24 de octubre de 2014

"Salga el sol por Antequera...": la ciudad de las tres estaciones


La estación de Bobadilla en tiempo pasados. Era muy importante no equivocarse aquí de tren pues partían hacia Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga y Algeciras, con muy poca diferencia de tiempo, debiendo el viajero transbordar de uno a otro según su destino (Foto de la colección de Miguel Giménez Yanguas, en el DVD editado en 2009 por la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía -AGRAFT)



Estación de Antequera-Santa Ana, situada en la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga, pero a 10 kilómetros del centro urbano. Las modernas líneas de su edificio contrastan con el de la estación de Bobadilla que apenas ha sufrido cambios en su historia

Un despistado viajero tomó el tren para Málaga en Sevilla, allá por los años 50 del pasado siglo, pero lo hizo en un coche equivocado. En Bobadilla notó que el tren se movía hacia atrás y que en lugar de ir hacia Málaga iniciaba el viaje a Granada. Se había efectuado un corte en la composición y el tren, dividido ya en dos, encaminaba sus coches en direcciones distintas. De nada le sirvieron sus súplicas buscando al interventor de un lado para otro. Ya no podría apearse hasta Antequera. Por suerte, poco después de llegar a esa estación pasaba el tren en sentido contrario y volvería a Bobadilla donde pudo montarse en el expreso que venía de Madrid con destino Málaga. Esta curiosa historia me la relató un viajero en uno de aquellos desplazamientos a El Chorro, pocos años después, añadiéndome el consejo de que no me equivocase yo, pues se daba cuenta de mis pocos años. Y como hemos estado en El Chorro hace bien pocos días, pensé que podría rememorar el despiste pero ya de forma intencionada, tomando un tren hacia Antequera, que posee la curiosidad de tener tres estaciones en su término municipal, eso sí, a unos 10 kilómetros del centro urbano dos de ellas: la de alta velocidad Antequera-Santa Ana y la de Bobadilla de toda la vida.




En julio de 2012, la lectura del Proyecto Fin de Carrera de un alumno me llevó a Granada en un viaje ferroviario fugaz. Un Media Distancia Sevilla-Granada sería mi tren y paró en Antequera para cruzarse con un MD a Algeciras. En esta foto inmortalizamos ese momento. El vestíbulo de la estación antequerana -la "buena"- aparece en su esquina de Levante. Cuando Fernando I de Aragón (el infante don Fernando de Antequera) pronunció la famosa frase "Salga el sol por Antequera y póngase por donde Dios quiera". debía estar más bien hacia Bobadilla porque desde aquí vería salir el sol por la Peña de los Enamorados, que está en el camino hacia Granada.



La Peña de los Enamorados vista desde sus dos caras. En la foto superior (julio de 2012) aparece en primer término la línea de alta velocidad Bobadilla-Granada vista desde el tren de Media Distancia que me llevaba a Granada, tomada cerca de Archidona. La segunda de las fotografías procede del Cuaderno nº 75 dedicado a Antequera, en la colección Portfolio Fotográfico de Andalucía (Alberto Martín Editor, Barcelona 1914, colección que tiene en su biblioteca el autor de este Blog)



La impresionante silueta de la Peña de los Enamorados tomada en estos días desde La Alcazaba de Antequera con parte de la ciudad a los pies. En la parte izquierda, vemos el viaducto de la LAV de Granada sobre el río Guadalhorce, en el tramo Antequera-Peña de los Enamorados, con 2.525 metros de longitud

El complejo entramado de líneas en el municipio de Antequera

Antes de adentrarnos en el objetivo de nuestra visita conviene que el lector sepa el complejo entramado de líneas ferroviarias que se han ido acumulando en el municipio de Antequera a lo largo de la historia.

La construcción de la línea Bobadilla-Granada fue paralela a la de Córdoba-Málaga y ejecutada por la misma empresa concesionaria. El 20 de agosto de 1865, cuando se acababa de inaugurar la línea hasta Málaga, el ferrocarril llegaba también a Antequera. Pero no sería hasta 1874 cuando se completó la línea hasta Granada. Varias tramos intermedios se pusieron en servicio entre esos años.

