16 de febrero de 2012

Grandes proyectos ferroviarios internacionales (II) El cruce del Fehmarn Belt

El pasado lunes, día 13, de camino a Suecia desde Alemania, tuve ocasión de pasar una vez más por la conexión marítimo-ferroviaria que une ambos países, entre Hamburgo y Copenhague, por la ruta más corta.

Dinamarca es un país que se extiende en parte en islas, separadas por estrechos que hay que atravesar para llegar desde otros países a su capital.

En el pasado se han ido construyendo puentes, algunos de ellos de especial longitud para conectar la península de Jutlandia (donde se asienta la Dinamarca continental) con las grandes islas donde están Odense y Copenhague. También se construyó un largo puente sobre el Oresund, que separa Dinamarca de Suecia. Pero aún queda una ruta entre Alemania y Dinamarca que exige combinar el transporte ferroviario con el marítimo de una forma peculiar. El tren se sube al barco y así se atraviesan los 18 kilómetros del Fehmarn Belt entre Puttgarden (Alemania) y Rodby (Dinamarca) para continuar el trayecto nuevamente en tren hasta Copenhague.


Sobre este mapa esquemático he dibujado la ruta en tren del lunes. Los alemanes la llaman "Volgelfluglinie" porque es el corredor que utilizan también las aves migratorias desde las tierras árticas de Escandinavia hasta el centro y sur de Europa. Por este motivo y según en que épocas del año se haga el viaje, el ferry se verá acompañado en uno u otro sentido por enormes bandadas de aves migratorias.

El lunes no había aves, ni siquiera luz solar, porque el viaje lo hice ya anochecido habida cuenta de lo temprano que se pone el sol en el invierno en estas latitudes. Sólo de vez en cuando y ya cerca de la costa danesa se veía algún témpano de hielo flotando. Por ello, las fotos que pongo son en parte de un viaje anterior -hace poco más de un año- realizado en verano.

Los trenes que hacen el trayecto son autopropulsados de tracción diésel de la clase alemana 605 (ICE-TD) y se trata de los únicos trenes alemanes de alta velocidad que no son eléctricos. Además sólo tienen 4 coches. Aparte de que en Dinamarca una zona de la línea no está electrificada, un tren más largo no cabría en el ferry.

El trayecto comienza en la estación central de Hamburgo, cuyo aspecto exterior se ve en la foto de la derecha, aunque alguno de los trenes inicia su recorrido en Berlín.

Hay otra estación importante en la zona portuaria en la que también paran los trenes con origen en el corredor del Rhin.

Esta estación central fue abierta al tráfico en 1906 para unificar la llegada y salida de trenes en un único lugar, ya que anteriormente había 4 estaciones término de las líneas construidas a partir del 5 de mayo de 1842, cuando se inauguró la primera línea ferroviaria que alcanzó esa ciudad.


El tráfico de trenes y viajeros por ella es considerable. Desde las pasarelas superiores se ve el constante movimiento de viajeros (más de medio millón al día) y de trenes de diversos tipos y colores, de los ferrocarriles alemanes.




La marquesina metálica que la cubre totalmente está bastante ennegrecida, recuerdo del tiempo en que todo el tráfico por ella lo traccionaban locomotoras de vapor.

En el trayecto a continuación el tren pasa por la importante ciudad de Lübeck, cuya estación central conserva la estructura original de 1908 pero restaurada en 1967, de forma que se ha convertido en una estación muy luminosa.




A partir de Lübeck la línea enfila ya hacia Puttgarden en cuyo puerto nos espera uno de los curiosos ferries, que cruzan a Dinamarca.

Se trata de buques de doble proa de tal forma que no necesitan maniobrar para entrar y salir de puerto. Cuando llegan al muelle se colocan con una de las proas hacia el dique y la levantan de forma espectacular para que pueda pasar el tren, los camiones y los coches. Todos ellos se estacionan en su interior a varios niveles. Durante la travesía, los viajeros deben abandonar los vehículos y subir a las cubiertas comerciales.


Este es uno de los barcos transbordadores con la proa levantada. La foto está tomada desde un tren, en el momento en que entra en el ferry situado en ese lado. El tráfico de los transbordadores es constante porque, además de los trenes, miles de coches y camiones escogen esa ruta para ir de un país a otro.

La travesía no lleva más de 45 minutos hasta Rodby y nada más atracar el transbordador sale el tren, los camiones y los coches.

Hay que decir que el espacio que ocupa el tren está bastante ajustado en la bodega del buque hasta el punto de que bajarse de él ya dentro del transbordador para subir a la cubierta comercial exige hacer un poco de equilibrio.

El ICE diésel alemán en la bodega del transbordador


Llegados a territorio danés el tren sigue su camino hasta la estación de Copenhague, curiosa edificación que merecerá una entrada aparte ya que la construyeron de tal forma que pudiera incendiarse con facilidad, llegado el caso.

He querido hacer la descripción de esta viaje porque dentro de pocos años ya no hará falta el transbordador para pasar de Alemania a Dinamarca por la "ruta de las aves migratorias".

Un proyecto muy avanzado permitirá construir un túnel para unir ambos países. El nombre del proyecto es "Enlace fijo del estrecho de Fehmarn" y forma parte de las grandes rutas ferroviarias europeas del futuro. En ese caso permitirá el tránsito directo de trenes, especialmente mercantes entre Escandinavia y Europa Central y del Sur, potenciando la relaciones comerciales y eliminando tráfico pesado de las carreteras.

Esta es la web oficial del proyecto que comenzará a construirse en unos dos años para completarse antes de 2020. Los 45 minutos actuales quedarán reducidos en tren a sólo 7 minutos. También se ha previsto en el proyecto de túnel una autopista para el tráfico de vehículos.

Entre las diversas opciones que se habían planteado para el Fehmarn Belt estaba la de un puente, como en el Oresund, una túnel bajo el fondo marino a construir con tuneladora y un túnel sumergido en el lecho marino con módulos prefabricados que se depositan en una zanja previamente excavada. Se ha preferido esta última opción ya que la profundidad del mar en esta zona oscila entre los 20 y los 40 metros. Además resulta más económica y de más rápida construcción. En la web enlazada hay muchos detalles interesantes del proyecto para completar estos datos.


La construcción de ese nuevo túnel conlleva la mejora y electrificación de toda la línea en territorio danés, para aumentar notablemente la velocidad de los trenes.

Mi viaje del lunes no terminó en Copenhague sino que se ha extendido hasta Laponia en el Ártico, hasta donde he llegado en tren a través de Suecia, totalmente cubierta por la nieve y con un frío glacial.

Estas líneas las escribo desde la ciudad de Narvik, en Noruega, a 230 km al norte del Círculo Polar Ártico, de la que ya he hablado en otras entradas. El viaje y todo lo que está sucediendo en él, será el tema de otra entrada.

Y concluyo con una foto del cruce de dos ferries en el estrecho en sentidos opuestos. Ambos llevaban en su interior trenes ICE, además de otros vehículos. A través de uno de los miradores del transbordador donde iba se ve otro de ellos, con sus dos proas, sus dos chimeneas y su doble puente de mando.