24 de diciembre de 2011

Rainer Maria Rilke, Ronda y el ferrocarril

Rainer Maria Rilke (1875-1926), aunque nacido en Praga, está considerado como uno de los más grandes poetas en lengua alemana, a caballo entre el s XIX y el XX.

Pero no voy a hablar de la obra poética de Rilke -que aconsejo a todos- sino de su relación con el ferrocarril y con Ronda.

Su padre era ferroviario (antes había sido militar) y tal vez por eso legó a su hijo el amor por los viajes en tren.

De esta forma, Rilke hizo abundantes desplazamientos por Europa utilizando las comunicaciones ferroviarias recién construidas en los distintos países. 


Entre los países que visitó estuvo España, en 1912, y sus desplazamientos fueron fundamentalmente por Andalucía, pero en Ronda decidió pasarse más de dos meses, al sentir auténtica fascinación por esa ciudad.



Su alojamiento fue precisamente en el Hotel Reina Vitoria, inaugurado en 1906 y que fue construido primero para alojamiento de los ingenieros que participaron en la construcción de la línea ferroviaria Algeciras-Ronda-Bobadilla y luego como lugar de recreo a disposición de los viajeros de la línea. Como recuerdo de su larga estancia allí, hay una inscripción en la entrada del establecimiento, hotelero, una estatua en sus jardines y una placa en la habitación que ocupó en el hotel.


No menciona en sus obras Rilke al ferrocarril de forma expresa pero en sus poemas se trasluce el aroma que percibió en sus viajes.


En Ronda trabajó en el sexto poema de "Las Elegías de Duino", que comienza con un canto a la higuera, árbol muy abundante en la comarca rondeña:


Higuera: desde hace cuánto tiene sentido para mí
cómo omites las flores casi por completo,
y dentro del fruto tempranamente resuelto,
sin pompa alguna, encajas tu secreto puro.



Sin duda, Rilke en sus paseos por la ciudad y en sus idas y venidas frecuentó la estación de ferrocarril de Ronda, construida ya por entonces y que se ha restaurado en estos últimos años.






O también hacer una escapada a pie hasta la Cueva del Gato, a escasos kilómetros de Ronda, ante cuya boca pasan los trenes.






La estancia de Rilke en Ronda ha popularizado tanto esa ciudad en los países de habla alemana que cada año se celebra un simposio de poetas e intelectuales para estudiar su figura y su obra, precisamente en el hotel donde residió, en una de cuyas ediciones pude coincidir allí recientemente. Una de las poetisas alemanas me confesó que había llegado en tren desde su país, emulando el viaje que pudo hacer Rilke.



Sobre Ronda y el ferrocarril hay abundante literatura pero voy a destacar este trabajo de Pedro Sierra de Cózar, Ronda y el ferrocarril, del IV Congreso de Historia Ferroviaria. El texto íntegro de Las Elegías del Duino lo tienes en este enlace. También hay información muy interesante sobre el ferrocarril Bobadilla-Algeciras en este artículo de Ferropedia y también en este otro.