Bobadilla iba a ser durante muchos años el punto central de interconexión de líneas ya que en 1893 se completó la Bobadilla-Algeciras. Se configuraba como una estrella y su estación sería lugar de transbordo entre trenes o donde algunas de sus composiciones se cortarían para seguir caminos distintos.




Croquis de las líneas ferroviarias y las carreteras, incluido en el fascículo dedicado a Antequera de la colección antes citada. Es de 1914 y puede observarse cómo la estación de Fuente de Piedra, ahora sin servicio de viajeros, se encontraba también dentro del partido judicial de Antequera



Cuando los trenes convencionales remolcados por locomotoras de vapor comenzaron a ser sustituidos por automotores a finales de los años 50 del pasado siglo, Bobadilla era el centro de Andalucía desde el punto de vista ferroviario, eclipsando a la estación de Antequera, situada en el núcleo urbano. Allí coincidían todos dos veces al día y los viajeros corrían de un automotor a otro si su destino no era el que llevaba el tren directo. Aún recuerdo en alguno de aquellos viajes a El Chorro el trasiego de viajeros con sus bultos que, a veces, incluían alguna gallina viva y cacareando.



La mejora del material con la introducción de los trenes TAF propició recortes de tiempo y nuevos servicios directos Sevilla-Málaga como evidencia este anuncio de Renfe de diciembre de 1983. Bobadilla, dentro del municipio de Antequera, llegó a tener muchos más viajeros que su propia estación.

Esta forma de explotación ferroviaria continuó desde el siglo XIX hasta comienzos del año 2000, cuando la Junta de Andalucía comenzó a trabajar en el proyecto de una línea de alta velocidad que uniera Córdoba y Málaga que luego continuó el Ministerio de Fomento dentro de su programación nacional. En junio de 2001 comenzaron las obras y en diciembre de 2006 se ponía en servicio hasta Antequera, pero no en la ciudad sino a 10 kilómetros de ella, con una gran estación, que pasó a denominarse Antequera-Santa Ana. La razón del nombre fue porque además de estar dentro del término municipal antequerano, se construyó junto a una pequeña colonia de viviendas denominada Santa Ana. Esta iba a ser la tercera estación de Antequera.



En febrero de 2006, cuando aún no se había puesto en servicio la nueva estación, pude tomar esta fotografía en la que se ve el despliegue de vías en medio de los campos de olivos. Mucha expectación produjo en los habitantes de Antequera ver, día a día, cómo en sus tierras emergía tan gran conjunto ferroviario y comenzaron a pensar que la vieja estación de Bobadilla pronto sería eclipsada por esta otra. Hay que añadir que la estación de Bobadilla se construyó en una zona inundable por las aguas del Guadalhorce que, en sus crecidas periódicas, sumergían sus vías interrumpiendo el tráfico de trenes. Antequera-Santa Ana, a escasos 3 kilómetros de Bobadilla, estaba a una cota más alta y mucho más lejos del cauce de ese río.

Pocos años antes, los trenes regionales entre Sevilla y Granada habían dejado de pasar por Bobadilla gracias a la construcción de una conexión directa entre líneas, lo que evitaba la inversión de marcha en esta estación.

En una primera etapa, los trenes de Larga Distancia diurnos con destino a Málaga llegaban hasta la estación de Antequera-Santa Ana y allí, con cambio de locomotora y ancho de vía, pasaban a la línea convencional. Esta forma de explotación duró un año, hasta que en diciembre de 2007 se completó la alta velocidad hasta Málaga.



En esta fotografía, que tomamos el 17 de diciembre de 2007, pocos días antes de que los trenes de alta velocidad llegasen directamente hasta Málaga, vemos a uno de aquellos Talgo 200 saliendo de la estación de Antequera-Santa Ana con destino a Madrid tras haber cambiado de ancho y de tracción. Aquí aparece remolcado por una locomotora 252 en ancho estándar, decorada con una librea especial. La longitud de la composición da idea del considerable incremento de viajeros que produjo el primer recorte de tiempo de trayecto.

Tras la puesta en servicio de la LAV hasta Málaga comenzaron los trabajos de la línea de alta velocidad a Granada, aún inconclusos, que han obligado a remodelar el entorno de la estación urbana de Antequera y adaptarlo a los trenes de alta velocidad.




