23 de mayo de 2017

Viajamos a La Pobla de Segur en el "Tren dels Llacs" (Tren de los Lagos)


Hemos subido al "Tren dels Llacs", que va desde Lleida a La Pobla de Segur. Ha sido una experiencia viajera ferroviaria sólo comparable a la que experimentamos en Noruega con el "Tren de Flåm" y que ya les contamos en el Blog este mismo año. Hace poco leíamos un reportaje periodístico sobre los 11 trenes turísticos españoles para viajar con niños y no figuraba este tren. Despistada andaba la redactora del reportaje porque este es un tren para mayores y para niños. Les vamos a contar aquí nuestro viaje pero también otras muchas cosas referentes a la línea, parte muy pequeña en servicio de un malogrado proyecto para unir Andalucía (Linares-Baeza) con Francia (St Girons) con un ferrocarril de más de 850 km. Reúnan a los niños de la casa, suban imaginariamente a este tren singular y acompáñenos en el viaje que vamos a partir ya.

La estación de partida

Aunque nuestro viaje comenzó en el sur de España, pues gracias a la alta velocidad a Lleida se llega en un santiamén, comenzaremos hablando de la estación desde donde va a partir nuestro tren.


Nos encontramos ante una estación majestuosa de finales del siglo XIX y comienzos del XX, edificada mucho después de que el ferrocarril llegase a Lleida, el 30 de mayo de 1860. El edificio histórico sufrió un notable añadido en 2003, del lado de las vías, cuando se culminó la línea de alta velocidad desde Madrid a Lleida. Y el añadido fue una marquesina singular sobre los andenes y las vías.

Actualmente es una estación muy atareada ya que los accesos en alta velocidad por uno y otro lado, para los trenes con parada aquí, están construidos en vía única. Para ello se utilizó una de las vías de ancho ibérico del lado Zaragoza. El tráfico de trenes es constante y han de cruzarse necesariamente en la estación. Junto a ellos, los trenes de Media Distancia con destino a localidades aragonesas y catalanas. Pero, además, la estación es utilizada también por los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) para la línea Lleida-La Pobla de Seguir, que fue transferida en 2005 y gestionada y operada por FGC desde el 25 de Julio de 2016, con nuevos trenes diésel de Stadler. Hagamos un recorrido gráfico por la estación.


Aquí vemos las vías 1, 2 y 3 de ancho estándar. En la vía 3 está estacionado un tren de alta velocidad de la serie 114 que hace servicios Avant de Media Distancia. En la vía 1 el Trenhotel Barcelona-Galicia.



El larguísimo Trenhotel ocupaba el andén a todo lo largo. Es el superviviente de los muchos trenes nocturnos que antaño salían desde Barcelona y que Renfe ha ido suprimiendo con diversas excusas. Hasta 10 ramas se construyeron con tecnología Talgo de la serie 7 para sustituir al material convencional en este tipo de servicios nocturnos. La mayor parte de ellas están arrumbadas sin que nadie las quiera, arruinando así una inversión millonaria. Los trenes nocturnos están en regresión en Europa, excepto en la red de los Ferrocarriles austriacos. Algunos suspiran porque ÖBB llegue con sus trenes nocturnos hasta España, pero Francia está por en medio y sus sindicatos ferroviarios no están dispuestos a permitirlo.


Pie a tierra en el andén de la vía 3 vemos a la izquierda un tren de alta velocidad y a la derecha otro de Rodalies para servicios de Media Distancia convencional.


Este es el lado en ancho ibérico de la estación. A la derecha un tren S-470 de Media Distancia y a la izquierda uno de los dos trenes de Stadler, de FGC, para la línea de La Pobla de Segur.



Exterior e interior del tren de FGC de la línea de La Pobla. Nos recordaba los trenes del mismo fabricante que circulan en Estonia. En la red de FGC estos trenes forman la serie 331. Una simpática tripulación -maquinista e interventora- de FGC, muy jóvenes ellas, nos dieron todo tipo de explicaciones. 

