3 de junio de 2016

Ávila: Murallas, palacios, iglesias y una dilatada historia ferroviaria


2.516 metros de muralla, 87 torreones y 9 puertas convierten a la ciudad de Ávila en el recinto amurallado mejor conservado del mundo. Monumento Nacional desde 1884, Conjunto Histórico Artístico desde 1982, Patrimonio de la Humanidad desde 1985 y con ferrocarril desde 1863... Con todo ese historial, que concita la admiración de los centenares de miles de turistas que la visitan, no podía por menos que ocupar un lugar en este Blog, pues a Ávila hemos venido en ferrocarril, añadiendo un aliciente especial a la visita con el recorrido de los 119 kilómetros que la separan de Madrid, trayecto que nadie debe perderse.

La inauguración en 2007 de la línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid supuso un golpe para la estación de Ávila. Un cierto número de trenes de Larga Distancia pasaron a circular vía Segovia y sus viajeros dejaron de ver las murallas abulenses. Luego ha venido la alta velocidad hacia Zamora, que usa también esa infraestructura. Éstos ya no pasan por Ávila y la estación de Medina del Campo de toda la vida, que los recibía para invertir su marcha, se ha visto desplazada por otra nueva al sur de la ciudad. Por tanto, menos trenes a Ávila. Lo último ha sido la conexión, también por alta velocidad, entre Madrid y Salamanca vía Segovia. Parece que con todo ello se ha vuelto a repetir la pugna inicial cuando Ávila y Segovia se disputaron la línea hacia el norte en uno de los episodios más apasionantes de la historia del ferrocarril español.

Pero el ferrocarril por Ávila dista mucho de haber muerto. Actualmente unos 40 trenes de viajeros, la casi totalidad de Media Distancia, pero con destinos para algunos iguales que los de alta velocidad hacia el norte, pasan besando las murallas abulenses. 

En nuestro viaje ferroviario a Ávila hemos pasado por la estación de Herradón-La Cañada cuya altitud de 1.360 metros la convierten en una de la más elevadas de la red de ancho ibérico (las que la preceden están en el tramo final de la línea de Puigcerdá en la frontera con Francia).


Estación de Herradón-La Cañada

Volvamos al inicio de nuestro viaje. El primer tramo que deben recorrer los trenes de Media Distancia hacia Ávila es el de la estación de Chamartín a Villalba. La coincidencia con muchos trenes del Núcleo de Cercanías de Madrid lo convierten en altamente congestionado con más de 200 trenes (Cercanías, Media Distancia, Trenes Hotel y mercantes) para sólo dos vías entre Pinar de Las Rozas y Villalba y múltiples estaciones. Apenas se puede avanzar más que a la velocidad de los tráficos de Cercanías. El "Plan de Cercanías de Madrid 2009-2015" preveía cuadruplicar las vías en ese tramo, obra de notable coste que la crisis se ha llevado por delante.

En gran parte de ese tramo, las edificaciones están al borde de las vías y en otros la diferencia de nivel con el terreno circundante obligaría a realizar muros pantalla bastante altos. Un resumen del proyecto puede consultarse en este enlace de la web de Ecomovilidad.


Urbanizaciones próximas a las vías en la línea de Ávila

Un lugar muy interesante para ver el paso de los trenes es la estación de Villalba, con su paso elevado sobre las vías. En el pasado lo fue mucho más que ahora por la diversidad de circulaciones de viajeros. Hemos buscado en el archivo fotográfico personal de pasados viajes ferroviarios a esta estación y nos hemos encontrado con interesantes fotografías, algunas de las cuales insertamos.




Estación de Villalba con su paso superior sobre las vías, atalaya para los fotógrafos de trenes (Junio de 1997)



Rama de Talgo III remolcada por una locomotora eléctrica 252 con su antigua librea, a su paso por Villalba, haciendo el servicio Santander-Madrid-Alicante. Este tren utilizaba la línea de Ávila (Junio de 1997)



Una circulación por la línea de Ávila que ya no existe con esos productos: "El lechero" como se conocía a este tren por los aficionados ferroviarios. TECO con contenedores de La Asturiana. Ahora pasa por Ávila con productos de Mercadona y realiza el trayecto Sevilla-León, operado por Transfesa (Villalba, junio de 1997)


Zona de la estación de Villalba donde se bifurcan las líneas: las vías de la izquierda se dirigen hacia Ávila y las de la derecha hacia Segovia (Junio de 1997)

Pasado Villalba, el punto más interesante es el de la estación de El Escorial y sus proximidades. Desde el tren se hace ya muy difícil contemplar bien el monasterio, debido a la corpulencia de los árboles. Sin embargo, estamos en una zona predilecta por los aficionados al ferrocarril para retratar trenes con ese singular monumento arquitectónico de fondo.