Esquema de líneas ferroviarias en el término municipal de Antequera

Para que el lector pueda situarse sobre el terreno, nos ha parecido interesante incluir un esquema del considerable entramado de líneas que se han ido amontonando en el término municipal de Antequera a lo largo de los años. Aquí vemos situada la estación de Bobadilla y la de Antequera-Ciudad, como vestigios del comienzo de la explotación ferroviaria. Se añaden luego la conexión directa entre Sevilla y Granada, sin pasar por Bobadilla (Eje Ferroviario Transversal de Andalucía), la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga y la de Granada, aún en obras. Se están construyendo interconexiones entre las líneas de alta velocidad para permitir todos los movimientos, tal como en el pasado se hizo con las líneas convencionales.



A título de curiosidad, añadimos este esquema del Ministerio de Fomento sobre la estación de Antequera Santa-Ana en el que aparece con mayor detalle la complejidad de su diseño. Las líneas rojas son vías de alta velocidad, mientras que las azules lo son de ancho ibérico.

Por aquí pasan a diario unos 70 trenes de viajeros, algo más los viernes, pero no todos paran en esa estación. El tráfico se ha multiplicado con creces respecto a la de Bobadilla. Sin embargo, el número de viajeros que suben o bajan de los trenes en Antequera-Santa Ana no se corresponde con el tamaño de esa estación. En 2010 fueron unos 130.000. Un año antes, Bobadilla tenía 61.780 viajeros subidos o bajados. De la estación de Antequera-Ciudad no hay datos ni tampoco de los posteriores a 2010 de las otras estaciones. Por tanto, tres estaciones en el término municipal de Antequera no han sido sinónimo de un fuerte incremento en el número de viajeros que aquí toman los trenes.

Desde el punto de vista turístico e incluso de acceso a Antequera por alta velocidad, apearse del tren en Antequera-Santa Ana, no ha tenido un efecto benéfico para la ciudad. Anteriormente, el ayuntamiento tenía un servicio de autobús que enlazaba con los trenes. Este servicio desapareció alegando las autoridades municipales el déficit que arrastraba. Sólo quedan los taxis y éstos cobran 24 € por el trayecto entre la estación de alta velocidad y la ciudad o viceversa. Hemos hablado con responsables hoteleros que se quejan de lo poco aprovechada que está esa estación para la ciudad y la escasa cifra de viajeros es reflejo de ello.

Para asombrar aún más al lector, puede que este despliegue de vías no haya terminado aún. Hace pocos años, el Ministerio de Fomento acariciaba la idea de establecer en este territorio un circuito de prueba de trenes en el que pudieran alcanzarse los 500 kilómetros hora. Esto suponía construir 80 kilómetros más de vías en los campos donde ahora sólo hay olivos. La inversión contaba con un presupuesto de 386 millones de euros. Como se había previsto que la gestión del circuito fuese en colaboración público-privada y no parece haber ninguna empresa interesada en el delirante proyecto, de momento se ha paralizado tamaña inversión. En Europa hay ya instalaciones de este tipo en Francia, República Checa, Alemania y Rusia que parecen ser suficientes. Por tanto, los agricultores de la zona, que veían peligrar 840 hectáreas de terreno, con 733 parcelas la mayor parte de ellas de olivos, parece que pueden dormir tranquilos y a los amantes de las tostadas con aceite para el desayuno no les faltará el procedente de la aceituna hojiblanca que es la más común en la zona de Antequera.




Esquema del despliegue de vías del Anillo ferroviario de pruebas de Antequera. Iba a estar situado el este de la estación de Antequera-Santa Ana y al norte de Antequera (Dibujo de Adif)

Y llegamos a Antequera-Ciudad




Nuestro tren reemprende el camino hacia Granada y Almería tras dejarnos en el andén de la estación





El sencillo edificio de la estación de Antequera-Ciudad, desde su fachada exterior




Como otras estaciones de esta zona, bajo la marquesina de la estación una decoración a base de macetas con plantas y flores da un toque especial al andén principal

Con gran puntualidad (17,51), nuestro tren de Media Distancia S-599 Sevilla-Granada-Almería se detiene en la estación de Antequera-Ciudad. En una guía ferroviaria de comienzos del siglo XX se puede leer esto: Antequera, hermosa ciudad de 32.366 habitantes, situada en una vega al pie del cerro de San Cristóbal, en las vertientes septentrionales de la sierra de Abdalajís, a 57 kilómetros de Málaga. Su estación de ferrocarril pertenece a la línea de Bobadilla a Granada, a medio kilómetro (de la ciudad). La descripción era muy exacta entonces, salvo un detalle no pequeño: ese medio kilómetro es todo de cuesta arriba, de esas que pueden incluirse en el refrán español: Pa' las cuestas arriba quiero mi burro que las cuestas abajo yo me las subo.

