5 de octubre de 2013

Grandes proyectos ferroviarios internacionales (X): Los túneles submarinos Gran Bretaña-Irlanda


El 6 de mayo de 1994 fue inaugurado el túnel bajo el Canal de la Mancha, de 50,5 km, que ponía fin al aislamiento ferroviario del Reino Unido respecto del Continente europeo. Uno de los aspectos que ha facilitado el tráfico ferroviario entre ambas orillas del Canal ha sido el común ancho de vía que comparten Gran Bretaña y la mayor parte de los países europeos. Pero el Túnel del Canal no es el único proyecto ferroviario que se ha desarrollado en el Reino Unido para salvar su aislamiento ya que se han considerado otras opciones de conexión con la República de Irlanda y también con Irlanda del Norte. Y de ellas vamos a tratar en esta entrada.


En septiembre de 2004, la Academia de Ingenieros de Irlanda publicó un informe titulado "A vision of transport in Ireland in 2050" en el que se exponen las líneas principales para una modernización del transporte ferroviario en Irlanda. Las nuevas infraestructuras estarían basadas en dos líneas de alta velocidad: una, hacia el norte, para unir Dublín y Belfast y otra, hacia el suroeste, que uniría Dublín y Cork, la segunda ciudad en importancia en la República de Irlanda.


El mapa resultante de las nuevas estructuras lo vemos en este croquis, en el que las dos líneas de alta velocidad están dibujadas en rojo, las líneas ferroviarias actuales son las líneas negras y las de puntos serían las nuevas líneas ferroviarias convencionales propuestas.

Hay que tener en cuenta que entre Waterford y el puerto de Rosslare (sureste) existe una línea ferroviaria que fue cerrada el 12 de marzo de 2010 a causa del escaso número de viajeros. Ese tramo era una prolongación de la línea entre Limerick y Waterford, cuya construcción fue concluida en 1854, uno de las primeras del ferrocarril en Irlanda, en un recorrido transversal que uniría dos mares al Este y al Oeste de la isla.

Pues bien, el recorrido de ese ferrocarril es el que figura en este croquis con una línea azul intenso para marcar la propuesta de un nuevo corredor prioritario de mercancías cuyo origen estaría en Gran Bretaña, cruzando el Canal de San Jorge, en el Mar de Irlanda, con un túnel submarino entre Fishguard y Rosslare. Es la denominada "Tuskar route". Hasta Fisguard hay conexión ferroviaria desde Londres, que parte de la estación de Paddington y enlaza con los ferries, que salvan actualmente el Canal de San Jorge. Desde el puerto de Rosslare también existe conexión ferroviaria con Dublín.

Ese túnel tendría una longitud superior al del Canal de la Mancha ya que alcanzaría las 50 millas (80,5 km) lo que lo sitúa en el terreno casi de la quimera. Una dificultad añadida es el distinto ancho de vía entre ambas orillas. Gran Bretaña utiliza el ancho estándar (1435 mm) mientras que en Irlanda el ancho de vía es de 1600 mm, el mismo que en Australia y Brasil.

No obstante, existen dos puntos en los cuales la proximidad de ambas islas es tan grande que se han barajado dos opciones para unirlas por ferrocarril. La conexión más al norte sería la que podría unir el Condado de Antrim, en Irlanda del Norte, y el Mull of Kintyre (Escocia), atravesando el Canal del Norte. La escasa distancia (19 km) tropieza, sin embargo, con lo escarpado de los terrenos a ambas orillas, lo que obligaría a construir nuevos túneles bajo montañas. Además, se trata de zonas de escasa población lo que complicaría la rentabilidad de la obra. Un trayecto ferroviario entre Glasgow y Belfast por esa conexión tendría unos 200 km (Kintyre route).

La segunda opción norte seria la de unir con un puente o un túnel la zona de Galloway, en concreto, Stranraer, con Belfast. El puente o túnel tendría la longitud nada despreciable de 33,9 km (Galloway route). Una distancia similar se ha cubierto también con un puente en China (Shanghai-Ningbo): el puente de la bahía de Hangzhou.

Los Parlamentos del Reino Unido y de Irlanda se han ocupado en varias ocasiones de la posibilidad de construir alguno de estos túneles, destacándose que se trata de proyectos que se remontan incluso al siglo XIX. Viajeros no faltarán ya que el enlace aéreo entre Londres y Dublín alcanzó en 2011 los 3,7 millones de pasajeros, hasta el punto de que Bristish Airways debió duplicar en 2012 el número de vuelos para atender la conexión. También es notable el número de ferries y pasajeros que se mueven en la conexión maritima entre Fishguard y Rosslare, en la que se puede comprar billete combinado desde Londres con el ferrocarril. Esa misma compañía naviera sirve también la ruta del norte entre Irlanda del Norte y Escocia.

Próximo viaje

Desde hacía tiempo me venía rondando por la cabeza realizar un viaje ferroviario entre Londres y Dublín que ahora debe utilizar el ferry en una pequeña parte del recorrido, para seguir luego hacia Belfast en tren y saltar luego a Escocia para llegar hasta las tierras altas de esa región muy bien servidas por el ferrocarril.


El momento ha llegado y el próximo mes de noviembre iniciaremos esta nueva aventura ferroviaria que nos descubrirá nuevas líneas de ferrocarril, nuevas ciudades e interesantes paisajes en época otoñal, cuando las hojas de los árboles han mudado su color del verde intenso al cobrizo y empiezan ya a asomar las nieves en las cumbres.

Se preparan, por tanto, nuevos relatos que ocuparán diversas entradas del Blog.