Permítanos un inciso: cuando se está a bordo de trenes de esta operadora, con su juventud, dominio de idiomas y uniformes coloristas se comprueba lo envejecido que está gran parte del personal de Renfe en contacto con el público. Además, la operadora estatal ha vestido a sus empleados con uniformes de color gris de conserjes de ministerios. La SNCF, operadora estatal francesa, cambió los uniformes de los interventores, desde el horrible diseño y color gris que tenían antes, por otros de diferente estilo y de color azul marino. Haría bien Renfe en rejuvenecer su plantilla, empezando por la uniformidad. Sería un chorro de aire fresco visual en tan anquilosada organización.


En esta otra foto, en la medida en que lo permiten los apoyos de la marquesina, se ve el edificio de la estación desde el lado de las vías. Las plantas superiores albergaban hasta el pasado mes de enero un hotel de 3 estrellas. Terminado el contrato, la compañía que lo explotaba se marchó. Actualmente está a la espera de un nuevo empresario.

Ahorramos al lector la suerte de vericuetos interiores del pequeño vestibulo para comunicarlo con los andenes. Particularmente intrincado es acceder al andén de la vía 2, con una excursión por el interior de las instalaciones.

Los locales comerciales de la estación están casi todos ellos cerrados y el pequeño bar para desayunos, que también cerró en enero, ha reabierto de manera provisional y está reacondicionando su nuevo local.

Como la estación no daba más de sí, nos fuimos a callejear por Lleida en busca de un lugar para la cena.




Es Lleida una ciudad tranquila y provinciana, con fuerte presencia inmigratoria, cuyo paisaje urbano está marcado por el cauce del río Segre, que la atraviesa, y por la torre de la Seu Vella, la catedral antigua construida en el siglo XIII en la fortaleza que domina la ciudad desde su colina. Como ya habíamos estado anteriormente en ese promontorio, preferimos el tranquilo paseo urbano en horizontal.

Y, cómo no, estando en Lleida y en esta época, había que tomar Cargols a la cassola (Caracoles a la cazuela). Los caracoles son el plato local por excelencia, se cocinan de muchas maneras y cada pequeño restaurante tradicional tiene la suya. 


Los caracoles a la cazuela que pudimos degustar

Hace mucho años, tantos que casi se ha perdido el recuerdo, tenía mucha fama el conejo con caracoles que hacían en la Fonda de la Estación de Lleida. Desapareció esa fonda y también el recuerdo que la ciudad tenía de ella. Por suerte pudimos encontrar una persona entrada en años que recordaba el establecimiento y su ubicación, próxima a la estación, y, como no, la receta. En estos días de final de mayo Lleida celebra su Aplec de los caracoles.

El tren

Amaneció el dia siguiente y desde temprano ya estábamos en la estación para iniciar el viaje. El "Tren dels Llacs" circula sólo los sábados, y no todos, entre Abril y Octubre. La demanda que hay es muy grande por lo que no se pueden atender todas las peticiones de reservas. En esta temporada, el tren circula 26 veces. En nuestro viaje íbamos 301 personas en sus 5 coches utilizables por los viajeros, uno de ellos con cafetería. El coche 6 es un furgón postal.

La tracción del tren la prestan dos locomotoras diésel, construidas en 1966, con la numeración de Renfe 10817 y 10820, conocidas en el mundo ferroviario como "las Ye-yés". Ocasionalmente se utilizaba tracción vapor entre Lleida y Balaguer con la locomotora "La Garrafeta". Los coches del tren pertenecen a la serie 6000, y fueron construidos en Francia entre 1950 y 1951. Son metálicos, los primeros que se construyeron para Renfe.




