4 de junio de 2012

París Gare de l'Est: viaje a los horrores de la Guerra

En la fachada del vestíbulo interior que da acceso a los andenes en la estación de París-Est hay un enorme cuadro del pintor norteamericano Albert Herter (1871-1950) que ilustra muy bien el papel que representó esa estación en la Primera Guerra Mundial. En la pintura se ve a soldados despidiéndose de sus familiares antes de la partida del tren que los llevará al frente de batalla en la zona del "Chemin des Dames", entre Laon y Reims, en el nordeste de Francia. Muchos de ellos nunca regresarían y otros quedarían marcados para siempre con los horrores de los campos de batalla.


A pesar de haber pasado bastantes veces por debajo en épocas anteriores no había reparado en ese cuadro hasta hace poco cuando me disponía a tomar un tren para Estrasburgo, por la línea de alta velocidad del Este europeo. Como tenía tiempo, me detuve a contemplarlo. La lectura posterior de los antecedentes del cuadro me trajo a la memoria un viaje de estudios que hice en 1967 a las regiones francesas de la Champagne y la Picardíaa base de tomar diversos trenes, con mis compañeros de la Universidad de la Sorbona, en el contexto de un curso al que asistí en París sobre la nueva realidad que se había abierto en Europa con la firma del Tratado de Roma y la creación del Mercado Común Europeo. La finalidad del viaje era visitar las zonas del frente de batalla en la Primera Guerra Mundial, las trincheras y los impresionantes cementerios de soldados de los bandos contendientes que hay en toda esa área, para que tuviésemos conciencia del pasado de Europa al que nunca se debería volver.

La primera etapa del recorrido fue la ciudad de Soissons, a la que llegamos en tren desde París, precisamente desde la Gare de l'Est.

Postal antigua de Soissons tomada desde la estación del ferrocarril hacia la ciudad. En primer término, tren de los Chemins de fer de la Banlieue de Reims, que resultaron muy dañados por la Guerra. Al fondo de la calle, en el lado derecho, se divisa la única torre de la catedral, que fue destruida en gran parte por los bombardeos. Las otras torres altas de la izquierda forman parte de la fachada de la abadía de Saint-Jean des Vignes, cuyo interior quedó parcialmente destruido durante la Revolución francesa.


Posteriormente visitaríamos Laon, Reims, Chateau-Thierry y Épernay, en esta última población para degustar el champán y visitar una cava, pues es la capital de ese exquisito producto francés.

Los Chemins de fer de la Banlieu de Reims jugaron un importante papel en ese conflicto bélico ya que al recorrer gran parte de las poblaciones se utilizaron para evacuar a los habitantes ante el avance de los bombardeos alemanes.

En esta otra postal de la época se ve un tren de esa compañía ferroviaria evacuando a los habitantes de Reims

Pero la parte más impresionante del viaje fue dejar los recorridos ferroviarios y hacer a pie una parte del "Chemin des Dames" en el que se libró, en la Primera Guerra Mundial, la batalla que lleva su nombre. Ese camino empedrado fue creado en la época de Luis XV de Francia para que sus hijas pudieran viajar hasta el castillo de la Bove, en Bounconville.

El frente de batalla entre franceses y alemanes se estabilizó durante mucho tiempo en la zona de ese Camino real y allí dejaron la vida más de 270.000 franceses y unos 163.000 alemanes, entre otros combatientes. Los sucesivos trenes de soldados partían de la estación parisina del Este y rendían viaje en estaciones próximas al frente de batalla: Reims, Soissons y otras.

En este croquis se ve el frente de batalla en una línea roja a lo largo de la cual se conservan refugios de combatientes que se convirtieron, primero en lugares subterráneos de lucha cuerpo a cuerpo y luego en cementerios en los que se amontonaban los cadáveres de los soldados, como la famosa "Cueva del Dragón", convertida hoy en museo de la batalla del "Chemin des Dames".


En este croquis se observan las línea férreas que cruzaban y cruzan aún lo que fue aquel frente de batalla

Gran parte del camino se puede hacer andando en torno a la Cueva del Dragón y, aparte de ese lugar, pueden visitarse los cementerios de la Primera Guerra Mundial: 15 de soldados franceses, 9 de alemanes, 5 de británicos y uno de soldados americanos.

Una web dedicada al "Chemin des Dames" recoge los antecedentes históricos de ese camino, su importancia dentro de la Primera Guerra Mundial y todo lo concerniente a ese negro episodio de la vida de Europa.

Por eso, cada vez que paso bajo el cuadro de Herter en la Gare de l'Est de París revivo aquella excursión, las visitas que pudimos hacer a lo largo de una semana y el papel que jugó el ferrocarril en el desarrollo de la batalla del "Chemin des Dames".