Foto de autor desconocido en la que se ve un tren mercante hacia el norte con fondo de El Escorial (Enero de 2015)

Las lentas inversiones que se vienen desarrollando en esta línea han permitido renovarla totalmente entre El Escorial y Robledo de Chavela. Ahora se pretende hacerlo entre esta última estación y Ávila, cuya estación ya fue renovada hace pocos años. De todas formas, las posibilidades para elevar la velocidad son escasas ya que el trazado es muy sinuoso. Los trenes entre Madrid y Ávila apenas bajan de 1h 30' el tiempo de trayecto. No importa demasiado porque la contemplación del paisaje es importante.


La línea negra que vemos entre El Escorial (921 metros) y Ávila es la del ferrocarril. Podemos observar que no hay tramos rectos. Su trazado se adapta a la dura orografía con rampas hacia la estación de La Cañada (1.360 metros) y bajada hacia Ávila (1.131 metros).


Cuando a mediados del siglo XIX se estudiaban los trazados posibles para ir desde Madrid a Valladolid una de las opciones que se planteó fue la de construir un túnel de base que iría desde la localidad madrileña de Guadarrama hasta Arévalo. Esta opción, proyectada por el ingeniero inglés Alexander Mackenzie Ross, hubiese dejado a Ávila sin ferrocarril. No se llevó a cabo, pero con el paso de los años el túnel de Guadarrama (28 km), con distinto trazado, se ha convertido en el principal  hito de la línea de alta velocidad Madrid-Valladolid. La historia completa de la pugna entre Ávila y Segovia, con todas sus secuelas podemos leerla en este trabajo de investigación de Rafael Barquín. El croquis anterior procede de ese trabajo.

A partir de El Escorial, la primera parte del trazado es de vegetación densa de pinares, pero a medida que la línea va subiendo de cota el monte se va haciendo más descarnado y agreste, con fuertes barrancos del lado izquierdo de las vías y montes del lado derecho. Las escorrentías que se producen en algunos barrancos cuando hay lluvias intensas han provocado algún susto para la explotación ferroviaria, como enseguida veremos.



Pinares en la primera parte del trayecto entre El Escorial y Ávila


Una de las vistas más bellas del trayecto: la estación de Navalgrande vista desde el tren aprovechando una de las pronunciadas curvas de la vía


Cuando el tren se va aproximando a Ávila, el paisaje se torna más llano. Extensas praderas, muy verdes en estos días gracias a las lluvias que han caído en la primavera, permiten que paste el ganado vacuno tan abundante en estas tierras.

Desde La Cañada la vía discurre en suave descenso hasta llegar a Ávila, final de nuestro trayecto. El tren que nos ha traído tenía destino Salamanca y su nivel de ocupación más bien discreto.

Decíamos que algunos barrancos han ocasionado importantes problemas a la circulación ferroviaria. Así sucedió el 1 de septiembre de 1999 en el que una intensa lluvia y granizada durante unas dos horas, entre las estaciones de Navalgrande y Guimorcondo, ocasionaron notables daños en esa zona de la vía, produciendo el corte total de las circulaciones durante casi un mes.






Estado en que quedaron las vías en dos de los tramos afectados por la tromba de agua (Fotos JMA en la revista "Maquetrén", nº 3 de 2000)

La estación de Ávila

Antes de entrar en la ciudad, vamos a detenernos un poco en la estación. El edificio actual no es el primitivo de los orígenes del ferrocarril abulense, sino que fue construido entre 1955 y 1960 en el mismo lugar de la edificación primitiva.




