndolas que suben, bajan y se mueven de un lado para otro, para situar a los espectadores en los trabajos mecánicos propios de un astillero.



El Titanic tuvo un principio e inevitablemente también un final como se puede ver en estas dos imágenes de la exposición, que recogen su botadura y su naufragio. Pero esta iniciativa turística ha servido para crear una nueva estación y remodelar un tramo de la red ferroviaria de Belfast.