La Garrafeta remolcando una composición en la línea de La Pobla de Segur (Foto ARMF)

Todo este material está restaurado y mantenido, con primor y cuidado, por la Asociación para la Reconstrucción y Puesta en Servicio de Material Ferroviario Histórico (ARMF), fundación que tiene su sede en Lleida. Diversos organismos patrocinan y colaboran para la circulación de este tren, incluyendo a la Diputación de Lleida y los Ayuntamientos de La Pobla y Balaguer.

Tanto las locomotoras diésel como los coches empleados en el Tren dels Llacs son propiedad de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.







Desde bastante tiempo antes de la hora de partida estaba la composición estacionada en la vía 6 de la estación de Lleida, lo que nos permitió hacer algunas fotos interiores sin la presencia de los numerosos viajeros. Unos coches eran de departamentos y otros de asientos con amplio espacio entre ellos, algo que ya se echa de menos en los trenes actuales. En la última de las fotografías, el coche-bar con la barra y parte de él con asientos. Hemos prescindido de detalles técnicos que se pueden leer en los enlaces a la ARMF y a la web del propio tren que hemos puesto con anterioridad, para no cansar a los lectores habituales del Blog, en su mayor parte ajenos a la explotación ferroviaria.



La partida del tren estaba prevista para las 10:40 y a las 10 ya comenzaron a llegar los viajeros, en algunos casos familias enteras con sus niños.




También llegaron un par de animadores vestidos con un atuendo estrafalario, ajeno a todo lo relacionado con el ferrocarril, salvo que el color de las prendas hacía juego con el de los coches. El gorro parecía sacado de un cuadro sobre los soldados de la Vieja Guardia de Napoleón y la casaca podría vestirla un domador circense de elefantes. En cualquier caso, divertían a los pequeños y en el viaje de ida amenizaban los coches con ocurrencias.

Acomodados todos en los coches comenzó el viaje.

La línea Lleida-La Pobla de Segur

Antes de presentar todo lo que se podía ver desde el tren merece la pena describir con detalle la línea que íbamos a recorrer.



En este esquema, que aparece en el folleto divulgativo del tren, tenemos el trazado completo de los 89,350 kilómetros de la línea. Está construida en ancho ibérico y no electrificada. Se puso en servicio completo en 1951 y tiene 41 túneles y 31 puentes. La parte más intrincada del trayecto está a partir de Balaguer. El túnel más largo es el del Palau, bajo la sierra de Mont-roig, que mide 3.499 metros. A la salida de este túnel, por su boca norte, se encuentra el apeadero de Vilanova de la Sal. La totalidad de los túneles suman 14.560 metros. El puente más largo está situado en Balaguer sobre el río Segre y mide 160 metros.




Entero postal conmemorativa de la inauguración de la línea a La Pobla de Segur


A lo largo del recorrido hay 17 estaciones y apeaderos. Los trenes habituales para los servicios comerciales recorren la totalidad de la línea en 1 hora 35 minutos. Cuatro pares de trenes circulan entre Lleida y La Pobla de Segur. Un tráfico adicional entre Lleida y Balaguer añade 6 pares de trenes adicionales ya que es en esa parte de la línea donde se concentra la mayor demanda.

Tras la transferencia de la linea a la Generalitat de Catalunya toda ella fue renovada por lo que la marcha del tren es muy suave.

El inicio de la linea en Lleida está a 145 metros de altitud y la estación de La Pobla de Segur a poco más de 500 metros.





Estaciones de Tremp y Ager. En esta última se inician muchos senderos de montaña para recorrer a pie y avistar aves

El trayecto entre Lleida y Sant Llorenç de Mongai discurre junto al río Segre. El resto de la línea se inscribe en el estrecho valle del rio Noguera Pallaresa. En total hay cuatro embalses para represar el agua de ambos ríos a lo largo del recorrido, lo que crea esos lagos que dan nombre al tren.

Para el viajero, el lado derecho de la vía en sentido norte es el del río y el izquierdo el de la montaña. Por este motivo los viajeros del tren se disputaban las ventanillas del lado derecho en sentido La Pobla de Segur para poder hacer buenas fotos.