Edificio primitivo de la estación de Ávila



La estación actual de Ávila al poco de su inauguración (Colección Museo del Ferrocarril de Madrid, insertada en el folleto "Ávila y el ferrocarril" con motivo del 150 aniversario del ferrocarril en Ávila, 2013)





Fachada exterior de la estación de Ávila tal como está actualmente. Una horrenda marquesina a modo de parada de taxis rompe la simetría visual del edificio



Interior de la cubierta del vestíbulo con cerchas de sustentación y mural muy del gusto de la época en que fue construida



Andén principal con la marquesina de hormigón que se le añadió al edificio. El considerable número de circulaciones nocturnas que pasaban por aquí exigía una protección adecuada frente a las inclemencias del tiempo



El andén de las vías 2 y 3 también dispone de una marquesina de hormigón


Las circulaciones de viajeros que discurren por la estación, a base de trenes de Media Distancia 449 y 599 son realmente monótonas. Trenes blancos de igual aspecto que van y vienen constantemente. La excepción la constituyen los trenes hotel (Galicia y Lisboa) servidos por material Talgo y remolcados por locomotoras eléctricas 252. En total, unas 40 circulaciones de viajeros entre las cuales hay tres pares de trenes regionales Madrid-Ávila que realizan unidades Civia de las Cercanías de Madrid. Esos trenes paran en todas las estaciones del trayecto y entre Madrid y Santa María de la Alameda pueden tomarse con los abonos mensuales, debiendo los viajeros obtener un billete suplementario por importe de 3,65 € (sin descuentos). Una manera bien barata de llegar hasta Ávila.




Tren Civia de las Cercanías de Madrid que cubre el servicio Regional con Ávila

Entre medias de las circulaciones de viajeros pasan por la estación un número variable de trenes mercantes: unos 140 a la semana, más del 60% de Renfe Mercancías, aunque también circulan de otras operadoras: Transfesa, Continental, Comsa, Tracción Rail, Acciona y Transitia. Algunas de esas circulaciones pasan en horario nocturno.




Mercante de Transfesa Rail con vagones de transporte de material metálico, remolcado por una locomotora 333 (diésel) alquilada por la filial ROSCO de Renfe, pasa sin detenerse por la vía 2 de Ávila







Tren mercante "Iberian Link" con origen en Madrid y destino Lisboa. Lleva plataformas de CP Carga (ahora Medlog, tras su privatización)  que en España es remolcado por Renfe. Este tren se detiene brevemente en la estación de Ávila para el cambio de maquinista

También pasan trenes con plataformas portacoches, contenedores, bobineros, etc. Un amplio elenco de todo lo que se puede transportar por ferrocarril.

Ávila de los Caballeros, la bien cercada

Había que abandonar ya la estación para adentrase en la ciudad. Precisamente fue la construcción de la línea ferroviaria y la respectiva estación las que propiciaron la ampliación de la ciudad hacia el nordeste desbordando los antiguos límites amurallados.




Mapa de Ávila original de Francisco Coello, de 1864, cuando acababa de llegar el ferrocarril a la ciudad. La estación quedó situada en la Carretera de Madrid, que hoy pasa por debajo de las vías




Mapa actual de Ávila. En círculo rojo la situación de la estación de ferrocarril

En otro mapa, también de Francisco Coello, de 1864, que se muestra en la Mansión de los Deanes (Museo de Ávila), podemos apreciar el trazado de la vía férrea contorneando la ciudad.


Mapa de Francisco Coello (1864). Museo de Ávila

La ciudad cuenta con un notable número de hoteles, situados desde la propia estación hasta el centro de la ciudad amurallada. El turista que acá llegue en tren puede escoger entre la visita de un solo día -para lo que cuenta con trenes que permiten llegar a hora temprana y partir a última hora- o pernoctar en la ciudad. Establecimientos de todos los precios están a su disposición.




Si viene a Ávila en invierno, ésta será la vista que puede que le reciba (Foto Turespaña)

Quizá lo más espectacular que puede hacerse es visitar la muralla a la que puede subirse en varios de los tramos.






Las dos puertas opuestas de la muralla de Ávila. La de la Plaza de Santa Teresa ("El Grande") y la del Puente Adaja, por la que se sale hacia el Mirador de los Cuatro Postes















Algunas de las restantes puertas del recinto. Entre ellas podemos ver la que tiene una espadaña. La última foto muestra la Puerta de Carnicerías, junto a la cual está la Oficina de Turismo y una de las subidas a la parte superior de la muralla

Mostradas las puertas, podemos observar también los lienzos de la muralla desde distintos emplazamientos.








Quizá la vista más espectacular es la que se obtiene desde el Mirador de los Cuatro Postes, situado al otro lado del río Adaja. Un paseo señalizado lleva hasta allí desde el propio centro de Ávila.