Hoy esa cuesta arriba es una calle arbolada con casas a uno y otro lado. Tiene la ciudad 41.620 habitantes (2013), pero la cuesta sigue ahí. Pienso que cuando se escribió la guía muchos antequeranos eran recogidos en la estación por coches de caballo que los llevaban a sus casas y a los visitantes a hoteles. Debía haber entonces muchos coches de caballo privados en Antequera porque aquí las casas no tienen garaje sino cochera.




Un tramo de la Avenida de la Estación de Antequera. Al fondo, cuesta abajo, vemos el edificio ferroviario

Por suerte tenemos el hotel a media cuesta. El resto de la subida queda para la visita nocturna o diurna a la ciudad.

Una ciudad para la noche y para el día

Cada ciudad tiene su hora bruja y su mejor época del año para visitarla. En Granada, por ejemplo -por referirnos a una ciudad cercana a Antequera-, la mejor época para ver la Alhambra desde el Mirador de San Nicolás, es en primavera, cuando las nieves coronan Sierra Nevada y casi tocan la ciudad desde esa perspectiva.

Antequera tiene una espectacular visita nocturna en varios meses del año, porque así se espanta el calor del día y se ven sus monumentos iluminados. Y eso hicimos nada más llegar y aposentarnos. Con la sola ayuda de la cámara del móvil salimos a dar una vuelta y aquí recogemos algunas fotos que, sin duda, mejorarían haciéndolas con la cámara normal.




La iglesia colegial y torre de San Sebastián, en la plaza del mismo nombre


Esa misma torre vista a través del Arco de los Gigantes en el acceso a La Alcazaba, a muchos metros más arriba




La Torre del Homenaje de La Alcazaba vista desde el exterior del recinto monumental





Escalinata de la cuesta de San Judas en la subida peatonal a La Alcazaba



Real Colegiata de Santa María la Mayor, en el recinto monumental de La Alcazaba

Una temperatura excepcional para estas fechas del año invitaba a deambular por la ciudad, aunque a medida que avanzaba la noche comenzó a soplar el aire fresco de la sierra cercana.

Nada más despuntar el día y antes de que el astro rey se adueñase de la ciudad convenía repetir el paseo pero ya con más calma. Recomendamos a los futuros visitantes que lleven calzado cómodo y se apresten a hacer ejercicio que siempre viene bien. Si ha elegido el tren para llegar, la estación está a 464 metros de altitud y el Patio de Armas de la Alcazaba a 561 por lo que en kilómetro y medio que hay entre ambos puntos deberá subir unos 100 metros y algo más si llega hasta arriba de la Torre del Homenaje. Para aliviar la subida, hay un pequeño vehículo eléctrico que recorre la zona céntrica y sube hasta La Alcazaba.




Vista de La Alcazaba y la zona alta de Antequera desde los jardines del Río de la Villa. A la izquierda la iglesia del Carmen

Y es que La Alcazaba es el más espectacular recinto monumental de Antequera. Tan gran conjunto de edificaciones o restos de ellas recorren la historia desde la época romana, la visigótica, la árabe y la cristiana tras la conquista de Antequera por Fernando I de Aragón, el Infante don Fernando de Antequera. Un módico precio de entrada que incluye la audioguía permite pasar bastante tiempo allí no sólo para ver lo que encierra sino para contemplar toda Antequera y su vega, además de la Sierra de El Torcal. Insertamos algunas de las fotos que hemos tomado allí.