El viaje en el tren turístico

La megafonía del tren va describiendo los detalles y vistas más interesantes de la línea por lo que los viajeros pueden situarse en el punto del trayecto que se recorre en ese momento. Hay que prestar gran atención porque una vista espectacular aparece tras un túnel y apenas se han podido hacer algunas fotos cuando el tren vuelve a introducirse en otro túnel. No obstante, como poco más del 16% del trayecto son túneles hay vistas para extasiarse y disfrutar.




Apenas sale el tren de la estación de Lleida se pueden contemplar estas dos vistas: la del puente atirantado sobre el río Segre, cuyo autor es el ingeniero Javier Manterola, y la Seu Vella de Lleida dominando la ciudad.



Hasta Balaguer, la via discurre junto al canal que lleva el nombre de esa ciudad y sirve para irrigar los campos de toda esa zona. En la foto vemos la localidad de Térmens con su apeadero.




No tardamos mucho en llegar a Balaguer, cuya iglesia de Santa Maria destaca en el conjunto de la localidad. Paramos momentáneamente en su estación porque aquí subían algunos viajeros. A la vuelta, la parada sería más larga porque su Ayuntamiento nos había reservado una sorpresa.




Mientras subían los viajeros pudimos apearnos para tomar esta foto de nuestro tren

A medida que nos alejábamos de Balaguer hacia el norte, el terreno se iba haciendo más abrupto, con una zona previa de mieses que ya amarilleaban. Desde el tren podían verse ya las aguas del embalse de Sant Llorenç de Montgai, el último en la cuenca del Segre antes de llegar al Noguera Pallaresa.









La pequeña localidad de Sant Llorenç de Montgai en la cola del embalse del mismo nombre


A partir de este punto comienzan los túneles pues hay que cambiar de cuenca fluvial. Dos túneles cortos primero y luego el más largo de toda la línea.






Boca norte del túnel del Palau (3.499 metros) y apeadero de Vilanova de la Sal. El túnel tiene una alineación recta por lo que desde cualquiera de las bocas se puede ver en la lejanía la luz de la boca contraria

El cambio de cuenca a la del río Noguera Pallaresa nos introduce en el territorio del Pallars que a su vez está dividido en dos comarcas: Pallars Jussá, con capital en Tremp, y Pallars Sobirá, con capital en Sort, más al norte de La Pobla de Segur. También entramos en el largo embalse de Camarasa junto al cual discurre la vía férrea.



El embalse de Camarasa estaba completamente lleno. Unas inoportunas gotas de agua en el cristal de la ventanilla del coche afean un poco la vista espectacular de este lago.



El tren pasó por el espectacular viaducto de Santa Lynia sobre uno de los brazos del embalse (Foto Carlos Viola López). Como no podíamos estar en el tren y en el paisaje nuestra aportación gráfica fue mucho más modesta.




El tramo metálico central del viaducto de Santa Lynia desde el propio tren








Aún continuábamos junto al embalse de Camarasa cuando en la vertiente opuesta se alzaban los edificios y la torre de la Baronía de Sant Oïsme, del siglo XI.




Desde lo alto de la Baronía se ve así el tren en su vía


Nuestro tren se inscribía airosamente en las numerosas curvas del trazado en toda esta zona. Es curioso indicar que las señales fijas correspondientes a las limitaciones de velocidad en la línea son dobles: una para los trenes que la recorren habitualmente y otra para este otro tren, compuesto por coches convencionales.

Ahora ya atravesaríamos la Sierra del Monsec para llegar al embalse de Terradets.













Las dos últimas fotos corresponden ya al embalse de Terradets tras pasar por la zona más angosta de la cola del embalse de Camarasa, donde ferrocarril y carretera van pegados. Al fondo del paisaje aparecían nevadas algunas cumbres pirenaicas



En medio de los árboles el apeadero de Cellers-Llimiana, localidades que están a uno y otro lado del embalse.