En estas fotos vemos el puente romano que cruza el Adaja, entre medio de los árboles, hoy de uso peatonal, junto al puente de carretera.




El Mirador de los Cuatro Postes con el fondo de la muralla de Ávila



Volvíamos andando de visitar ese Mirador y hacer algunas fotos, cuando después de cruzar el Adaja vimos pasar el "tranvía de Ávila", vehículo turístico puesto en marcha el pasado año por el Ayuntamiento, con apariencia de tranvía antiguo pero con neumáticos de caucho. Realiza un trazado en torno a las murallas y llega hasta otros lugares apartados, como es el propio Mirador o el Monasterio de la Encarnación.










Otros lados muy bellos de la Muralla de Ávila son los de las cara Norte, Este, Sur y Oeste, por el orden de las fotografías. Es probable que el viajero ferroviario necesite más de una jornada para saborear el encanto de este monumento arquitectónico Patrimonio de la Humanidad, miles de veces retratado.

Para continuar la visita, en orden de importancia lo más relevante, junto a la Muralla, es la Catedral.











En este enlace se describen con todo detalle las características de este monumento, la primera catedral gótica de España cronológicamente, por lo que no vamos a detallar más.






Quizá al visitante apresurado se le pueda pasar por alto, y por eso lo destacamos, que en el claustro está enterrado el expresidente del Gobierno de España, en momentos importantes de nuestra historia reciente, Adolfo Suárez. Su esposa también descansa eternamente en la misma tumba.



Los diversos recorridos monumentales


Ávila tiene importantes monumentos para visitar: los de la ruta de Santa Teresa, la ruta de los palacios, las de las iglesias de especial relieve... El visitante deberá escoger qué ver en función del tiempo disponible.



El pasado año se celebró el V centenario de la Santa de Ávila viajera como pocas en su época y escritora detallada de no pocos libros, en algunos de los cuales se relatan sus viajes por España para erigir monasterios.






En la exposición conmemorativa de ese V aniversario, que aún puede visitarse, situada en el Palacio de los Verdugo, se puede ver este panel de los viajes de Teresa de Ávila. A lomos de caballería recorrió gran parte del país narrando sus vivencias y fundaciones. ¿Qué hubiera visitado de haber contado con el ferrocarril como medio de transporte?



Precisamente en ese mismo Palacio de los Verdugo, en octubre de 2013, se montó la Exposición conmemorativa del 150 aniversario de la llegada del ferrocarril a Ávila.




Cartel del 150 aniversario de la llegada del ferrocarril a Ávila

Además de esa efemérides ferroviaria, Ávila tuvo otra inauguración de línea mucho más tarde: fue en 1926 cuando se puso en servicio la conexión con Salamanca, cuya inauguración recoge esta otra foto, original de Mayoral.



Las huellas abulenses de Teresa de Ávila están repartidas por la ciudad: desde el lugar donde nació y está enterrada en parte (el cuerpo de la Santa viajó tras su muerte casi tanto como en vida), hasta sus primeras fundaciones.








Convento carmelita levantado en el solar de la casa natal de Teresa de Ávila y detalles interiores



Paisaje extramuros de Ávila en el que se divisa el Monasterio de la Encarnación, en el que vivió Teresa de Ávila durante casi 39 años



Entrada del Monasterio de San José, la primera fundación de Teresa de Ávila

La ruta de los palacios es bastante extensa y detenerse en todos ellos puede llevar una jornada completa.





Fachada con portada de estilo plateresco y patio interior del Palacio de Polentinos, que fue Academia de Intendencia y ahora Museo



Antiguo palacio episcopal que hoy alberga la oficina de Correos



Palacio del Marqués de Velada, del siglo XVI, situado junto al de Correos



Palacio de Valderrábanos, hoy convertido en establecimiento hotelero, situado en la Plaza de la Catedral


Palacio de los Mújica, Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial





Real Monasterio de Santa Ana, muy próximo a la estación, hoy convertido en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León. La antigua capilla del Monasterio -que no pudimos visitar- se ha transformado en salón de actos





Casa de los Deanes, de estilo renacentista, sede actualmente del Museo de Ávila. En la otro foto, el patio interior. La visita a este museo es muy recomendable



El Museo de Ávila cuenta con un anexo en la misma plaza: es la antigua iglesia de Santo Tomé el Viejo, de estilo románico (siglo XII)


Palacio de los Sofraga, remozado y convertido en un restaurante


Palacio de Bracamonte, sede de la Delegación de Cultura de la Junta de Castilla y León



Fuera de los recorridos turísticos habituales pudimos visitar la Casa del Regidor Antonio Navarro, sede actualmente de la Cámara de Comercio, cuyo patio es una muestra interesante de la arquitectura civil abulense

Y luego, iglesias, muchas iglesias por doquier que el visitante podrá ir descubriendo con ayuda del plano que facilita la Oficina de Turismo

El centro cívico de Ávila

El centro de la ciudad amurallada lo constituye la plaza denominada del Mercado Chico, donde está situado el edificio del Ayuntamiento.