Puerta de los Gigantes


La Puerta Cristiana




Dos vistas de la Torre del Homenaje. En el chapitel de la torre se encuentra el famoso reloj de Papabellotas que da puntualmente las horas con el carillón



La Torre Blanca






Exterior e interior de la Real Colegiata de Santa María la Mayor, situada en la Plaza de los Escribanos, que forma parte del recinto de La Alcazaba

Las vistas de Antequera y de su entorno, desde tanta altura son espectaculares y en días claros podemos abarcar una gran extensión de terreno.




La Peña de los Enamorados desde el recinto de La Alcazaba




Vista hacia el norte con la Ermita de la Vera Cruz al fondo




Vista hacia el sur con la Sierra de El Torcal al fondo

Calles y plazas de Antequera

Deambular por las calles de Antequera permite apreciar el respeto urbanístico en todo su casco histórico, de tal forma que las sucesivas reformas de los edificios y viviendas no desentonan de los palacios, conventos e iglesias que surgieron por doquier a lo largo de los siglos.




La iglesia colegial de San Sebastián. Junto a ella la Casa Bouderé





Otra vista de la Casa Bouderé, construida a comienzos del siglo XX, en estilo eclecticista francés y aspecto que presentaba en 1914, tal como aparece en la foto del Cuaderno nº 75 de la colección Portfolio Fotográfico de Andalucía




Palacio del Marqués de Villadarias, edificado a comienzos del siglo XVIII

Llaman la atención algunos patios de casas nobles, cuyos propietarios los mantienen visibles abriendo las puertas exteriores para que puedan ser contemplados.








Patios antequeranos captados en el deambular por las calles de la ciudad. En las fotos siguientes algunas de esas calles y plazas














En la última foto vemos el Palacio de Nájera sede del Museo Municipal, situado en la Plaza del Coso Viejo



En el Coso Viejo se encuentra también la estatua de Fernando I el de Antequera, Infante de Castilla, Rey de Aragón (1379-1416), como reza el pedestal, conquistador de la ciudad a los árabes



En una pequeña calle del centro de la ciudad quedamos sorprendidos por este edificio, el Palacio de los Serraller, de estilo sevillano, que nos recuerda la arquitectura de Aníbal González. Actualmente es sede de la Delegación de Hacienda en Antequera

La cantidad de edificios de interés es tan grande que exigiría muchas horas de paseo por la ciudad, hasta llegar al anochecer, cuando entre dos luces algunos de sus edificios singulares cobran nueva vida.




En la Alameda de Andalucía destaca con iluminación artística el Edificio de San Luis



La calle que vemos al fondo de la foto anterior, es la del Infante don Fernando, y junto a ese edificio iluminado se encuentra la sede del Consistorio de Antequera, en un imponente edificio que fue convento de Franciscanos hasta la Desamortización de Mendizábal (1836). El edificio, que aquí vemos es de más de siglo y medio antes


Su impresionante patio interior era el Claustro del convento




La Puerta de Estepa, que marca el camino hacia Sevilla, junto al Paseo Real. Hay otras puertas, como las de Málaga o la de Granada




Y junto a la Puerta de Estepa el célebre Coso taurino de Antequera



En el extremo diametralmente opuesto a la Puerta de Estepa está la de Granada -que aquí vemos en la foto- con menor porte arquitectónico y desde luego a mucha menor altitud dentro de la ciudad

La abundancia de construcciones históricas que han quedado desafectadas de los antiguos usos, entre ellos los religiosos, ha propiciado su conversión en equipamientos culturales. En la foto siguiente vemos el claustro del Monasterio de San Zoilo cuyo edificio es hoy día una biblioteca pública.



El auge industrial de Antequera por el ferrocarril

En el siglo XVIII en Antequera había una importante industria textil que llegó a ocupar a un tercio de su población. Casi 6.000 antequeranos trabajaban en 87 fábricas textiles con 147 telares. La llegada del ferrocarril facilitó la exportación de su elevada producción, hasta tal punto de que la estación contaba con muelle de carga de vagones de mercancías. Entre los productos textiles más exportados a otras partes de España destacaban las mantas antequeranas. La mayoría de estas fábricas, situadas junto al río, han desaparecido actualmente.

Otra actividad que era artesanal y adquirió renombre fue la fabricación de mantecados, polvorones y otros productos de dulcería. El ferrocarril, además de facilitar su envío a otras ciudades, fue el cauce para que viniesen desde otras lugares a probarlos y llevarlos a sus casas.