Finalmente nuestro tren llegó a Tremp por cuya estación pasamos lentamente ya que no tenía parada prevista en ese lugar. Aquí se iniciaría la última parte de nuestro viaje. Durante la construcción de la línea, el tren se detenía en esta ciudad pues desde 1950 a 1951 estuvo en construcción el tramo final hasta La Pobla de Segur.





El valle donde está enclavada Tremp es amplio y lleno de cultivos, pero enseguida se estrechará ya que debemos entrar en la zona del embalse de Talarn.



En la lejanía podíamos ver la presa de este embalse que soltaba un enorme chorro de agua.





Nuestro tren volvía a retorcerse en esta angosta zona, en la que también debíamos pasar algunos túneles.




Nuestro tren atravesando un puente en Salas de Pallars


El embalse de Talarn ha entrado ya en este año en periodo de estiaje por la falta de lluvias que ha disminuido el caudal de los ríos pirenaicos.



Desde la vista de estas casas las locomotoras de nuestro tren comenzaron a pitar pues nos acercábamos a La Pobla de Segur, final de nuestro viaje de ida.



Allí en su estación aguardaba nuestra llegada el tren de línea para partir hacia Lleida. Nada más parar nuestro tren, todo el mundo saltó al andén a los compases de la música que se oía en unos altavoces.



En el andén un miembro de la Asociación de Els Raiers nos daba también la bienvenida. Rememoran el antiguo transporte fluvial de la madera de los bosques en la parte alta de la cuenca del Noguera Pallaresa.



A los pies de la antigua estación de La Pobla de Segur se agrupaban los viajeros para hacer visitas guiadas a la localidad e ir luego a comer a los distintos restaurantes que ofrecen un menú especial para los que vienen en el tren. No llegan 300 personas de golpe a estos lugares tan apartados todos los días y este tren es una gran aportación turística para el pueblo.

La Pobla de Segur

Esta localidad turística del Pallars Sobirá no llega a los 3.000 habitantes aunque en periodos vacacionales puede duplicar su población. Su zona antigua presenta la arquitectura típica de las poblaciones del Pirineo, con una cuidada urbanización de sus calles, que respetan la fisonomía de la localidad.



En la zona ajardinada aledaña a la estación, un monumento rememora el 50 aniversario de la llegada del ferrocarril.



Desde la estación hay que andar un poco para llegar a la zona antigua. De aquí parten sendas carreteras, una de ellas a Pont de Suert y Vielha y otra hacia Sort desde donde se podrá acceder a Vielha por el Puerto de la Bonaigua y a Andorra por La Seu d'Urgell.

Como no necesitábamos de guía ni de grupo organizado decidimos visitar la localidad por nuestra cuenta y hablar con los lugareños que son los mejores guías turísticos.



El casco viejo se accede, entre otras entradas, por este arco tras el cual se abre la calle Mayor.





Al final de la Calle Mayor, otro arco desemboca en la Plaza de la Pedrera desde donde hay unas excelentes vistas del valle.







En el callejeo por el pueblo pudimos ver esta casa tan bien conservada. Hay muchos lugares interesantes que ver en La Pobla de Segur y su web turística ofrece las rutas más interesantes pues su arquitectura va desde el románico al modernismo. Dejamos que nuestros lectores sigan los enlaces sugeridos porque serán más descriptivos que nuestra cámara.

En el callejeo vemos una charcutería que nos pareció el lugar más apropiado para conocer los productos típicos de la localidad y en ella hablamos lárgamente con su propietario. ¡Menuda lección! A la vuelta de la calle, el mismo propietario cuenta con un restaurante muy coqueto, cuyas mesas están reservadas para los viajeros del tren y allí nos dirigimos para comer el menú especial.



Y parte de ese menú -además de los productos típicos de la zona- es esta floral amanida (ensalada). Pregunto a la camarera si para aumentar la ración puedo echar mano de una maceta del jardín que hay en la terraza. No es posible. Las flores del plato son cultivadas en Balaguer de manera primorosa para delicia de los comensales.