Plaza del Mercado Chico, con el edificio del Ayuntamiento. En la última foto podemos ver el acceso a esa plaza desde la calle peatonal Vallespin, llena de locales de restauración

El "chuletón"


Ávila es famosa, desde el punto de vista culinario, por los chuletones de ternera. Cuando se viaja en tren, podemos ver en los prados más próximos a ciudad, junto a la vía, el ganado vacuno paciendo. Eso recuerda al viajero que en la ciudad habrá que tomar el chuletón. Debido al tamaño de semejante producto no es algo que pueda engullir una única persona por lo que es manjar para compartir.




En uno de los restaurantes que hay por doquier, ya abrían el apetito del turista poniendo a la intemperie, en la misma acera, una muestra del menú con el chuletón bien a la vista y otras delicias locales, como son las migas o las patatas revolconas.




Para verlo lo más fresco posible nos acercamos al Mercado de la ciudad en una de cuyas carnicerías estaban los chuletones. De media suelen pesar unos 700 gramos, hueso incluido.




Si le parece demasiada carne para el plato principal de la comida, puede decantarse por pedir un entrecot (de ternera avileña, que no de otro lado). Se lo servirán con etiqueta y todo.



De yemas y melindres


¿Qué llevar como recuerdo de Ávila? Hay muchas tiendas de objetos y productos de recuerdo, entre los cuales destacan las yemas de Ávila. Por doquier hay ofertas de ese tradicional y azucarado producto. Nos apetecía probarlas de confección artesanal ya que en muchos de los establecimientos las tienen industriales. Guiado por consejos expertos nos fuimos a la Plaza de Santa Teresa (llamada "El Grande", pues allí se montaba el mercado de mayor concurrencia).




Allí encontramos esta pastelería, con más de 75 años de vida, donde hay unas yemas excelentes y otros productos que hacen las delicias de los más golosos. La dueña actual me dijo que llevaba más de 50 años atendiendo al público en ese lugar. Otros dos establecimientos de esa misma casa se ubican en la Plaza del Mercado Chico y en las inmediaciones de la estación del ferrocarril. Por cierto, las yemas estaban deliciosas. Además, se presentaba en el escaparate el "hornazo", masa de pan rellena con productos del cerdo y huevo duro.




La vuelta la hicimos en un tren de Media Distancia, como éste, con destino Madrid-Chamartín, para enlazar a continuación con un Alvia a Cádiz desde Puerta de Atocha. El tren paró en bastantes estaciones entre Ávila y Villalba. Llevaba bastantes plazas libres, quizá por ser un día entre semana. 



¿Cuantos viajeros tiene la estación de Ávila?


Para responder a esa hay que recurrir al Observatorio del Ferrocarril del Ministerio de Fomento, cuyos datos se publican con cierto retraso. Hemos extractado los datos en serie larga que en ese documento aparecen para Ávila, que esa estadística incluye entre los servicios de Media Distancia.




No parecen muchos para la importancia turística que tiene la ciudad. Además, tras la cifra más alta de esta serie en 2008, el número de viajeros ha ido decreciendo lentamente con algunos altibajos. No hay datos de 2015 cuando se celebró el V Centenario de Santa Teresa. A las instituciones públicas de la ciudad compete revisar los estímulos propagandísticos para que el acceso a Ávila por ferrocarril sea más importante, dado el número actual de trenes que paran en la estación.


En cualquier caso, nuestro desplazamiento mereció la pena por los paisajes recorridos y la visita a tan importante ciudad castellana, a la que merece la pena llegar en tren. Queremos, por último, agradecer a nuestro amigo y gran aficionado ferroviario abulense Alfonso R. Muñoz sus indicaciones e incluso acompañamiento en alguno de los recorridos de la visita. (MAM)


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Más información

Web oficial de Turismo de Ávila