Pronto surgieron, al calor de la actividad comercial, algunas fábricas y obradores que han perdurado hasta nuestros días y tienen fama internacional.






Obrador de mantecados que data de 1888 y que se conserva casi como cuando fue fundado. Hay otros en la ciudad, que hoy día compiten también con la producción que se realiza en Estepa


La mayor riqueza actual de Antequera está en la agricultura de su fértil vega con una importante producción de aceite procedente de la variedad de aceituna hojiblanca. La producción de productos hortofrutículas es tan importante que a la ciudad se la conoce como la "despensa" de la provincia de Málaga. Sus montes son también ricos en caza.

Volvemos por la estación

La estación de Antequera-Ciudad, la de toda la vida, aparte de tener un indudable interés histórico, cuenta con algunas peculiaridades de interés. Por eso nos ha parecido que debíamos volver a ella en algún momento de nuestra estancia en Antequera.

En esa estación paran cada día 14 trenes de Media Distancia y 2 de Larga Distancia. Estos últimos enlazan Madrid con Granada. Otros dos trenes de Larga Distancia pasan sin parar en la estación. 




Tren Altaria Madrid-Granada a su paso, sin parada, por la estación de Antequera-Ciudad. Este tren llega hasta la estación de Antequera-Santa Ana con tracción eléctrica por la vía de alta velocidad y allí cambia de ancho y de tracción a una locomotora diésel de la clase 334. Tras la inauguración de la LAV estos trenes serán sustituidos por los AVE

La ciudad está relativamente bien enlazada con muchos destinos de forma directa o con billetes combinados, aunque se echa de menos una conexión ferroviaria más agil con Málaga, de donde proceden la mayor parte de los turistas que la visitan, en especial extranjeros que pasan unos días en la Costa del Sol. La línea de alta velocidad permitirá trenes directos Málaga-Granada con parada en Antequera-Ciudad.




Antiguo muelle de mercancías de la estación, que llegó a tener cierta actividad. Hoy día su interior está parcelado y alquilado para actividades comerciales ajenas al ferrocarril. Al otro lado de la estación, a cierta distancia, hay otro muelle de carga cuyas vías fueron desmanteladas hace ya tiempo

La cantina de la estación permanece abierta y está regentada desde hace cinco años por los mismos hosteleros. Sirve menús del día muy económicos y de excelente calidad, además de otros platos a la carta. He visto trabajar en ella a cuatro personas.





Única circulación de mercancías que pasa por Antequera-Ciudad casi a diario, en ambos sentidos. Se trata de una composición de cisternas que une la factoría de Repsol-Butano de San Roque con la factoría de Albolote. El jefe de estación sale a dar vía libre con su gorra roja reglamentaria. El polvo que levantó el tren a su paso evidencia el tiempo que hace que no llueve en la zona.



Al otro lado de las vías de la línea convencional se desarrolla una frenética actividad constructora: la nueva estación de alta velocidad de Antequera-Ciudad. Después de muchas discusiones triunfó la absurda tesis de que fuese construida en subterráneo para no dividir la ciudad del campo. Lo curioso es que ya están divididos por la estación actual y por una autovía de tráfico incesante. Pero esa nueva estación también incluirá la actual vía convencional que discurrirá junto a las nuevas vías. Dispondrá de dos andenes subterráneos de 400 metros de longitud, uno lateral para la alta velocidad y un andén central, con una vía de ancho estándar a un lado y una de ancho convencional al otro. Por ello, el futuro el tren del butano deberá pasar por dentro de ese túnel artificial de la estación.

Sobre la zona de vías se alzará un edificio para vestíbulo de 1.428 metros cuadrados en donde estarán situados todos los servicios de atención al cliente. La actual estación de Antequera-Ciudad quedará sin servicio.




¿Acabará la piqueta con este edificio y marquesina de la actual estación de Antequera-Ciudad? Sería una lástima

Una de las grandes preocupaciones en la ciudades es la intermodalidad de los medios de transporte, singularmente entre tren y autobuses. La moderna estación de autobuses de Antequera está muy cerca de la estación de ferrocarril, pero no siempre la distancia es el principal argumento para emplazar la instalación.