Un rato antes de la partida hacia Lleida volvemos a la estación donde ya se habian situado las locomotoras en el lado contrario.



Poco antes de la salida de nuestro tren llega el de línea procedente de Lleida, que aqui vemos. El viaje de regreso sólo contemplaba una parada en la estación de Balaguer donde el Ayuntamiento obsequió a los viajeros con "cocas de samfaina" y vino en porrón.







Las cocas se acabaron pronto y cuando el tren partía de la estación pudimos ver que el andén seguía lleno de gente: quizá muchos del pueblo se habían apuntado también a la merienda.



Aprovechando la parada pudimos ver este excelente enclavamiento mecánico tipo Bouré, que se utiliza en la estación de Balaguer y es el único que subsiste por estos parajes.

Puntualmente llegamos a la estación de Lleida en la que pudimos despedirnos del personal de la ARMF que tripulaba el tren. Fue un viaje excelente que podemos comparar con otros efectuados en trenes turísticos de diversos paises europeos.

Dada la petición de reservas que no se puede atender, sugerimos que se aumenten las circulaciones en más días. La web del tren podría también permitir la compra de los billetes en línea, algo que actualmente no es posible. También, por el alto numero de viajeros que vienen a efectuar este trayecto desde Zaragoza, Barcelona y otras poblaciones de toda esta área, deberían poder adquirirse billetes combinados junto a otros trenes que accedan a Lleida. De hecho ya es posible en la web de Renfe adquirir billetes combinados con los trenes habituales de La Pobla de Seguir, pero no para este tren. Una mejora de la comercialización multiplicaría considerablemente el número de viajeros.




Billete del Tren dels Llacs


La fallida conexión ferrioviaria directa de Andalucía con Francia

Decíamos al comienzo que este línea entre Lleida y La Pobla de Segur es el resto de un importante proyecto ferroviario de más de 850 km que debía unir Baeza (hoy Linares-Baeza) con St Girons, en Francia. Fue proyectado y se comenzó a construir en 1920.




Trazado de la línea Baeza-St Girons

La Guerra Civil interrumpió las obras que se reanudaron con posterioridad. El tramo más avanzado fue el de Baeza a Utiel en el que incluso se llegaron a tender las vías en algunos tramos. Por el lado norte las obras comenzaron en Lleida hacia el Pirineo.



Por el lado francés, las obras arrancaron mucho antes en St Girons en un primer tramo hasta Oust. Para atravesar los Pirineos se había previsto construir un túnel de más de 8 km en Salau. La conexión en St Girons permitía hacerla con la línea Boussens-Foix. Sin embargo, también por el lado francés el ferrocarril corrió tan mala suerte como en España.




Croquis del tramo St Girons-Oust, único en el lado francés donde se hicieron las obras


Hoy día St Girons se ha quedado sin ferrocarril. La línea entre Boussens y esta localidad se ha sustituido por autobuses de la SNCF y el tramo hasta Foix convertido en vía verde. El tramo hasta Oust se cerró en 1941.

Por ello, de tan enorme proyecto, lo único que nos ha quedado es el ferrocarril Lleida-La Pobla de Segur.

Información detallada de la línea prevista en territorio español lo tenemos en este documentado artículo de Ferropedia, que enlaza con otros documentos y fotos. De la parte francesa hay abundante documentación en internet. Enlazamos este documento sobre el tramo St Girons a Oust.

En fechas recientes se ha estudiado prolongar la línea desde La Pobla de Segur hasta Seu d'Urgell, lo que exigiría construir un túnel de entre 10 y 15 km. (MAM)

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Agradecimiento a los miembros de la ARMF, en particular a Luis (maquinista de nuestro tren) y a Manel. También al personal de FGC de la línea de La Pobla de Segur.

Igualmente a Javier López Ortega que nos ha prestado sus fotos del tren insertado en el paisaje hechas desde lugares elevados.