Alguien que llegue en tren a Antequera podría tomar un autobús en pocos minutos si no fuera porque debe ascender con su equipaje por esta empinada cuesta. Como la fotografía engaña tómese como referencia los tramos de la valla de la derecha, en la que las bases de ladrillos por arriba están en posición horizontal. En sentido contrario lo tienen más fácil los viajeros

La gastronomía antequerana

La cocina antequerana es rica en buenas recetas que podemos degustar en muchos restaurantes de la ciudad.

Uno de los platos más celebrados es la porra antequerana hecha a base de tomate, pimiento, ajo, aceite y pan. Lo que la hace distinta de otros platos similares de ciudades próximas, como el salmorejo cordobés, es la variedad de productos que se le agregan como guarnición.




Porra antequerana. En otras versiones se le echa en lugar de jamón atún en conserva, bien escurrido de su aceite

Menos conocido pero igualmente sustancioso es el "pío antequerano", ensaladilla a base de patata cocida, cebolla cruda, pimiento asado, bacalao al horno, huevo duro y pequeñas rodajas de naranja. Se le pueden añadir aceitunas negras sin hueso cortadas en rodajas.

Podemos añadir el ajoblanco, las migas, la ensalada de cardos, el chivo a la pastoril, el conejo a la cazadora y un nutrido elenco de postres, entre los que destaca el "angelorum".

El rey de la panadería de Antequera es el mollete, pan elaborado en horno de leña, cuyo aspecto es similar al de una torta. Su origen se remonta a los antiguos panes ácimos. Tomado calentito y recién hecho en el desayuno, con aceite de oliva, es un manjar muy apreciado. Su fama se ha extendido tanto que se elabora industrialmente para enviarlo a otras zonas, pero no tiene el mismo sabor ni aspecto. En los desayunos de los hoteles de Antequera es un ingrediente indispensable.

El viajero ferroviario podrá degustar cualquiera de estos platos en su visita a la ciudad. Para alojarse cuenta con una buena planta hotelera, con excelentes establecimientos, entre los que destaca un Parador Nacional. Completan el elenco hostales, casas de huespedes, etc.

El Torcal de Antequera y los dólmenes

No podemos abandonar Antequera sin referirnos al impresionante paisaje kárstico de la sierra de El Torcal, a poca distancia de la ciudad y que la ha hecho internacionalmente famosa.

Se trata de formaciones rocosas de cientos de millones de años, cuando toda esta zona se encontraba bajo el nivel del mar. Un proceso de sedimentación y posterior erosión creó un parque natural cuya contemplación es indispensable cuando se viene a esta tierra.




Una curiosa formación rocosa en el El Torcal. La inventiva popular ha ido otorgando nombres a estas formaciones según lo que los visitantes creían ver en las acumulaciones pétreas (Foto cortesía del Centro de Visitantes de El Torcal)

Diariamente se organizan rutas de diversos formatos en tiempos de las que informan en la Oficina de Turismo de Antequera y que corren a cargo de la empresa Sendero Sur Aventura. Quien haya estado en la Ciudad Encantada de Cuenca la encontrará pequeña para lo que puede verse en El Torcal.

La arqueología también tiene su interés en una visita a Antequera pues, aparte de los vestigios situados en la propia ciudad, uno de ellos de una villa romana junto a la propia estación, están los dólmenes a poca distancia del casco urbano. Son monumentos megalíticos con propósito funerario, cuya enumeración puede verse en la web de Turismo de la ciudad.



Entrada del dolmen de Viera (Foto cortesía de la Oficina de Turismo de Antequera)

Hasta aquí este somero repaso de Antequera en un viaje ferroviario. El autor asegura que se ha hecho a pie todas las rutas por esta empinada ciudad obviando cualquier otro medio de transporte que no fuera el tren que le trajo y lo devolvió tras su visita. Mucho se ha quedado en el tintero pero los enlaces sugeridos ayudarán a completar la información. En su próxima visita a Antequera desprecie el vehículo privado y elija el tren como medio de transporte. Se sorprenderá. Todas las fotos aquí incluidas, excepto las que se indican expresamente, son fruto de la humilde cámara del viajero. (MAM)